Tegucigalpa, Honduras.
En una comparecencia, funcionarios del Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández advirtieron que “Honduras no se va a detener” y se va a castigar a “los culpables de los actos de violencia, quemas de automóviles y agresiones al pueblo hondureño”.
La reacción surgió tras las protestas violentas y toma de carreteras de la Alianza de Oposición (Libre-Pinu), promovidas por el ex presidente José Manuel Zelaya Rosales y el candidato Salvador Nasralla.
A la comparecencia asistieron el designado presidencial, Ricardo Alvarez; el secretario del gabinete de Gobierno, Ebal Díaz, y el ministro de la Presidencia, Ricardo Cardona.
“Desde hace dos semanas el pueblo ha estado bajo amenazas constantes dirigidas por Manuel Zelaya y Salvador Nasralla y hoy todos fuimos testigos que quisieron paralizar el país, quisieron que los niños no fueran a la escuela, quisieron que el comerciante no vendiera, quisieron que el taxista no circulara, que el mesero no recibiera su propina. Que el productor no llevara su producto del campo a la ciudad. Muchos de ellos si fueron afectados”, señalaron en un comunicado.
“No lograron su objetivo porque el pueblo hondureño se movilizó y no tuvo miedo. Que quede muy claro, a Honduras no la van a detener”.
El Gobierno precisó que “como observaron hoy, miembros de maras y pandillas participaron en toma de calles y generaron actos de violencia atendiendo órdenes de Manuel Zelaya Rosales y del candidato Salvador Nasralla”.
“De la misma forma, las pandillas fueron utilizadas por la Alianza antes del 26 de noviembre para atentar contra la vida de dirigentes políticos, intimidar a los electores y fueron los mismos que integraron algunas mesas electorales en lugares ya identificados”, señalaron.
El Gobierno también acusó que “estos miembros de maras y pandillas pretendieron hoy, en diferentes momentos, afectar a los hondureños tomándose vías de comunicación con el afán de generar caos y un estado de terror”.
“Estos miembros de maras y pandillas procedieron a cobrar impuesto de guerra para permitir el paso, cobrando 100 lempiras a los vehículos particulares y 500 lempiras a los vehículos del transporte de carga y de pasajeros”.
“Los líderes de la Alianza, antes de las elecciones, llamaron a preparar las AK47 y confesaron que la violencia seguiría hasta que el “país se acabe…”.
“Los miembros de maras y pandillas hoy agredieron a ciudadanos que se dirigían a sus centros de trabajo o a las escuelas con sus hijos, en represalia por negarse a pagar esta nueva forma de extorsión”, señalaron los funcionarios en la comparecencia.
Agregaron que también “tenemos reportes de carros incendiados, prácticas propias de grupos de extorsionadores y crimen organizado”.
La respuesta policial y militar “permitió restaurar la libre circulación minutos más tarde. Las investigaciones para identificar a las maras y pandillas que están participando en estos hechos sigue en curso y en las próximas horas se brindarán resultados, se presentarán las acusaciones que correspondan y todo el peso de la ley caerá sobre los responsables”.
“Estos grupos criminales están siendo financiados con fondos de dudosa procedencia. Investigaciones recientes nos indican que estos pueden venir de Venezuela y de organizaciones como las FARC, que ya han expresado su apoyo a estas actividades violentas, de desorden y anarquía”.
El Gobierno indicó que reconoce el trabajo de todos los agentes del orden, policías y militares y “en especial a todos los que fueron agredidos por estos mareros y pandilleros cuando restablecieron la circulación”.
El presidente Hernández “manda un mensaje muy claro a todos. Honduras no se va a detener… La Honduras en paz que teníamos hasta el 26 de noviembre es producto del esfuerzo de todos los hondureños, en beneficio de cada ciudadano y sus familias”.
“Honduras no volverá al pasado, Honduras vivirá en paz y no en guerra como Salvador y Mel Zelaya quieren. Honduras merece vivir en paz', señalaron los funcionarios en la comparecencia.
En una comparecencia, funcionarios del Gobierno del presidente Juan Orlando Hernández advirtieron que “Honduras no se va a detener” y se va a castigar a “los culpables de los actos de violencia, quemas de automóviles y agresiones al pueblo hondureño”.
La reacción surgió tras las protestas violentas y toma de carreteras de la Alianza de Oposición (Libre-Pinu), promovidas por el ex presidente José Manuel Zelaya Rosales y el candidato Salvador Nasralla.
A la comparecencia asistieron el designado presidencial, Ricardo Alvarez; el secretario del gabinete de Gobierno, Ebal Díaz, y el ministro de la Presidencia, Ricardo Cardona.
“Desde hace dos semanas el pueblo ha estado bajo amenazas constantes dirigidas por Manuel Zelaya y Salvador Nasralla y hoy todos fuimos testigos que quisieron paralizar el país, quisieron que los niños no fueran a la escuela, quisieron que el comerciante no vendiera, quisieron que el taxista no circulara, que el mesero no recibiera su propina. Que el productor no llevara su producto del campo a la ciudad. Muchos de ellos si fueron afectados”, señalaron en un comunicado.
“No lograron su objetivo porque el pueblo hondureño se movilizó y no tuvo miedo. Que quede muy claro, a Honduras no la van a detener”.
El Gobierno precisó que “como observaron hoy, miembros de maras y pandillas participaron en toma de calles y generaron actos de violencia atendiendo órdenes de Manuel Zelaya Rosales y del candidato Salvador Nasralla”.
“De la misma forma, las pandillas fueron utilizadas por la Alianza antes del 26 de noviembre para atentar contra la vida de dirigentes políticos, intimidar a los electores y fueron los mismos que integraron algunas mesas electorales en lugares ya identificados”, señalaron.
El Gobierno también acusó que “estos miembros de maras y pandillas pretendieron hoy, en diferentes momentos, afectar a los hondureños tomándose vías de comunicación con el afán de generar caos y un estado de terror”.
“Estos miembros de maras y pandillas procedieron a cobrar impuesto de guerra para permitir el paso, cobrando 100 lempiras a los vehículos particulares y 500 lempiras a los vehículos del transporte de carga y de pasajeros”.
“Los líderes de la Alianza, antes de las elecciones, llamaron a preparar las AK47 y confesaron que la violencia seguiría hasta que el “país se acabe…”.
“Los miembros de maras y pandillas hoy agredieron a ciudadanos que se dirigían a sus centros de trabajo o a las escuelas con sus hijos, en represalia por negarse a pagar esta nueva forma de extorsión”, señalaron los funcionarios en la comparecencia.
Agregaron que también “tenemos reportes de carros incendiados, prácticas propias de grupos de extorsionadores y crimen organizado”.
La respuesta policial y militar “permitió restaurar la libre circulación minutos más tarde. Las investigaciones para identificar a las maras y pandillas que están participando en estos hechos sigue en curso y en las próximas horas se brindarán resultados, se presentarán las acusaciones que correspondan y todo el peso de la ley caerá sobre los responsables”.
“Estos grupos criminales están siendo financiados con fondos de dudosa procedencia. Investigaciones recientes nos indican que estos pueden venir de Venezuela y de organizaciones como las FARC, que ya han expresado su apoyo a estas actividades violentas, de desorden y anarquía”.
El Gobierno indicó que reconoce el trabajo de todos los agentes del orden, policías y militares y “en especial a todos los que fueron agredidos por estos mareros y pandilleros cuando restablecieron la circulación”.
El presidente Hernández “manda un mensaje muy claro a todos. Honduras no se va a detener… La Honduras en paz que teníamos hasta el 26 de noviembre es producto del esfuerzo de todos los hondureños, en beneficio de cada ciudadano y sus familias”.
“Honduras no volverá al pasado, Honduras vivirá en paz y no en guerra como Salvador y Mel Zelaya quieren. Honduras merece vivir en paz', señalaron los funcionarios en la comparecencia.