Llovía sobre la ciudad de El Paraíso, una ciudad fronteriza con Nicaragua en el oriente de Honduras, y los niños que estudiaban en el Centro de Educación Básica Francisco Morazán nunca se imaginaron que al salir al patio de su escuela encontrarían peces en los charcos que dejó la tormenta.
El curiosa lluvia de peces sucedió el pasado viernes y desde entonces se ha viralizado en las redes sociales.
Uno de los maestros de la escuela registró el relato de los niños que encontraron los diminutos peces saltando en el patio de la escuela después de una tormenta, un hecho muy inusual en una comunidad que está muy alejada de la costa.
Un fenómeno parecida ocurre en el departamento de Yoro donde todos los años caen peces del cielo.
Según los habitantes de Yoro, la lluvia de peces ha venido ocurriendo en esta zona desde hace más de un siglo y testigos señalan que comienza con un oscurecimiento del cielo causado por nubes densas, seguido por relámpagos y truenos, vientos fuertes, y una lluvia copiosa que dura de 2 a 3 horas (comportamiento típico de las tormentas tropicales). Una vez que la lluvia ha cesado, los pobladores encuentran cientos de peces esparcidos por el suelo, aún vivos.
Los pobladores los recogen y transportan a sus casas para cocinarlos y comerlos posteriormente.
Los peces son de agua dulce, siempre se los encuentra vivos, no carecen de ojos, no son enormes sino pequeños y, según los pobladores, no son del tipo de peces que se encuentra en áreas cercanas.
Una explicación científica indica que todo se debe al desarrollo de trombas marinas cerca de las costas del mar Caribe que arrojan por los aires unas pequeñas sardinas que llegan hasta la parte superior de la atmósfera donde se forman las nubes y permanecen allí hasta que caen con la lluvia.