Tegucigalpa, Honduras.
El doctor Francisco Contreras, vice ministro de regulación sanitaria, dijo que hay una estricta vigilancia en los aeropuertos para interceptar viajeros procedentes de África, no solo en Honduras si no en todo Centroamérica y a nivel de Latinoamérica.
La amenaza es latente por lo que se debe estar alerta señalo el galeno, ya hay un caso en Estados Unidos y se veía muy lejos que llegará la enfermedad al continente.
Por su parte, el infectólogo Tito Alvarado, dijo que la amenaza del ebola representa un desafío increíble para el sistema de salud en el país en una entrevista para HRN.
Añadió que es una enfermedad con una mortalidad muy alta, lo que requiere mucho cuidado porque en países como el nuestro no existen las condiciones para mantener salas de aislamiento, no hay insumos suficientes y las situación hospitalaria del país es muy precaria, por lo que si llegaran a darse casos de ebola, sería una catástrofe porque habría contaminaciones múltiples.
Sin embargo estas amenazas latentes deben servir para que las autoridades se preparen y pongan a prueba las medidas de seguridad y la prevención. “Esto es un estímulo para mejorar las condiciones de salas de aislamiento y acondicionar mejor los hospitales y centros de salud” concluyo el médico.
Parecía muy lejano el día en que el ébola se convirtiera en una amenaza real para quienes habitamos el continente americano.
El doctor Francisco Contreras, vice ministro de regulación sanitaria, dijo que hay una estricta vigilancia en los aeropuertos para interceptar viajeros procedentes de África, no solo en Honduras si no en todo Centroamérica y a nivel de Latinoamérica.
La amenaza es latente por lo que se debe estar alerta señalo el galeno, ya hay un caso en Estados Unidos y se veía muy lejos que llegará la enfermedad al continente.
Por su parte, el infectólogo Tito Alvarado, dijo que la amenaza del ebola representa un desafío increíble para el sistema de salud en el país en una entrevista para HRN.
Añadió que es una enfermedad con una mortalidad muy alta, lo que requiere mucho cuidado porque en países como el nuestro no existen las condiciones para mantener salas de aislamiento, no hay insumos suficientes y las situación hospitalaria del país es muy precaria, por lo que si llegaran a darse casos de ebola, sería una catástrofe porque habría contaminaciones múltiples.
Sin embargo estas amenazas latentes deben servir para que las autoridades se preparen y pongan a prueba las medidas de seguridad y la prevención. “Esto es un estímulo para mejorar las condiciones de salas de aislamiento y acondicionar mejor los hospitales y centros de salud” concluyo el médico.
Parecía muy lejano el día en que el ébola se convirtiera en una amenaza real para quienes habitamos el continente americano.
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Hasta ahora fuimos simples receptores de las informaciones procedentes de África, particularmente de Sierra Leona, Liberia y Guinea, países éstos donde el peor brote del mal ha causado más de tres mil muertos.
Es de amplio conocimiento que el primer caso en nuestro continente ha sido diagnosticado en Texas y corresponde a un hombre que viajó de Liberia a Los Estados Unidos.
La noticia ha encendido la alarma. Y ¡Cómo No! Una potencial amenaza se cierne ante la posibilidad de que la enfermedad se propague hacia otros países del área, incluido el nuestro.
La Secretaría de Salud ha confirmado la puesta en vigor de una estrategia centrada en la activación de un cerco epidemiológico que involucra la aplicación de estrictas medidas de control con el apoyo de personal de los aeropuertos, técnicos de Agricultura y Ganadería y especialistas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El vivo deseo y la plena esperanza que albergamos es que resulten efectivas las disposiciones tomadas frente al peligro del ébola o lo que, en llano sentido, significa que nuestra confianza está puesta en que la sombra mortal de la enfermedad No llegue nunca a cubrir nuestro territorio.
