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Yani Rosenthal enfrenta pena máxima de 10 años por lavado de activos

  • 26 julio 2017 /

Fue multado con 2.5 millones de dólares y debe pagar una compensación adicional de 500,000 dólares.

Nueva York, Estados Unidos.

El empresario hondureño Yani Rosenthal Hidalgo aceptó ante el Tribunal Federal de Manhattan que la Empacadora Continental, de la que era vicepresidente, realizó compras de ganado a la familia Rivera Maradiaga, cuyos integrantes son conocidos como los Cachiros.

Rosenthal (de 52 años) se declaró culpable del cargo de lavado de activos y enfrenta ahora una pena máxima de 10 años de cárcel.

De acuerdo con un comunicado de la Fiscalía , deberá pagar 500,000 dólares como compensación al gobierno estadounidense, además de una multa de 2.5 millones de dólares.

Su sentencia está prevista para el 13 de octubre, en relación con un comunicado del fiscal interino de Manhattan, Joon Kim.

Declaración ante el juez

En su declaración ante el juez de distrito John G. Koeltl de la Corte de Manhattan, el empresario admitió que cuando fungió como vicepresidente de Empacadora Continental autorizó que se efectuaran transacciones monetarias con bienes de procedencia ilegítima.

La declaración textual dice:

“Mi familia era propietaria de una empresa en Honduras llamada Empacadora Continental S.A de C.V. que se dedicaba a empacar carne. Como parte de este negocio, la Empacadora operaba ranchos en Honduras donde el ganado se engordaba y operaba una planta de empaque de carne en Honduras donde ese ganado se procesaba y la carne empacada para la venta.

La carne de la empacadora era vendida a varios clientes al por mayor y al detalle en Honduras y otros países.

Yo era el vicepresidente de la empacadora por un periodo de tiempo que continuó hasta aproximadamente octubre de 2015.

Durante un periodo de tiempo que continuó hasta mayo del 2013, como vicepresidente de la empacadora, autoricé que la empacadora efectuara transacciones monetarias con bienes de procedencia ilegítima por un valor superior a US$10,000.00.

Esos bienes se derivaron de actividades de narcotráfico efectuadas por clientes de la empacadora.

En el requerimiento fiscal modificado al cual me estoy declarando culpable, el gobierno alega que el narcotráfico, del cual se derivó el ganado, constituye un crimen bajo el título 21 del Código de los Estados Unidos y yo no disputo esa acusación.

Las circunstancias y hechos específicos de la conducta en la cual participé son los siguientes:

Para su negocio de procesar carne, la empacadora compraba ganado de varios productores de ganado en Honduras.

Entre los muchos productores a los cuales la empacadora compraba ganado estaba una empresa operada y propiedad de una familia hondureña llamada los Rivera.

La empacadora comenzó a comprar ganado a los Rivera a principio de los años 90. Años después, los Rivera se convirtieron en narcotraficantes en Honduras y encabezaron un cartel llamado los Cachiros.

Yo eventualmente me di cuenta del hecho que los Rivera eran narcotraficantes y que los fondos del negocio de narcotráfico de los Rivera eran usados para financiar y apoyar el negocio de producción de ganado de esa familia.

Durante un periodo de tiempo que continuó hasta mayo de 2013, yo autoricé a la empacadora para comprar ganado de los Rivera para la empacadora, sabiendo que la empresa de producción de ganado de los Rivera era financiada y apoyada por fondos provenientes del narcotráfico de esa familia.

También autoricé que una parte de la carne del ganado que la empacadora compró a los Rivera fuera exportada de Honduras a compradores en los Estados Unidos y que esos compradores en los Estados Unidos enviaron pagos por ese ganado de bancos en Estados Unidos a la empacadora en Honduras por medio de transferencias bancarias.

La empacadora suspendió las compras de ganado a los Rivera aproximadamente en mayo de 2013, cuando el gobierno de Estados Unidos públicamente identificó a los Cachiros como un grupo importante de narcotraficantes extranjeros”, señaló Rosenthal en su declaración ante el juez Koeltl.

Antes de esta declaración ante la Corte, el empresario informó, a través de un comunicado público, su decisión de declararse culpable.

El escrito dice que “he determinado, en consulta con mis abogados y familiares, declararme culpable de uno de los cargos contra mí y así llevar a un cierre este período que es, por el dolor y la incertidumbre causada a mi familia y allegados, el más difícil de mi vida”.