El jurista que habría contratado el Ejecutivo para rehacer la Constitución, Roberto Viciano Pastor, es un español que tuvo influencia en las nuevas constituciones de Bolivia, Ecuador y Venezuela.
Viciano, junto a dos colegas españoles, “han influenciado en la concepción, el diseño y la implementación de los textos”, publicó recientemente The Washington Post al referirse a la polémica desatada por el trabajo del grupo de tres juristas en esos países.
Su presunta presencia en Honduras ha sido advertida en círculos políticos y ayer el propio asesor legal del presidente Zelaya, Hernán Silva Baltodano, reconoció en él a “un jurista de gran trayectoria”.
Aunque Casa Presidencial no confirmó su contratación, la sorpresa ha sido mayúscula para la oposición que ha advertido la ironía porque mientras la sociedad debate sobre la inconveniencia de reformar la Constitución, “el Ejecutivo ya anda adelante trabajando con expertos que redactan una nueva, apegada a los intereses de la actual administración”.
“La participación de los españoles se refleja en la similitud entre la Constitución venezolana de 1999; la de Ecuador, aprobada el año pasado, y la boliviana, ratificada en enero de este año. Las tres ponen énfasis en la “refundación” de esas naciones para corregir las injusticias históricas, para fortalecer el poder del Mandatario y para enfocar el gasto público en las necesidades sociales de las clases tradicionalmente olvidadas por los gobiernos”, afirma The Washington Post.
“En este proceso, el papel desempeñado por los expertos españoles ha generado controversia en figuras opositoras, que consideran a estos asesores agentes de los partidos oficialistas que intentan transformar los deseos de los gobiernos en textos legales”, cita el diario.
Viciano y Chávez
En un artículo de 2007, el diario español ABC describió a Viciano como la “materia gris” del presidente venezolano, Hugo Chávez, y como el “principal ideólogo” de las enmiendas a la Carta Magna de ese país.
Luego que Viciano se quejara, el diario se retractó. Pero un aire de misterio aún rodea el trabajo de este grupo de expertos que opera lejos del escrutinio público, según asambleístas de Ecuador y Bolivia, citados por The Washington Post.
“Cualquier persona que conozca mínimamente al presidente Chávez sabe perfectamente que el ‘cerebro’ de Chávez es Chávez”, dijo meses después el jurista español.
Un informe sobre su trabajo, aparentemente coescrito por Viciano y publicado el año pasado en la prensa ecuatoriana, contaba cómo esbozaron “líneas rojas” políticas para Acosta y relataba las sugerencias que recibieron desde la oficina presidencial.
Los españoles también entregaron análisis en temas constitucionales como matrimonios entre personas de un mismo sexo, según la página web de noticias Ecuadorinmediato.
The Washington Post señala que Kintto Lucas, asesor de la Asamblea ecuatoriana en materias de soberanía y relaciones exteriores, dijo que su comité le pidió a los españoles que no interfieran en su trabajo. “Siempre estuve en desacuerdo con su presencia, porque creía que en realidad ellos no conocían al país”, dice Lucas. “Su rol fundamental fue ayudar al gobierno a poner ideas en la Constitución”.
Rubén Martínez Dalmau, miembro del equipo de juristas españoles que participó en los tres procesos constitucionales, aseguró a The Washington Post que ellos sólo jugaron un rol técnico, ayudando a los miembros de la Asamblea a “entender cuál sería el resultado si es que ponen una coma en un lugar o en otro, o un artículo en un lugar u otro”.
Tenían diferencias
Rubén Martínez Dalmau, uno de los tres juristas españoles que participaron en los procesos de Bolivia, Ecuador y Venezuela, dijo a The Washington Post que a veces tenían diferencias entre ellos o con el gobierno al cual asesoraban.
Por ejemplo, inicialmente Chávez quería una legislatura bicameral, pero los asesores se inclinaban por una unicameral, la opción que finalmente fue adoptada.
“Acosta dijo que los españoles también estuvieron en desacuerdo con la decisión de la Asamblea ecuatoriana de delinear derechos inherentes por naturaleza, lo que según grupos medioambientales era un lenguaje sin precedentes en una Constitución”.
Viciano ha declarado que su trabajo es “dar consejos técnicos sobre los contenidos y la redacción que planteaban los constituyentes de cada asamblea”.
Con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, son “amigos personales” desde los tiempos en que el mandatario era profesor universitario.