12/11/2024
12:01 AM

'Llegada de narco avionetas a Honduras bajó 80%”: William Brownfield

El zar antidrogas de Estados Unidos habló sobre el combate al narcotráfico en Honduras.

San Pedro Sula, Honduras

Para lograr combatir exitosamente el narcotráfico en Honduras se debe tener “armas” como la cooperación entre el Gobierno hondureño y de Estados Unidos, la extradición y saber aprovechar con inteligencia y efectividad los recursos disponibles aseguró William Brownfield, secretario de Estado de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley.

El zar antidrogas, quien se reunió con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández para abordar los temas de seguridad y lucha contra el narcotráfico, habló sobre el combate contra el tráfico ilícito de drogas en el país y la realidad de este problema en Honduras y la región.

- ¿Qué noticias trae al país?

Diría que traigo buenas noticias en muchos sentidos. Una es que Honduras y Estados Unidos hemos colaborado, estamos colaborando y lo seguiremos haciendo en este esfuerzo tan complicado pero tan importante durante los años que vienen. Dos: Hemos tenido resultados y logros, la verdad es que hemos progresado bastante en muchas áreas en términos de reducción y violencia y homicidios, de reforma de las instituciones, de educación para los jóvenes, de rehabilitación y tratamiento.

- ¿Cómo fue su reunión con el Presidente de Honduras?

Fue una reunión positiva, seria y franca. Tuvimos la oportunidad de conversar con bastante detalle sobre las áreas y las direcciones a seguir en un futuro. El presidente Hernández, por supuesto, tiene todo el derecho del mundo y en el universo de decidir su política, la dirección en que él quiere ir, su visión para el futuro en esta área. La verdad yo creo que tenemos muchas áreas donde vamos a seguir colaborando en el futuro. Mi informe es positivo.

- En su toma de posesión, el presidente hondureño reclamó más ayuda de Estados Unidos para combatir el narcotráfico, ¿le explicó el Presidente en qué falta apoyo?

A Honduras, como a cualquier país en el mundo incluyendo el mío, le gustaría tener más recursos, más fondos, dedicados y disponibles para este trabajo tan importante. Sin duda alguna el Presidente hondureño ha expresado el interés y deseo para más colaboración en algunas áreas específicas y la verdad es que vamos a tratar de producir los recursos necesarios. Al final de todo yo tengo un número limitado de fondos ofrecidos por mi Congreso Nacional.

Yo puedo dividir el paquete de fondos y recursos disponibles en la manera deseada por el Gobierno de Honduras, pero lo que no puedo es hacer crecer o expandir el paquete de recursos. Lo importante es usar los recursos de la manera más efectiva que sea posible.

- Se habla mucho del radar que tenía Estados Unidos en Honduras y que fue retirado por ser rotatorio. ¿Hay posibilidades de tener un radar permanente en Honduras?

Honduras, como cualquier otro país soberano en el mundo, tiene derecho de tener radares o cualquier otro tipo de equipamiento que quiera instalar para su uso en esta área, pero lo importante no solo es eso, lo digo con la voz de la experiencia de casi 40 años en esta profesión y trabajo.

El radar es solamente un elemento de un paquete total en la lucha antidrogas, porque si uno tiene radar, pero no tiene la capacidad de responder a la hora de detectar trazas indicadas por el radar, no ofrece mucho apoyo. Igual, si uno tiene el radar pero no tiene la capacidad de respuesta una vez que aterrizan las avionetas o avión con droga, entonces no se produce un resultado concreto.

Si no hay seguridad en el área de donde las avionetas vienen, si no hay capacidad de controlar el mar tanto como el aire tampoco se puede resolver el problema. Un radar es solo un elemento, una parte de la solución, pero sería un error, considero en mi muy humilde opinión tejana, hablar del radar como la solución. Sería también absurdo hablar de un buque como la solución para el problema del mar, porque es una estrategia integrada, comprensiva y coherente lo que funcionará y eso es lo que buscamos y creo yo que tenemos un buen diálogo con el Gobierno hondureño.

- Si no hay la capacidad de respuesta, ¿cuál es la solución entonces?

La solución es seguir trabajando y colaborando regionalmente e internacionalmente. Hay que entender que esto no se solucionará de la noche a la mañana.

- En Honduras se dice que es necesario el derribo de narcoavionetas, pero también se asegura que Estados Unidos se opone. En caso de ser cierto, ¿por qué se opone el Gobierno de Estados Unidos?

Primero quiero hablar de los puntos en los que tenemos coincidencia absoluta y total con el Gobierno de Honduras.

Un punto de coincidencia es que cada país, Honduras y Estados Unidos, tienen el derecho de tener sus propias leyes, reglamentos, etcétera. No hay confusión ahí, porque somos países soberanos. Honduras tiene sus leyes y Estados Unidos las suyas. Segundo, hay coincidencia total en que nadie quiere ver derribadas aviones o avionetas de inocentes. O sea que nadie quiere errores en este tema.

La cuestión en este momento es cómo podemos coordinar, Honduras con sus leyes y políticas y Estados Unidos con las suyas, de una manera que se produzca el mejor resultado. No voy a negar que eso (derribo de avionetas) ha sido parte de las conversaciones que hemos tenido durante esta visita al presidente hondureño, que hicimos junto al general y comandante del Comando Sur estadounidense, John F. Kelly. La verdad es que tenemos un proceso que eventualmente produce una solución aceptable para todos.

Yo tengo que cumplir con las leyes estadounidenses exactamente como un funcionario hondureño tiene que cumplir con las de su país. Buscamos una solución que ofrezca más escudo, más interdicción para Honduras y que nos permita cumplir con nuestras leyes y al final de todo, lo que esperamos es hacer de Honduras un país con menos droga ilícita y menos delincuencia y violencia producida por esa droga ilícita.

- ¿Cómo está Honduras en el combate al narcotráfico? ¿Es el más débil o es un problema regional?

Veo por lo menos una vez por semana un mapa del área de Centroamérica y del Caribe y ese mapa es producido por las autoridades de Estados Unidos por el sistema integrado de radares y monitoreo por avión y buque. Este mapa indica las trazas, los vuelos que salen de América del Sur en dirección a Norteamérica, pasando por Centroamérica. En los últimos 12 a 18 meses el número de trazas, vuelos, que pasan por Honduras se ha reducido enormemente. Estamos hablando de una reducción de más del 80%. Mi informe en ese sentido es muy positivo.

Hay mucho menos tránsito aéreo de droga ilícita hoy por Honduras que hace dos o tres años. Sin embargo, el problema no ha desaparecido, sin duda alguna la entrada de la droga ilícita por mar ya es un problema mayor y eso hasta cierto punto es el desafío para los Gobiernos de Honduras y Estados Unidos, para atacar en el año 2014.

- ¿Es Honduras el país ideal para que se refugien los narcotraficantes?

No quiero diferencia y decir que el país “a” es mejor que el país “b”. Lo que quiero decir es cómo podemos colaborar de una forma regional para enfrentar, confrontar y combatir este problema. Sin duda alguna, hay algunas organizaciones criminales, como los carteles, que quieren establecer presencia permanente en Centroamérica.

Algunos tienen su casa matriz en el Norte, entre Centroamérica y Estados Unidos y otros hacia el Sur. No importa de donde vengan, lo importante es que uno quiere mantener sus sucursales permanentes en Centroamérica, y dos; es que buscan lugares donde puedan hacerlo. Nuestro interés, de Honduras y Estados Unidos, es tener las organizaciones para identificar, investigar y eventualmente capturar y enjuiciar a esas personas, porque son ellos los que producen la violencia, homicidios y sangre en las calles de Honduras. Queremos colaborar a evitar esto.

- En Estados Unidos como en los demás países que están en la ruta de Sudamérica al Norte, ¿es bueno o malo legalizar la droga?

Hay dos puntos. Es un poco irónico tener este debate en Estados Unidos cuando en los últimos seis años el consumo de cocaína se ha reducido casi 50%, el consumo de metanfetaminas se redujo 50% también. En otras palabras, en el momento en que vemos progreso concreto en Estados Unidos en la amenaza del consumo justo entramos en este debate de legalización. Pero en fin, Estados Unidos es una democracia y la gente puede decidir, y las personas de dos de los 50 Estados estadounidenses, Colorado y Washington, han decidido legalizar el cultivo, la producción, el consumo y la venta de marihuana. Es un experimento.

El segundo punto es que cada país del mundo, que es miembro de las Naciones Unidas, tiene el derecho de tener su propia política si se queda dentro del sistema de las tres convenciones internacionales para el control de drogas. Creo que veremos más experimentación durante los meses y años que vienen. Vimos lo mismo en Uruguay hace unos meses y varios países europeos han experimentado también con la legalización de varios productos por bueno o malo. Yo tengo cierto escepticismo de que sea bueno.

- ¿Cree que la ley de extradición es el mejor elemento para ahuyentar a los narcotraficantes del país?

Con mi experiencia en Colombia, recuerdo que en los años 90 la expresión allá de los carteles era: “mejor una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos”. Eso quiere decir que la extradición tiene un impacto psicológico y físico para los “peces gordos”, los jefes de los jefes, los capos de los capos. Sabemos que no es la solución completa, pero es parte de ella. Es algo que permite a dos gobiernos, en este caso Honduras y Estados Unidos, decidir cuáles son las personas contra las cuales queremos usar el arma de la extradición y cómo llegamos a ese punto. Obviamente tenemos que hacerlo de una manera que cumpla con nuestras leyes y la Constitución de Honduras y Estados Unidos. La extradición permite poder sacar a algunas personas increíblemente violentas y peligrosas de las calles y comunidades de Honduras para llevarlos a pasar unas “vacaciones” de 15, 20, 30 o más años en las cárceles de Estados Unidos. ¿Es malo eso? Porque al menos yo tengo problemas en criticar ese concepto, porque no es masivo, porque no es que se va a extraditar a seis millones de hondureños, estamos hablando de extraditar a los peores de los peores y para mí es un elemento que sí queremos tener en nuestro arsenal para este esfuerzo.