27/11/2024
09:24 AM

'Él se enfrenta a mucho más que 10 años”: Jueza del caso contra Fabio Lobo

El abogado defensor no ha logrado que se cambien los cargos contra el hijo del expresidente Pepe Lobo.

Manhattan, Nueva York.

La jueza de Distrito Lorna Gail Schofield, quien lleva el caso contra Fabio Porfirio Lobo, dejó claro que la condena que enfrenta el hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) es de “mucho más que 10 años” debido a la gravedad de los cargos en su contra.

El equipo periodístico de Diario LA PRENSA, que da cobertura en Manhattan, Nueva York, a los casos contra hondureños en Estados Unidos, tuvo acceso a documentos del caso que están en el Palacio de Justicia Thurgood Marshall, donde se desarrolla el caso, y revelan que un escándalo de 2012 protagonizado en Honduras por agentes de la Administración para el Control de Drogas​ (DEA) de Estados Unidos fue lo último que trató de utilizar como argumento el abogado de Fabio Lobo para lograr que fueran modificados los cargos por los que el hondureño está siendo juzgado.

Según indican los archivos consultados por LA PRENSA, el abogado defensor Manuel Retureta, pidió que “se tuviera en cuenta” que agentes de la DEA en Honduras han estado envueltos en escándalos y que esto podría “afectar o restar” credibilidad a los procedimientos que han dirigido y a los testimonios de sus testigos, como Devis Leonel Rivera Maradiaga, alias el Cachiro, quien testificó contra Fabio Lobo.

Sin embargo, en la transcripción de la audiencia revisada por LA PRENSA consta que sus insistentes intentos fueron en vano, pues la jueza Schofield desestimó toda posibilidad de que hubiera vínculo entre esos hechos con el caso y la sentencia a dictar, y descartó cualquier posibilidad de que quienes estuvieron involucrados en el escándalo de la DEA en 2012 tuvieran después algo que ver con el caso de Fabio Lobo o afectaran la credibilidad de los testimonios brindados contra él, pues el caso contra Lobo inició hasta diciembre de 2013.

El equipo de investigación de Diario LA PRENSA

En cierto momento de la audiencia, incluso Retureta llegó a decir que los cargos contra Lobo se “habían agravado” por el testimonio del “Cachiro” Devis Rivera Maradiaga, quien colabora con la DEA desde 2013, y que en parte por esa declaración , agregó el defensor, Fabio enfrenta “una pena de prisión de 10 años”.

En el registro revisado por LA PRENSA consta que ante tal afirmación del defensor, la jueza Schofield contestó de manera contundente sobre la sentencia que afronta Fabio Lobo: “Bien, primero que nada, él se enfrenta a mucho más que 10 años, las directrices recomendadas son mucho más que eso”, afirmó la jueza en la Corte.

Ante lo que Retureta solo pudo responder que al decir “10 años” se refería a la pena mínima a la que puede ser sentenciado Lobo.

La sentencia.

Para este día está programado que se dicte sentencia en Estados Unidos contra Fabio Porfirio Lobo, para quien la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York ha solicitado que sea condenado a cadena perpetua por su participación en el tráfico de drogas.

La Unidad de Terrorismo y Narcotráfico Internacional de la Fiscalía de Nueva York asegura que Lobo alcanzó el grado de “gerente o administrador” en el tráfico de drogas, que pagó sobornos a funcionarios públicos por actividades vinculadas al narcotráfico, que estuvo directamente involucrado en la importación de drogas y que usó armas para lograr estos fines.

Por su parte, el abogado defensor Manuel Retureta, todavía sigue intentando que se modifiquen esos cargos para que así la condena que reciba Lobo sea menor, ya que ahora está frente a la posibilidad de quedar preso de por vida o ser sentenciado a un mínimo de 10 años de cárcel.

A pesar de que hasta ahora no ha tenido éxito en sus argumentaciones, Retureta ha continuado presentando nuevas alegaciones, por lo que no se descarta que este día pueda volver a hacerlo, lo cual puede causar que nuevamente sea aplazada la fecha de sentencia contra Lobo, quien ya se declaró culpable desde el 16 de mayo del año pasado.

Laberinto de palabras.

El pasado 31 de julio todo estaba listo para dictar sentencia contra Fabio Lobo, pero Retureta tenía otros planes. Poner en duda la fiabilidad de las operaciones de la DEA y las declaraciones de sus testigos fue el argumento del defensor con el objetivo de que la jueza Schofield modificara los cargos contra Lobo.

El día de sentencia, Retureta sorprendió a la jueza al pedir información sobre las operaciones de la DEA en Honduras, específicamente, los nombres de quiénes estuvieron presentes en una entrevista que estos realizaron en 2012 a “un miembro de los Cachiros” del cual no se especifica el nombre y saber quiénes participaron en el escándalo de la Operación Anvil, que fue un operativo llevado a cabo en La Mosquitia, Gracias a Dios, donde según informes, agentes de la DEA, del Equipo de Apoyo al Consejero de Exteriores (FAST) y de la Policía de Honduras hicieron una operación en la cual mataron, según dicen los informes, a cuatro civiles inocentes e hirieron a otros cuatro.

La jueza desconcertada preguntó directamente: “¿Qué tiene eso que ver con este caso?”

El defensor entonces explicó que agentes de la DEA en Honduras han sido señalados por conductas indebidas y que eso podría significar que sus trabajos no fueran del todo confiables, y ya que la DEA dirigió la operación contra Lobo podría existir, según Retureta, la posibilidad de que no todo lo que dijeron sobre él sea verdad.

Por más que Retureta trataba de convencer a la jueza, ella una y otra vez, le repitió que no veía manera en que ese hecho y el caso y sentencia contra Lobo podrían relacionarse.

Senadores.

El fiscal Emil Bove, uno de los que ha dirigido la acusación contra Lobo, incluso dejó claro que ninguno de los agentes que participó en el evento señalado por Retureta de 2012, podría estar vinculado al caso de Fabio Lobo, pues la investigación contra Fabio empezó en 2013, fecha para cuando los agentes salpicados por la polémica ya tenían más de un año de haber sido retirados de toda operación en el extranjero.

El abogado insistió en su petición e incluso mencionó que hay cuatro senadores que han escrito una carta en la cual se muestran preocupados porque no hubo medidas disciplinarias contra ninguno de los agentes envueltos en el escándalo de la Operación Anvil en Honduras y que este tipo de conductas eran ampliadas a la DEA.

Ante la persistencia, la jueza se desesperó y dijo: “¿Dígame qué es lo que quiere?”.

Retureta contestó: “Queremos saber los nombres de los individuos que estuvieron ahí”.

La jueza no ocultó su molestia por la extremadamente larga y enredada argumentación del defensor y dijo: “Entonces dígame eso. ¿Cómo podría eso…? Aquí estamos. Su cliente se declaró culpable. Se supone que se dará sentencia hoy ¿Cómo podría eso afectar la sentencia u otra cosa?”

Finalmente la jueza determinó denegar la petición, repitiendo que de ninguna manera hay la mínima posibilidad de que lo argumentado por Retureta se relacione con el caso de Lobo. La alegación se convirtió en uno más de los intentos fallidos de la defensa para modificar los cargos contra Fabio, quien a pesar de haberse declarado culpable no ha conseguido que la Fiscalía desista de pedir cadena perpetua contra él.

Captura, juicio y condena.

La DEA dirigía una serie de investigaciones en Honduras, las cuales compartían luego con fiscalías de Estados Unidos, dependiendo el Estado que estuviera siendo afectado por la operación de grupos narcotraficantes en Honduras.

Derivado de esas investigaciones comenzaron a llegar al país varias solicitudes de extradición.

Sin embargo, para Fabio Lobo tenían preparado algo diferente. Era 2013 cuando el “Cachiro” Devis Rivera Maradiaga decidió convertirse en “informante” de la DEA. Como parte de sus tareas estaba el grabar las reuniones que tenía, tomar fotografías y entregar estas evidencias a la agencia estadounidense.

Así, las autoridades norteamericanas tendrían pruebas para sustentar los casos contra los hondureños que estaba investigando y además podrían conocer la identidad de otras personas involucradas en el narcotráfico.

Uno de los que “cayó” en esas operaciones encubiertas fue Lobo. En enero de 2015 Devis y su hermano Javier Eriberto Rivera Maradiaga se entregaron a las autoridades de Estados Unidos, acusados de narcotráfico. Pero el caso contra Fabio Lobo estaba completo.

Fue así que incluso desde la cárcel en Estados Unidos, el “Cachiro” siguió poniendo en evidencia a Lobo, al grado que lo convenció de ir a Haití para cerrar un trato de envío de droga. Era la evidencia final que necesitaba la DEA, que Lobo completara una transacción de narcotráfico. Lobo accedió a la petición de Devis: “iría a la luna y volvería por tí”, le dijo Lobo al “Cachiro” y viajó a Haití.

Como ya había suficiente evidencia, Lobo fue capturado en ese viaje. El 21 de mayo de 2015 fue arrestado en Haití por agentes de la DEA, quienes ese mismo día lo trasladaron a Estados Unidos para enfrentar la justicia de ese país.

Desde su llegada fue encarcelado en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York (MCC, Nueva York).

En 2016, LA PRENSA dio a conocer en exclusiva que tras poco más de seis meses de estar preso, Lobo se presentó a audiencia ante la jueza y se quebrantó, pidiendo la palabra para dirigirse directamente a la jueza y admitió: “Sé que he cometido un error y debo pagar por ello”, para luego añadir “estoy dispuesto a negociar lo que sea”.

La jueza Schofield en ese momento le recomendó que hablara con su abogado para que su defensor negociara por él.

Un año después de estar en la cárcel de Nueva York, Fabio Lobo se declaró culpable en el Palacio de Justicia Thurgood Marshall y desde entonces se ha pospuesto varias veces la fecha para que se le emita sentencia.

A la fecha, Lobo ya tiene más de dos años de estar preso en el MCC, Nueva York.