San Pedro Sula, Honduras
Si hay gente que conoce la historia de Honduras y El Salvador son los pobladores de Amapala. Por eso ellos no entienden por qué el diferendo limítrofe por Conejo si esta isla siempre ha sido de Honduras.
Susana Peña, regidora amapalina, dijo que “no entendemos por qué El Salvador está peleando la isla si saben que es territorio hondureño”.
Amapala, conformada por la isla de El Tigre y sus islotes satélites, tiene unos 10,000 pobladores y es una de las zonas más cercanas a El Salvador en el océano Pacífico.
La funcionaria municipal admite que en la isla hay calma, aunque no deja de inquietarles la decisión de El Salvador de armarse con 10 aviones de guerra.
“Esperamos que esos aviones solo sean para el combate al narcotráfico en El Salvador y nada más”, añadió Peña.
Para conocer el ambiente que priva en el sur, un equipo de LA PRENSA se trasladó a la zona costera del Golfo de Fonseca y al peñón de menos de un kilómetro cuadrado, resguardado por un pelotón de soldados de la Fuerza Naval de Honduras que es relevado cada mes.
Los militares están concentrados en tareas de reforestación, vigilancia de la zona y reciben charlas motivacionales.
“Nuestras actividades son normales, pero nos mantenemos en alerta para combatir flagelos como el contrabando y la pesca ilegal.
Entendemos que los medios de comunicación o los pobladores malinterpreten algunas cosas y se preocupen; pero en esta zona todo está en calma, no hay provocaciones para decir que estamos en guerra. Aquí todo es paz”, explicó el teniente de fragata Ever Robert Rivera, jefe de la misión.
Habla jefe de FF AA
“Honduras siempre ha ejercido soberanía sobre isla Conejo”. Así de claro y contundente fue René Osorio, jefe del Estado Mayor Conjunto, al consultársele desde cuándo hay presencia militar en el islote.
Que El Salvador ahora reclame la soberanía de esa isla sorprende también a especilistas en derecho internacional, los que consideran que el tema nunca ha estado en litigio.
“Isla Conejo ha sido, es y seguirá siendo hondureña porque así está establecido, nunca ha estado en disputa”, enfatizó el abogado Graco Pérez.
Pérez reafirmó la versión oficial en torno a que en el fallo de 1992 de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la isla Conejo nunca fue tema de polémica.
“Lo que se discutió en ese momento fue la posesión de las islas Meanguera y Meanguerita que se le otorgaron a El Salvador, así como la isla del Tigre que se le reconoció soberanía a Honduras”, reiteró.
Además, de los puntos de vista contundentes de Osorio y Pérez, pobladores y pescadores hondureños de las islas cercanas a Conejo ratifican que el islote siempre ha sido hondureño.
“Por los medios de comunicación hemos escuchado las expresiones del presidente Mauricio Fúnez y del presidente Porfirio Lobo y no entendemos, la isla Conejo es hondureña”. dijo Juan Esteban Argueta, poblador de Amapala.
Los amapalinos se muestran atentos a lo que ocurre en el Golfo de Fonseca, monitorean a diario los periódicos y le piden a Dios que este asunto se resuelva en paz y que los Presidentes se hermanen, porque los dos países merecen vivir en paz.
Atentos
Los vecinos de las islas Exhibición, San Carlos y Amapala aseguran que están en calma.
Si algo defienden los pobladores es la hermandad que les ha caracterizado a ambos pueblos en los últimos años. Lo que menos desean es que se dé un conflicto.
“Estamos conscientes que la isla Conejo pertenece a Honduras y eso nos da confianza, esperamos que a nivel diplomático las relaciones se mantengan con el hermano país.
No nos conviene romper relaciones, somos países pobres que nos necesitamos unos a otros.
Con El Salvador nos unen muchas cosas, pero preocupa que en los noticieros de ese país a diario están machando el problema”, expresó Saúl Cruz Vásquez, vecino de Amapala.
Los pescadores y comerciantes continúan sus actividades normales y dicen que no sienten miedo.
“No hay miedo, el presidente de El Salvador está equivocado porque la isla Conejo ha pertenecido a Honduras.
Estamos tranquilos porque sabemos bien que eso no es motivo de pleito, lo que pasa es que hay otros intereses y lo quieren disfrazar hablando de la propiedad de la isla”, añadió Cruz.
Se quejan
Los pescadores salvadoreños y hondureños coinciden en que ante los problemas limítrofes que han surgido sienten temor de ser detenidos por las autoridades de ambos países
“Ya nos ha pasado que por esta situación los pescadores somos capturados, ya sea en Honduras o en El Salvador y nos obligan a pagar multas de hasta 500 dólares para poder recuperar las lanchas”, dijo uno de los afectados.
Ante esos temores, los navales hondureños aseguran que patrullan constantemente la zona y que solo detienen las embarcaciones cuando las mismas no cuentan con los permisos correspondientes para pescar o porque han sobrepasado los límites marítimos.
“No pueden ni hondureños ni salvadoreños pasar los límites marítimos de ambos países; a menos de que cuenten con permisos de Marina Mercante o de las autoridades competentes.
Cuando se les detiene es porque están pescando en forma ilegal, pero nunca hay un maltrato hacia ellos.
Si hay capturas, se siguen los procedimientos de ley, se entregan los pescadores a Migración y los instrumentos que usan para faenar a Marina Mercante y ellos son los que aplican la multa”, explicó Mario Roberto Vásquez, comandante de la Base Naval en Amapala.
La carta de navegación del Golfo de Fonseca delimita todo lo que son los espacios marítimos que corresponden a Honduras, Nicaragua y El Salvador.
La bocana tiene 10.3 millas distribuidas en tres millas para cada país.