La Iglesia Católica vivió una verdadera fiesta ayer cuando cuatro diáconos sampedranos fueron ordenados sacerdotes en la catedral San Pedro Apóstol.
Luis Estévez, Josué Hernández, Jaime Matheu y Glenis Mejía son los nuevos presbíteros que tendrán la tarea de guiar a la feligresía en las comunidades adonde sean asignados. Fue una ceremonia solemne, un día de respuesta a Dios que en su infinita misericordia respondió a las plegarias de los católicos que pedían más sacerdotes.
La misa de ordenación fue presidida por el obispo Ángel Garachana y concelebrada por Rómulo Emiliani con la participación de más de 70 sacerdotes de las diócesis de San Pedro Sula y de otras ciudades. A las diez de la mañana, la catedral estaba abarrotada y centenares de personas portando mensajes de apoyo a los nuevos sacerdotes se apostaron para acompañar a los elegidos en una ceremonia histórica.
Así, con una procesión de entrada que comenzó desde la cripta de la catedral donde los familiares de los diáconos ordenandos llevaban las vestiduras que usarían una vez ordenados, estola y casulla, los actos dieron inicio.
Los diáconos fueron presentados ante el obispo por el sacerdote Jaime Rojas. La homilía de monseñor Garachana fue dedicada a los nuevos presbíteros y a la labor que habrán de realizar como pastores. “Los sacerdotes ordenados no van a llevar una palabra simplemente de propaganda comercial, como si la religión fuera un gran negocio, sino que deben llevar la palabra de vida y de liberación porque se convierten en evangelizadores”, dijo el obispo. No se ordenan para su propio provecho, sino para el servicio y son consagrados para una misión, predicó.
Tras la homilía, monseñor Garachana hizo un interrogatorio a los candidatos sobre el deseo de recibir el ministerio sacerdotal. Los diáconos se comprometieron de rodillas a obedecer a su obispo y a la Santa Iglesia. Como parte de la ceremonia, los elegidos se tumbaron en el suelo en actitud de humildad para recibir la gracia y bendición mientras un sacerdote rezaba las letanías.
La emoción de las familias de ver a sus hijos empezar una nueva misión era evidente y fue aún mayor cuando se realizó la imposición de manos y la oración consecratoria del obispo que es cuando los presbíteros se acercan al obispo y se arrodillan como signo de una fraterna comunión.
Los aplausos no se hicieron esperar. Concluida la plegaria de ordenación, los nuevos sacerdotes recibieron de sus compañeros la estola que usarán colgada sobre sus hombros, la casulla, vestidura que caracteriza al que preside la eucaristía. Fueron revestidos no para estar separados del pueblo, sino para actuar en persona de Cristo según el significado.
Luego continuó la unción de manos y entrega del pan y vino.
Los nuevos sacerdotes
Luis Estévez Nació en la Comunidad de Santa Marta del Merendón de San Pedro Sula el 19 de noviembre de 1979. Son sus padres: Olga Marina Estévez Hernández y José Luis Estévez Lara (Q.D.D.G.).
Jaime Matheu Nació en San Pedro Sula el 28 de abril de 1982, siendo sus padres Mariano Matheu Trejo y María del Tránsito Mejía (Q.D.D.G.). Cursó sus estudios de primaria en la escuela República de Honduras.
Josué Hernández Nació en San Pedro Sula el 25 de julio de 1974, siendo sus padres Yolanda Enriqueta Guzmán (Q.D.D.G.) y José Rubén Hernández (Q.D.D.G.). Cursó sus estudios primarios en la escuela República de Cuba.
Glenis Mejía Nació en San Pedro Sula el 23 de octubre de 1973, son sus padres Enrique Humberto Mejía Enamorado y Romelia Ortiz Tróchez. Cursó sus estudios de primaria en la escuela Fidelina Cerros.