A un costo de unos 800 millones de dólares y en un plazo de al menos cuatro años, el Congreso Nacional decretó el inicio de la construcción de las represas Los Llanitos y Jicatuyo, en Santa Bárbara, que producirán 300 kilovatios de energía, similar a El Cajón.
Además de ese propósito fundamental de generar energía renovable, para sustituir la hecha a base de carburantes, el proyecto contempla la solución para impedir las inundaciones que provoca el río Ulúa en el Valle de Sula.
Las represas se empezarán a construir a partir del próximo mes de octubre, según el diputado Toribio Aguilera, a través de una empresa brasileña y los fondos provendrán justamente de un banco de Brasil, el Banco Centroamericano de Integración Económica, Bcie, y el Estado por medio de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee.
Según el proyecto de ley, la participación del Bcie será en el esquema de ejecución de obras de generación, transformación, transmisión y distribución y la modalidad BOT (diseño, construcción y operación).
Emergencia
Se establece que el sistema energético nacional fue declarado en estado de emergencia mediante decreto PCM-04, y en atención a ello la Enee, mediante decreto PCM-17, fue autorizada a contratar directamente, sin el requerimiento de licitación pública, la ejecución de obras de generación, transformación, transmisión y distribución de energía eléctrica bajo la modalidad de contratación BOT.
Bajo esa misma forma se autorizó también contratar los estudios de viabilidad y la construcción de las centrales hidroeléctricas.
Las empresas brasileñas Furnas Centrais Eléctricas, SA, Sociedad de Economía mixta y la Constructora Norberto Odebrech, SA, junto al Bcie, presentaron una oferta para la ejecución y puesta en marcha de las centrales hidroeléctricas Los Llanitos y Jicatuyo, las que aportarían al sistema de generación del país aproximadamente 300 megavatios de potencia.
Posteriormente en las negociaciones entre la Secretaría de Finanzas, la Enee y la Constructora Norberto Odebrech SA, se han identificado alternativas de financiación para que en el Fideicomiso de inversión, garantía y administración (Figa) se constituyan los recursos necesarios para la ejecución del proyecto.
Distribución de fondos
La estructura del financiamiento será de la siguiente manera: dos préstamos otorgados por el Bcie y Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico e Social (Bndes) de Brasil, a favor del Figa, a constituirse como parte del integrante BOT.
El préstamo del Bcie será de 150 millones de dólares y el de Bndes de 270 millones de dólares.
Dentro del contrato BOT participarían como inversionistas, dentro del Figa, la República de Honduras con fondos provenientes de Petrocaribe, unos 100 millones de dólares; y la empresa constructora Norberto Odebrecht SA, con 30 millones de dólares.
Pero a eso hay que sumarle 150 millones de dólares más para transmisión y los 40 millones para distribución, en total al final costarán las dos represas unos 800 millones de dólares para generar 300 megavatios de energía, según Toribio Aguilera.
Uno de los considerandos del decreto establece que el contrato BOT incluye además la compra de la energía eléctrica por parte de la Enee al fideicomiso, por un período de hasta 25 años de operación comercial de las centrales, a un precio igual al costo marginal de generación de corto plazo vigente en el año 2009, más los incentivos y actualizaciones aprobados para la generación de energía renovable, tal como lo establece la legislación vigente.