23/11/2024
10:00 AM

Hondureños, los más refugiados en albergues de Tapachula, México

Madres embarazadas y con niños en brazos siguen cruzando las fronteras en su intento por llegar a Estados Unidos.

Tapachula, México.

Todos los días llegan a los albergues de Tapachula en México más de 20 hondureños que buscan un refugio después de cruzar la frontera con Guatemala.

Madres con niños en brazos siguen aventurándose en una travesía peligrosa hacia Estados Unidos. Llegan con los pies llagados y ropas sucias por caminar centenares de kilómetros.

Las mujeres son las más sacrificadas al cruzar con sus hijos por Corinto, en Cortés, o Agua Caliente, en Ocotepeque.

Ver especial: Niños migrantes de Honduras

LA PRENSA visitó los albergues y es testigo que a pesar de las duras medidas y anuncios de deportar a todo el migrante que llegue ilegal a Estados Unidos, los hondureños no desisten en la búsqueda de su sueño americano.

Kimberly Fuentes salió de un lugar de Honduras cargando a su bebé recién nacido. Llegó ayer domingo al albergue Belén en busca de una cama para descansar.

“El viaje fue muy pesado porque no había tiempo para descanso en el camino. Mi hijo lloraba mucho porque no podía dormir tranquilo, bajábamos de un bus para subir a otro”.

Fuentes, ajena a las gestiones del presidente Barack Obama por regresar a miles de familias que entran ilegales a EUA, manifestó que solo salir de Honduras hacia México ha sido difícil y no sabe si soportará continuar el camino hacia Estados Unidos.

“En el viaje escuché muchas historias de mujeres a las que les arrebatan a sus hijos de las manos y dicen que es para vender los órganos. Otros comentan que es fácil y que la gente inventa cosas para generar miedo porque todo es cuestión de suerte”.

El albergue Belén es uno de los primeros que visitan los migrantes en su ruta hacia el norte. Afuera de las instalaciones se observan hombres y mujeres pidiendo dinero para comprar un cigarrillo o bebidas.

Las esperanzas

Cuando llegó el equipo de LA PRENSA ocho personas que estaban sentadas en la entrada principal del refugio confesaron ser hondureños y relataron lo que hasta ahora, llegar a México, ha sido un calvario.

Tomás Pérez es originario de Colón y lleva más de un mes en el albergue a pesar de que solo les permiten permanecer 48 horas. “En los alrededores hay lugares donde por algunos pesos mexicanos podemos dormir, no me voy para el norte porque tengo que acumular dinero para pagar a las pandillas que se apoderaron de los lugares donde es fácil subirse a La “Bestia”.

Adentro de Belén, cinco personas se registraban para descansar unos días. Dos garífunas contaron que dejaron Honduras por la crisis económica. Aparte de sus mochilas, cargan unas especies de tambores.

Pablo Castillo, quien lidera el grupo, relató que desde hace 15 días salieron de la ciudad de Tela, Atlántida, a donde carecen de fuentes de empleo.

“Hemos venido parando en algunos pueblos grandes de Guatemala para mostrar algo de nuestra cultura al tocar música punta, la gente nos ayuda con algo de dinero que nos sirve para comer y pagar el transporte”.

Castillo dijo que espera llegar a Estados Unidos y lo primero que hará es casarse con alguien que tenga papeles para legalizarse en Migración.

“Yo quiero que mis hijos nazcan en Estados Unidos para que no sufran lo que cientos de niños soportan por cruzar fronteras”. En 2013 unos 350 menores de edad fueron refugiados en el albergue Belén, en los primeros seis meses de 2014 ya llevan han registrado a 367 niños.

Según datos de las autoridades policiales de México, a diario ingresan al país cientos de hondureños, gran parte de ellos son capturados y en menos de una semana son deportados.

Emigran en masa

En los albergues los migrantes reciben al menos dos tiempos de alimentación, tienen acceso a baños y pequeñas camas donde descansar, y aunque los centros son humildes y no tienen lujos, para los centroamericanos son lo mejor porque les dan un techo seguro donde dormir.

El policía Almar Suárez dijo que solo en Tapachula son detenidas al menos diez mujeres que viajan con menores de edad indocumentados.

“No sé qué pasa en Honduras, pero las madres están emigrando en masa en busca de llegar a la frontera norteamericana”. Suárez recuerda que hace años detenían solo a hombres, y había días que a nadie.

“Cuando las temperaturas están altas muchas personas que viajan con niños y no tienen dinero se ven desesperadas y buscan a las autoridades migratorias para que los retornen a sus países”, expresó el oficial.

Migracion mexicana ha reforzado sus operativos en puntos ciegos, por lo que las rutas para los migrantes cada día son más limitadas; sin embargo, la mayoría de los que son deportados aseguran que pese a los limitantes seguirán intentando llegar a Estados Unidos.