Santos Isidro Rivera, padre de los narcotraficantes Los Cachiros, murió el pasado 2 de marzo en los Estados Unidos, y fue repatriado este jueves.
El padre de Devis Leonel y Javier Eriberto Rivera Maradiaga estaba en la nación norteamericana como testigo protegido.
El cadáver de Santos Isidro llegó en la tarde de este jueves al aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales, y será sepultado en Tocoa, departamento de Colón.
-Los Cachiros-
De tener una banda dedicada al abigeato, la familia Rivera Maradiaga pasó a convertirse en uno de los carteles más poderosos de Centroamérica, según informes que fueron elaborados por la inteligencia de Honduras.
Sus operaciones en el bajo mundo de la delincuencia arrancaron con el robo y la reventa de ganado.
Sus propiedades se expandieron a finales de los años 90 y principios del 2000. Crecieron como la espuma tras unirse a la figura más importante del hampa del litoral atlántico en los primeros años de la década del 90: Jorge Aníbal Echeverría Ramos, alias “Coque”.
Durante casi 10 años, el cartel, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, obtuvo ganancias que rondaron cerca de los 1,000 millones de dólares.
Tras la caída del Carlos “Negro” Lobo y los hermanos Valle en 2014, el panorama para los “Cachiros” se volvió complicado.
La sombra de la traición se apoderó de ellos y los que eran parte de su red para establecer contactos con diferentes círculos de la sociedad hondureña empezaron a retirarse y a pesar de los mecanismos de seguridad que siempre mantuvieron, el temor a ser asesinados se apoderó de los Rivera.
Al verse solos, la posibilidad de una entrega empezó a cruzar por sus mentes y la misma se concretó después del asesinato del exdiputado Juan Gómez, quien fue muy cercano a la familia y eso para ellos fue un claro mensaje que los próximos en la lista serían ellos. Con su partida, se debilita uno de los carteles más fuertes en la historia de Honduras.
El Departamento del Tesoro tenía en la mira al clan Rivera Maradiaga.
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