Tegucigalpa, Honduras
Tapachula, Chiapas, y Tijuana, Baja California, son las ciudades donde los hondureños son mayoría.
Desde diciembre de 2017, las cifras de connacionales buscando oportunidades en México, pero con miras a cruzar a Estados Unidos han aumentado.
Los reportes de las casas del migrante en Guatemala y México reflejan que desde ese mes hay un aumento de 30% de hondureños. De ellos, muchos buscan asilo en México, pero otros deciden exponerse a los peligros que hay al intentar cruzar territorio mexicano. “Esto es un hecho, las casas de migrantes en Guatemala y México han informado que solo en el mes de diciembre registran un incremento de hondureños en un 30 por ciento. Eso significa que están llegando a México. No se puede decir que ha disminuido la migración, más bien es todo lo contrario. Al día, 300 hondureños están emigrando”, explicó sor Lidia Mara Silva de Souza, coordinadora de la Pastoral de Movilidad Humana en Honduras.
75%
de los migrantes de Guatemala,
Honduras y El Salvador indicó en una encuesta realizada por Amnistía Internacional que los agentes de México jamás les informaron de su derecho a solicitar asilo. La gran mayoría desiste por el largo trámite.
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Souza, además, informó que hay otros puntos hacia donde están emigrando los hondureños.
Se trata de Nicaragua, El Salvador, Belice, Costa Rica, Panamá, Suramérica y hasta Europa, ya que buen número elige irse a Italia, como nuevo destino, y España, donde cada vez crece más la comunidad. La novedad es que en Guatemala muchos connacionales están solicitando asilo en vista de las trabas en México.
Otros exponen sus vidas al viajar hacinados en tráileres.
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Por qué se van
Según los datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), unas 500,000 personas de los países del Triángulo Norte de Centroamérica -Honduras, El Salvador y Guatemala- son las que entran cada año en México.
Organizaciones defensoras de migrantes en Honduras aseguran que desde diciembre más hondureños emigran a México o Estados Unidos por distintos factores, que van desde la inseguridad, crisis política, hasta la falta de empleo.
Pero desde hace dos años, una buena parte de ese flujo de ilegales está solicitando asilo en México, donde se ha visto una gran cantidad de menores de edad y mujeres.
“Sabemos que hay algunos hondureños que solicitan refugio en México, pues fueron víctimas de trata o de algún delito en la ruta migratoria en ese país. Hacen los trámites y obtienen una visa humanitaria. Comparamos los datos con el Departamento de Estado de Estados Unidos y del Instituto Nacional de Migración en México y coinciden con los retornados que recibimos”, explicó Lisa Medrano, directora de Protección al Hondureño Migrante.
412
muertes reportan en 2017. Son 14 más que las 398 de 2016. De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hubo más decesos, pese a la disminución en los arrestos de indocumentados reportados por la Patrulla Fronteriza estadounidense.
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En 2015, México otorgó un total de 1,243 visados humanitarios a personas procedentes del Triángulo Norte víctimas o testigos de delitos.
Una buena parte de ese grupo de indocumentados guarda silencio por la falta de acceso a los procesos de visados humanitarios y asilo o porque no tuvieron apoyo de los organismos gubernamentales en México. La gran mayoría calla porque tiene temor a represalias en caso de presentar una denuncia oficial ante un fiscal y los procedimientos resultan engorrosos.
“Los últimos reportes que manejamos en el centro de protección refieren que los municipios de donde emigran más hondureños son el Distrito Central, San Pedro Sula, La Ceiba, El Progreso y Choloma”, refirió Medrano.
La travesía deja secuelas de dolor a miles de migrantes que sufren maltratos, amenazas, extorsiones y agresiones.
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Otras cifras
Un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) revela que 412 migrantes murieron cruzando la frontera entre los Estados Unidos y México en 2017.
La cifra es mayor a la registrada en 2016, cuando perdieron la vida 398 migrantes.
Hasta enero, la OIM reportó que solo en territorio mexicano, en la parte de la frontera con Texas, han muerto 14 migrantes.
En tanto, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos reveló que en 2017 detuvieron a 341,084 migrantes en la frontera con México, mientras que en 2016 la cifra ascendió a 611,689 detenciones.
La intensa vigilancia que intenta “blindar” la frontera entre Estados Unidos y México ha generado que los migrantes busquen rutas más remotas, lo que los expone a nuevos peligros. “Lo que está ocurriendo es que se han emitido políticas donde los migrantes se enfrentan a la seguridad privada o pública facultada para bajar a los migrantes del medio de transporte en el que vayan, e incluso dispararles. Eso les da temor de viajar en el tren, además de la inseguridad de caminar en el monte. Eso ha puesto de moda que los migrantes viajen en los tráileres o contenedores de carga”, afirmó Souza.
La OIM en su informe refiere que 10 migrantes murieron asfixiados en julio del año pasado cuando viajaban en la parte trasera de un camión que estaba en un estacionamiento de Texas. Un reciente informe de Verisk Maplecfort, organismo europeo que hace análisis de riesgos, indica que la línea dura adoptada por el gobierno de Donald Trump en torno a la inmigración ilegal puede empujar a los migrantes a que ensayen métodos más peligrosos.
Al viajar ocultos en tráileres, las posibilidades de morir por deshidratación, hipertermia y asfixia son enormes.
México no está preparado
A criterio de Marta Sánchez, presidenta del Movimiento Migrante Mesoamericano, México no está preparado para otorgar asilo a las víctimas de amenazas y violencia.
“México tiene un serio problema con el asilo porque no está identificando bien a la gente que lo necesita y está deportando gente a la que matan al regresar”, afirmó.
La falta de protocolos de adecuada gestión de las solicitudes de refugio hace que las autoridades mexicanas rechacen la mayor cantidad de peticiones. En su lugar optan por deportar. En lo que va del año, México ha mandado de regreso a Honduras a 32 compatriotas indocumentados por vía aérea, incluidos 31 menores de edad. Otros 2,638 hondureños, incluidos 401 menores de edad, fueron enviados por vía terrestre.
Información de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) señala que en 2017 se recibieron 14,596 solicitudes de reconocimiento a la condición de refugiado, estatus que permite a las personas trabajar. De esas aceptaron 1,907 y rechazaron 1,650; siguen en trámite 7,719. Las 3,320 restantes las abandonaron o cancelaron los propios solicitantes.
Obligan a migrantes a firmar la deportación voluntaria
Un informe publicado por la organización Amnistía Internacional en enero revela que autoridades migratorias mexicanas obligan de manera habitual a regresar a sus países a miles de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala.
La organización hizo una encuesta que refleja 500 experiencias de personas centroamericanas viajando a través de México. En ella, Amnistía Internacional constató que el Instituto Nacional de Migración (INM) incumple sistemáticamente el principio de no devolución, que violenta el derecho internacional porque prohíbe la devolución de personas a situaciones donde corran riesgo real de sufrir persecución u otras violaciones graves de derechos humanos. “En lugar de darles la protección a la que tienen derecho, México está dándoles la espalda a esta gente en necesidad de manera ilegal”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional. Aseguraron que los que buscan asilo frecuentemente son presionados para firmar papeles de deportación. Amnistía documenta varios casos. |