14/11/2024
08:36 PM

Cuatro carteles mexicanos siguen operando en Honduras

Los carteles de Sinaloa, Los Zetas, del Golfo y Jalisco mantienen alianzas con criminales y maras para trasladar cocaína, heroína, metanfetaminas y precursores químicos.

Tegucigalpa, Honduras

Un informe de la Procuraduría General de la República (PGR), en México, señala que “nueve organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico dominan el mercado de las drogas en 51 países. De esos nueve, cuatro operan en Honduras con la ayuda de carteles, maras y pandillas locales para el traslado de la droga”.

Esas organizaciones: el cartel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Los Zetas y El Golfo, se adueñaron de la ruta en el país, establecieron las zonas de recibimiento de la droga para permitir la llegada de avionetas y embarcaciones con mercancía. Además, instalaron su base de operaciones y en casi todo el país libran una disputa entre ellos por dominar la ruta.

“A lo largo de los años, los carteles exploraron nuevos caminos para expandir su imperio, incluido el tráfico de armas y para ello han utilizado semisumergibles, aviones, barcos o vehículos terrestres. Honduras resulta un escenario favorable para operar y dejó de ser la zona de paso para ser una base de operaciones”, reveló un agente de inteligencia en Honduras.

Estos grupos trafican cocaína, metanfetaminas, heroína y precursores químicos para el procesamiento de la pasta de coca.

Foto: La Prensa

Los carteles

El encarcelamiento de Joaquín el Chapo Guzmán no ha bajado la supremacía del cartel de Sinaloa en el mundo de las drogas. Se mantiene como el cartel más grande en México, refiere el informe de la PGR. Esta es la agrupación que mayor presencia tiene en Honduras y donde sigue controlando la zona atlántica y occidente. Incluso domina países africanos.

“El cartel del Golfo aparece con puntos estratégicos en Olancho y el Golfo de Fonseca. Esas son zonas donde mantienen el fuerte de sus operaciones. Mientras los Zetas se han concentrado en la zona norte, teniendo mayor dominio en Yoro. Y el cartel de Jalisco opera en todo el país, pero no se le ha identificado un punto específico donde centralice sus operaciones”, afirmó el agente.

La Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) define que la organización que creció muy rápido y se convirtió en una de las más poderosas no solo por el despliegue interno dentro de México, sino en las plazas que tiene en América Latina, es la del cartel de Sinaloa. Mientras el cartel del Golfo ha mermado sus operaciones y solo mantiene activas sus redes en Honduras, Estados Unidos, Guatemala, Colombia, Ecuador e Italia.

Sofisticados

Los despliegues que hacen las autoridades para cerrar los espacios a los narcotraficantes ha hecho que estos se equipen con tecnología y logística de punta. Su estrategia es recorrer distancias cortas y sigue una ruta muy cercana a la línea de costa. Aunque también revelan los investigadores, hay un tráfico marítimo de cargueros, veleros o incluso submarinos, capaces de llevar todo el cargamento en un viaje y sin necesidad de recargar combustible en el camino.

Las lanchas rápidas cargadas con cantidades pequeñas de droga son las más usadas para varios viajes cortos a alta velocidad. Cruzar desde Colombia hasta Honduras por medio de una lancha rápida supone un trayecto de seis horas, pero las autoridades están al acecho.

“Las unidades especializadas dan seguimiento al operar de estos grupos transnacionales e identifican las alianzas con criminales en el país. No bajamos la guardia, estamos atentos a las operaciones y la finalidad es desarticular esas estructuras”, dijo a LA PRENSA, Julián Pacheco, ministro de Seguridad.

Pero en ese trasiego, la conquista de plazas ha significado para Honduras una disputa entre grupos donde utilizan armas de alto poder con capacidad para enfrentar a un ejército.

Los carteles definen una estrategia de violencia. Su meta es apoderarse de puntos estratégicos de zonas donde pueden operar con mayor ventaja y sin ser detectados.

Incautaciones de drogas en Honduras

Al menos cuatro submarinos fueron detectados cerca de Honduras en 2012, y las incautaciones de solo dos de ellos alcanzaron alrededor de 14,000 kilos de cocaína.

El submarino es rentable para los carteles, le permite cargar varias toneladas de droga y hace que la carga total que se transporta en el semisumergible llegue a alcanzar un valor de 10 millones de dólares en el mercado estadounidense. Pero esos grupos sufren un revés cuando las autoridades en sus despliegues por aire, mar y tierra detectan uno de esos submarinos, lo que conlleva a pérdidas de miles de dólares. Un ejemplo del uso de esos submarinos es Colombia, país en el que desde 1993 ha incautado 63 submarinos de este tipo, que no resultan baratos para los narcotraficantes.

Son difíciles de detectar, toman mayor tiempo de ser ubicados por los guardacostas. En enero pasado decomisaron 713 kilos de coca en el Golfo de Fonseca.