San Pedro Sula, Honduras.
Las largas filas para el registro, la falta de medicamentos y las horas de espera antes de ser atendidos son los dolores de cabeza de los afiliados al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula.
A esto se suma la poca tolerancia del personal de otras áreas como la administrativa, porque constantemente hay quejas de los derechohabientes, quienes manifiestan que son atendidos por personas pedantes y de mal humor.
“No es posible que uno pague mensualmente al Seguro y cuando vengamos nos hagan comprar todo para ser atendidos. Entonces, de qué sirve que uno esté aportando si al final es como que se pague doble. Tengo 17 años afiliado aquí y es apenas la segunda vez que vengo. Entonces que reflejen dónde está mi dinero, porque esas pastillitas con las que me engañan para el dolor no cuestan ni L10.00”, dijo Miguel Redondo, uno de los afectados.
Agustín Flores es otro paciente que no puede seguir perdiendo días de trabajo por la reprogramación de las citas.
“Yo trabajo en ventas y me pagan por comisiones. El día que no trabajo no recibo dinero. Vengo porque tengo un quiste que debe ser operado. Tenía una cita para hoy (ayer) y me indigna que una enfermera salga diciéndome que me van a atender otro día porque solo hay un cirujano y está operando. Esto no puede ser posible”.
Otras denuncias
José Augusto Peraza, afiliado al Seguro Social, denunció que hace más de ocho meses no hay medicamentos para diabéticos en la filial del Seguro en la colonia Tepeaca, lo que provoca que los pacientes se descontenten y crea un caos en el lugar por las exigencias que tienen los enfermos.
La misma situación se vive con las personas que necesitan someterse a diálisis. Aseguran que en estas últimas semanas han tenido que comprar sus propios materiales para que se les realice el procedimiento. Los que no tienen la capacidad económica para comprar, simplemente no se dializan, mientras su vida corre peligro.
Ricardo Perelló, paciente de diálisis, dijo que no confía en que la comisión interventora esté haciendo un buen trabajo.
“Se vendió la idea de que las cosas iban a mejorar con la intervención del Seguro, pero la verdad es que todo está igual. A mí me deben incapacidades desde hace tres años que suman más de L75 mil que podrían servirme para comprar las cosas para la diálisis. Mi familia me ayuda porque a la semana gasto casi L2 mil en el tratamiento”.
Las largas filas para el registro, la falta de medicamentos y las horas de espera antes de ser atendidos son los dolores de cabeza de los afiliados al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula.
A esto se suma la poca tolerancia del personal de otras áreas como la administrativa, porque constantemente hay quejas de los derechohabientes, quienes manifiestan que son atendidos por personas pedantes y de mal humor.
“No es posible que uno pague mensualmente al Seguro y cuando vengamos nos hagan comprar todo para ser atendidos. Entonces, de qué sirve que uno esté aportando si al final es como que se pague doble. Tengo 17 años afiliado aquí y es apenas la segunda vez que vengo. Entonces que reflejen dónde está mi dinero, porque esas pastillitas con las que me engañan para el dolor no cuestan ni L10.00”, dijo Miguel Redondo, uno de los afectados.
Agustín Flores es otro paciente que no puede seguir perdiendo días de trabajo por la reprogramación de las citas.
“Yo trabajo en ventas y me pagan por comisiones. El día que no trabajo no recibo dinero. Vengo porque tengo un quiste que debe ser operado. Tenía una cita para hoy (ayer) y me indigna que una enfermera salga diciéndome que me van a atender otro día porque solo hay un cirujano y está operando. Esto no puede ser posible”.
Otras denuncias
José Augusto Peraza, afiliado al Seguro Social, denunció que hace más de ocho meses no hay medicamentos para diabéticos en la filial del Seguro en la colonia Tepeaca, lo que provoca que los pacientes se descontenten y crea un caos en el lugar por las exigencias que tienen los enfermos.
La misma situación se vive con las personas que necesitan someterse a diálisis. Aseguran que en estas últimas semanas han tenido que comprar sus propios materiales para que se les realice el procedimiento. Los que no tienen la capacidad económica para comprar, simplemente no se dializan, mientras su vida corre peligro.
Ricardo Perelló, paciente de diálisis, dijo que no confía en que la comisión interventora esté haciendo un buen trabajo.
“Se vendió la idea de que las cosas iban a mejorar con la intervención del Seguro, pero la verdad es que todo está igual. A mí me deben incapacidades desde hace tres años que suman más de L75 mil que podrían servirme para comprar las cosas para la diálisis. Mi familia me ayuda porque a la semana gasto casi L2 mil en el tratamiento”.
