La fiesta democrática vivida el domingo con millones de hondureños votando ha sido empañada con las protestas violentas, que han creado más incertidumbre y temor en la población.
Los daños al país provocados por los seguidores de la Alianza de Oposición, cuyo candidato presidencial es Salvador Nasralla, alcanzan varios millones de dólares en pérdidas y un duro golpe a la imagen de Honduras que urge de mayor inversión extranjera, señalaron hoy empresarios y autoridades.
Los simpatizantes de la Alianza, integrada por los partidos Libertad y Refundación (Libre) y Pinu, hicieron un llamado a manifestarse en contra de los resultados emitidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), cuyo conteo da una mayoría estrecha al presidente Juan Orlando Hernández que va por la reelección.
Autoridades policiales no han logrado controlar las violentas protestas que han incluido la quema de neumáticos, bloqueos de carreteras, tomas de puentes, bulevares y saqueo y daños materiales en negocios privados y obras públicas, entre ellas el incendio de una caseta de peaje en el norte del país.
En Tegucigalpa y San Pedro Sula, las calles y los comercios evidencian la intensidad de las protestas que continuaron el viernes con la toma de carreteras y de peajes.
En la capital hondureña los principales daños se reflejaron en el bulevar Centroamérica y Anillo Periférico, en donde los escombros de las manifestaciones que desembocaron en hechos vandálicos impedían el desplazamiento.
Los vidrios del Trans 450 fueron destrozados con barriles que tenían arena. La zona fue la más afectada por los robos de mercadería en tiendas de conveniencia.
En San Pedro Sula, el daño principal se produjo en los peajes, cuyas instalaciones fueron quemadas. En la ciudad algunas tiendas de conveniencia y del centro comercial CityMall resultaron afectadas.