San Pedro Sula, Honduras.
Después de un mes y medio de haber celebrado las elecciones generales, la percepción sobre la política, el desempeño del actual Gobierno y los problemas sociales siguen siendo diferentes entre los habitantes de la costa norte y los del centro del país.
Esta visión contrastante, lastrada desde hace un par de años, se reflejó en los resultados de las elecciones de noviembre (en el centro se decantaron por el Partido Nacional y en el norte por la Alianza) y en los comportamientos dispares observados en el período poselectoral: los de la capital se mantuvieron cautelosos y los de San Pedro Sula saltaron a las calles con los ánimos exacerbados.
Sin embargo, coinciden en algunos aspectos. La percepción sobre el rumbo del país (determinado por el Gobierno, partidos políticos y otras organizaciones) es casi similar, según el
Estudio de Opinión Pública Honduras #98 de
CID Gallup Latinoamérica
Ese estudio advierte que el 75% de hondureños encuestados en enero (en un escenario de inestabilidad social) percibe que el país transita por la senda equivocada, mientras en septiembre (en un escenario sin convulsiones) de 2017 la porción de personas que tenía esa visión negativa era inferior (58%).
“Después de un período extenso de mejoría en la percepción del rumbo del país que comenzó en enero de 2016, se dispara de nuevo la opinión que Honduras va por un mal rumbo.
Tres de cuatro personas opinan que va por mal camino la nación al iniciar 2018”, explica CID Gallup Latinoamérica en el estudio.
El documento hace la salvedad de que “los
nacionalistas, seguidores del oficialista
Partido Nacional, se demuestran menos negativos, pero aún entre estos es un 58% que opina negativamente”, y resalta que “los sampedranos son los más pesimistas de todos los que participaron como entrevistados”.
CID Gallup evita plantear interpretaciones sobre las causas de la nueva percepción (consecuencia de las emociones y sensaciones marcadas por coyunturas externas), pues su propósito es expresar objetivamente, mediante números, “el sentir del pueblo hondureño en el período de investigación”.
Esa firma realizó la investigación entre el 5 y el 10 de enero de 2018, un mes después de que en San Pedro Sula se desatara una ola de saqueos contra más de 300 negocios (entre pequeños, medianos y grandes) que causaron pérdidas de varios millones de lempiras (hasta ayer aún no habían sido cuantificadas por la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés).
Los nuevos resultados, obtenidos por CID Gallup, surgen en medio de un escenario impregnado por la incertidumbre y la zozobra tras los bloqueos violentos de carreteras ejecutados por seguidores de Salvador Nasralla, excandidato de la Alianza de Oposición, y derrotado por Juan Orlando Hernández.
Como en años anteriores, según CID Gallup Latinoamérica, “los hondureños amanecen en 2018 con los problemas de siempre: el desempleo, el alto costo de la vida, el crimen, la violencia y la corrupción en las instituciones nacionales”.
Mas “a esta colección de desafíos hay que agregar el problema político y su costo al desarrollo nacional”, aclara, y recomienda que “independiente de las opiniones sobre lo que realmente ocurrió el 27 de noviembre del año pasado y en las semanas posteriores, los trabajadores necesitan llegar a sus puestos y producir, los transportistas requieren mover sus unidades de punto a punto.
Los hospitales, los bancos, las fábricas no pueden quedar limitados en su capacidad de servir y producir porque hay diferencias con respecto a resultados de la elección presidencial”.
CID Gallup Latinoamérica recoge, a la vez, la percepción sobre personajes que de manera directa e indirecta han marcado el nuevo destino del país, entre ellos,
David Matamoros Batson, presidente del
Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Por ejemplo, hasta septiembre (dos meses antes de las elecciones), el 61% de hondureños tenía una visión favorable hacia el presidente Hernández y 37% hacia Nasralla, pero esta tendencia tomó otro giro a finales de año.
En enero, tras acusaciones de fraude contra el TSE y revueltas callejeras realizadas por la Alianza, Nasralla remontó en simpatía y le quitó terreno (en el ámbito de la percepción) al presidente Hernández.
En un índice sobre la “opinión de figuras públicas: 2015-2018”, contenido en el informe, Nasralla obtiene 20 puntos y Hernández 14 (con opiniones favorables), mientras Manuel Zelaya, coordinador de la Alianza, es descalificado por los entrevistados (con menos diez puntos) y Matamoros Batson es mal visto por los ciudadanos (con menos 21 puntos).
Para reconstruir los hechos el día de las elecciones (27 de noviembre), al momento de investigar (un mes después), CID Gallup Latinoamérica utilizó la herramienta de simulación del sufragio. Les solicitó a los encuestados que marcaran una réplica de una papeleta y, de este modo, logró resultados apretados similares a los rendidos por el TSE.
En esta consulta, Hernández obtuvo 37% de las marcas, y Nasralla el 35%.
En Tegucigalpa, una ciudad más conservadora, el presidente logró el 51% de los votos y en San Pedro Sula el 23%.
Nasralla obtuvo 30% en la capital y 58% en el norte. En enero, el 49% de los hondureños (envueltos en una campaña detractora contra el presidente) le dijeron a CID Gallup Latinoamérica que desaprueban la gestión de Hernández y el 42% lo aprueba.
Pese a que el presidente perdió simpatía después de las elecciones, el Partido Nacional es la primera fuerza política en el país sobre la Alianza y el Partido Liberal.
“El Partido Nacional sigue siendo el partido político con más seguidores en el país. Más o menos una tercera parte de la población manifiesta que forma parte del grupo desde que se removió del poder a Mel Zelaya en 2009. El Partido Liberal, anteriormente el mayoritario del país, sigue en descenso”, de acuerdo con el estudio.
Hasta ahora los hondureños perciben que Carlos Flores (Partido Liberal) y Rafael Leonardo Callejas (Partido Nacional) han tenido el mejor desempeño cuando ocuparon el cargo de presidente.
La investigación estableció también que los ciudadanos tienen más opiniones negativas que positivas sobre Roberto Micheletti, quien ocupó el cargo durante seis meses en 2009.
Después de un mes y medio de haber celebrado las elecciones generales, la percepción sobre la política, el desempeño del actual Gobierno y los problemas sociales siguen siendo diferentes entre los habitantes de la costa norte y los del centro del país.
Esta visión contrastante, lastrada desde hace un par de años, se reflejó en los resultados de las elecciones de noviembre (en el centro se decantaron por el Partido Nacional y en el norte por la Alianza) y en los comportamientos dispares observados en el período poselectoral: los de la capital se mantuvieron cautelosos y los de San Pedro Sula saltaron a las calles con los ánimos exacerbados.
43%
Noticias de impacto
La mayor (43%) parte de encuestados dijo que han leído más noticias relacionadas con la política y el Gobierno. Leyeron menos sobre violencia.
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Ese estudio advierte que el 75% de hondureños encuestados en enero (en un escenario de inestabilidad social) percibe que el país transita por la senda equivocada, mientras en septiembre (en un escenario sin convulsiones) de 2017 la porción de personas que tenía esa visión negativa era inferior (58%).
“Después de un período extenso de mejoría en la percepción del rumbo del país que comenzó en enero de 2016, se dispara de nuevo la opinión que Honduras va por un mal rumbo.
Tres de cuatro personas opinan que va por mal camino la nación al iniciar 2018”, explica CID Gallup Latinoamérica en el estudio.
27%
Mucho conocimiento
Los hondureños tienen mucho conocimiento sobre la existencia de la Maccih, el 18% sabe “algo” de esa entidad, el 28% conoce “poco” y el 23%, “nada”.
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CID Gallup evita plantear interpretaciones sobre las causas de la nueva percepción (consecuencia de las emociones y sensaciones marcadas por coyunturas externas), pues su propósito es expresar objetivamente, mediante números, “el sentir del pueblo hondureño en el período de investigación”.
Esa firma realizó la investigación entre el 5 y el 10 de enero de 2018, un mes después de que en San Pedro Sula se desatara una ola de saqueos contra más de 300 negocios (entre pequeños, medianos y grandes) que causaron pérdidas de varios millones de lempiras (hasta ayer aún no habían sido cuantificadas por la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés).
Los nuevos resultados, obtenidos por CID Gallup, surgen en medio de un escenario impregnado por la incertidumbre y la zozobra tras los bloqueos violentos de carreteras ejecutados por seguidores de Salvador Nasralla, excandidato de la Alianza de Oposición, y derrotado por Juan Orlando Hernández.
Impacto
El estudio de CID Gallup plantea que las elecciones de noviembre afectaron negativamente la evaluación presidencial de Juan Orlando Hernández.
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Mas “a esta colección de desafíos hay que agregar el problema político y su costo al desarrollo nacional”, aclara, y recomienda que “independiente de las opiniones sobre lo que realmente ocurrió el 27 de noviembre del año pasado y en las semanas posteriores, los trabajadores necesitan llegar a sus puestos y producir, los transportistas requieren mover sus unidades de punto a punto.
Los hospitales, los bancos, las fábricas no pueden quedar limitados en su capacidad de servir y producir porque hay diferencias con respecto a resultados de la elección presidencial”.
Sépalo
Los jóvenes entre 18 y 24 años desaprueban la administración de Hernández, mientras, los hondureños mayores de 50 años están satisfechos con la gestión de Hernández.
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Por ejemplo, hasta septiembre (dos meses antes de las elecciones), el 61% de hondureños tenía una visión favorable hacia el presidente Hernández y 37% hacia Nasralla, pero esta tendencia tomó otro giro a finales de año.
En enero, tras acusaciones de fraude contra el TSE y revueltas callejeras realizadas por la Alianza, Nasralla remontó en simpatía y le quitó terreno (en el ámbito de la percepción) al presidente Hernández.
En un índice sobre la “opinión de figuras públicas: 2015-2018”, contenido en el informe, Nasralla obtiene 20 puntos y Hernández 14 (con opiniones favorables), mientras Manuel Zelaya, coordinador de la Alianza, es descalificado por los entrevistados (con menos diez puntos) y Matamoros Batson es mal visto por los ciudadanos (con menos 21 puntos).
Para reconstruir los hechos el día de las elecciones (27 de noviembre), al momento de investigar (un mes después), CID Gallup Latinoamérica utilizó la herramienta de simulación del sufragio. Les solicitó a los encuestados que marcaran una réplica de una papeleta y, de este modo, logró resultados apretados similares a los rendidos por el TSE.
En esta consulta, Hernández obtuvo 37% de las marcas, y Nasralla el 35%.
En Tegucigalpa, una ciudad más conservadora, el presidente logró el 51% de los votos y en San Pedro Sula el 23%.
Nasralla obtuvo 30% en la capital y 58% en el norte. En enero, el 49% de los hondureños (envueltos en una campaña detractora contra el presidente) le dijeron a CID Gallup Latinoamérica que desaprueban la gestión de Hernández y el 42% lo aprueba.
Pese a que el presidente perdió simpatía después de las elecciones, el Partido Nacional es la primera fuerza política en el país sobre la Alianza y el Partido Liberal.
“El Partido Nacional sigue siendo el partido político con más seguidores en el país. Más o menos una tercera parte de la población manifiesta que forma parte del grupo desde que se removió del poder a Mel Zelaya en 2009. El Partido Liberal, anteriormente el mayoritario del país, sigue en descenso”, de acuerdo con el estudio.
Hasta ahora los hondureños perciben que Carlos Flores (Partido Liberal) y Rafael Leonardo Callejas (Partido Nacional) han tenido el mejor desempeño cuando ocuparon el cargo de presidente.
La investigación estableció también que los ciudadanos tienen más opiniones negativas que positivas sobre Roberto Micheletti, quien ocupó el cargo durante seis meses en 2009.