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CMH pide ser el regulador de escuelas de enfermería

  • 27 agosto 2018 /

Ente gremial asegura que su ley orgánica lo autoriza a certificar auxiliares de enfermería. Aneah y Salud se reunirán esta semana para tratar anarquía de centros de formación.

Tegucigalpa, Honduras

El Colegio Médico de Honduras (CMH) señaló que la Secretaría de Salud le quitó la facultad de certificar las escuelas de enfermería, razón por la cual hay muchos de estos centros que operan ilegalmente. “Vamos a reclamar esa facultad reguladora, la Ley Orgánica del Colegio Médico dice que es el ente que regula y certifica carreras técnicas y enfermeras auxiliares”, dijo la presidenta del CMH, Suyapa Figueroa.

La reacción de Figueroa surge luego de que LA PRENSA denunciara que una media docena de centros de formación de enfermeras auxiliares funcionan sin licencia de operación o licencia sanitaria.

LA PRENSA comprobó esta anomalía al pedir, por medio de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, el listado de escuelas de enfermería que operan legalmente y se constató que hay 91 que funcionan en regla; pero hay otras que se anuncian por redes sociales que no figuran en la lista.

El listado lo proporcionó la Dirección General de Desarrollo de Recurso Humano de la Secretaría de Salud.

Certificados
Ningún título emitido por una escuela de enfermería que no esté certificada es válido, por lo que ningún egresado puede trabajar en una clínica.

Según la presidenta del CMH, Salud le fue quitando paulatinamente la potestad de ser el rector de los centros de formación y dárselas a otras instancias de esa dependencia del Estado. “El Colegio Médico debe ser el regulador para evitar el intrusismo, para delimitar cada una de las competencias de esas actividades que tiene que ver con la prestación de la salud”.

Criticó que la Secretaría de Salud es incapaz de controlar el funcionamiento de las escuelas porque “es incapaz de todo”.

Reunión

El presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (Aneeah), Josué Orellana, dijo que esta semana tiene previsto reunirse con el ministro de Salud, Octavio Sánchez, para abordar la problemática de falta de regulación de las escuelas y aprovecharán para solicitarle que frene la proliferación de los centros ilegales.

“Hay que ponerle un alto a las que no son avaladas y nosotros vamos a trabajar con las autoridades de Salud y ponerle un fin definitivo porque la población está en riesgo”, expresó.

Clave
Los centros de formación de enfermera auxiliares deben cumplir una serie de requisitos del Currículo para la Formación de Auxiliares de Enfermería.

Las escuelas de enfermería son certificadas por la Dirección General de Desarrollo de Recursos Humanos. El plan de estudios es de dos años, uno teórico y otro práctico, de acuerdo con el Currículo para la Formación de Auxiliares de Enfermería de la Secretaría de Salud.

Los centros avalados deben ser supervisados por la Secretaría de Salud, pero los institutos no certificados no cuentan con ninguna evaluación, por lo que se desconoce con qué tipo de conocimiento salen los estudiantes.

El salario minino de un auxiliar de enfermería es del L12,600 mensuales, pero solo las instituciones del Estado lo pagan a cabalidad, criticó Orellana.

Hay clínicas privadas que dan empleo a graduados de escuelas certificadas y no certificadas y les pagan L5,000 mensuales porque “se aprovechan de la necesidad del compañero”, cuestionó.

Los tribunales sampedranos dictaron la medida.

Tras las rejas una directora de una escuela ilegal

Los juzgados de San Pedro Sula dictaron auto de formal procesamiento contra una directora de una escuela de enfermería que no contaba con certificación para operar.

Según las autoridades, Sandra Guadalupe Escalante fue acusada de estafa por alumnas que se matricularon en ese centro y luego que se graduaron no pudieron conseguir trabajo en un hospital porque la misma es ilegal.

Las aspirantes una vez graduadas de la escuela empezaron a buscar trabajo, pero se llevaron la sorpresa de que no podían ser contratadas porque la institución adonde se habían graduado operaba de manera ilícita, al no contar con la autorización de la Secretaría de Educación y del Colegio Profesional de Enfermería de Honduras.