San Pedro Sula, Honduras
El negocio es redondo y lucrativo. Lo mínimo del pago son ocho mil lempiras por un terrenito y usted puede construir su casita de madera, o de material, en área protegida, arriba de la cota 200 con luz, agua y puede tener los focos encendidos día y noche porque no hay contador que los regule.
Al llegar a la zona conocida como La Primavera arriba de la cota 200, por lo menos es lo que indican los mojones que delimitan la zona, hombres y mujeres con sus machetes limpian predios, otros construyen ya sus casas que suman más de tres mil y que día a día aumentan.
Salen al encuentro los que parecen estar a cargo de la venta de lotes e inmediatamente preguntan ¿están buscando algún terrenito? ellos mismos se contestan ya casi no hay pero rebuscándose se pueden conseguir para tener su casita.
Al observar la cámara fotográfica se quitan del lugar y deciden dejar de hablar. Esa es la forma de operar de los invasores que están acabando con El Merendón y están construyendo arriba de la cota 200 al extremo que los mojones hasta sirven para tender la ropa.
Las autoridades municipales, la División Municipal Ambiental (Dima) y el Ministerio Público no ignoran la realidad que se está viviendo en El Merendón justo en el límite de la cota 200, ya hay dos denuncias interpuestas por la tala de bosque en la zona y por los asentamientos que se han formado en el sector.
Dos de las invasiones ya tienen nombre, una fue bautizada como Brisas de Cortés y otra como Brisas del Este, aunque es fácil constatar que hay más asentamientos de personas y que las construcciones siguen, por lo menos es lo que muestran las cantidades de material de construcción que las personas han trasladado a la montaña. Los pobladores se llaman al silencio cuando se les pregunta cuánto pagaron por los terrenos y manifiestan que es la única forma de tener su casa.
El biólogo Alex Vallejo, del Instituto de Conservación Forestal (ICF), dice que el proceso de demarcación de la cota empezó, pero en ese sector específicamente se realizará el próximo año porque es la ultima etapa.
“Sabemos que hay entre dos y tres asentamientos y que ya es de conocimiento de la Fiscalía porque hay denuncias de sampedranos que se sienten afectados”, enfatizó.
El biólogo dijo que los daños son grandes por la contaminación a la fuente de agua de donde se abastecen los vecinos de la verdadera colonia La primavera y aledañas, la contaminación a las fuentes superficiales, el descombro del área boscosa que está dentro de la reserva, lo que incrementa la vulnerabilidad de la zona porque se arrastra más sedimentación al quitar la cobertura boscosa.
El vocero del Ministerio Público, Elvis Guzmán, explicó que la Fiscalía trabaja en el caso porque hay varias denuncias de los daños a la montaña.
“Se están preparando requerimientos fiscales por el delito de daños y corte ilegal de productos forestales”.
