Los 773 pandilleros trasladados hoy de la cárcel de Támara hacia La Tolva o El Pozo II, sin duda alguna extrañaran todos los lujos y excentricidades que tenían.
Los pandilleros se entretenían a diario y hasta organizaban campeonatos de Fifa 2015 con las consolas de Play Station.
Cuando el videojuego más popular les aburría, cambiaban por God of War, Uncharted 3 y Grand Theft Auto.
Ellos, habían cometido los más atroces crímenes, pero vivían como magnates y con privilegios casi inimaginables en la Penitenciaría Marco Aurelio Soto de Támara.
Tras los registros en los módulos de la pandilla 18 se encontraron desde suites hasta habitaciones de placer. En una de ellas, un espejo enmarcado en madera formando con una serpiente el número 18, da la bienvenida a la suite que ocupaban los cabecillas.
Arriba luce un cuadro con cabecillas presuntamente muertos, pero que se consideran ejemplares y venerables para la organización.
Debajo de la serpiente, un cuadro rinde homenaje a la muerte de un líder veterano y que era considerado el más alto jerarca de la organización criminal.
'kamasutra'
Pero también tenían espacio para tener relaciones maritales y extramaritales en la 'Kamasutra', nombre con el cual identificaban una habitación acondiciona con espejos múltiples para tener sus soñadas fantasías sexuales.
Esta habitación tiene un interruptor pare regular la intensidad de la iluminación, sonido ambiental, incienso, refrigeradora, ducha y televisor plasma.
Entrar a 'Kamasutra' era un privilegio para los cabecillas y para otros miembros de la organización que se ganaban ese derecho por una buena 'pegada' (acto criminal sin fallas).
En otras celdas, pintadas con colores pastel, se encontraron espejos, peluches, sábanas exóticas y sistemas de aire acondicionado (minisplit de hasta 12,000 BTU).
El traslado de pandilleros a las cárceles de máxima seguridad comenzó en marzo cuando del Centro Penal Sampedrano fueron enviados a El Pozo I, un total de 755 pandilleros.
Desde la penitenciaría Marco Aurelio Soto fueron enviados en abril 384 reclusos, estos también fueron llevados a El Pozo I, ubicado en Ilama, Santa Bárbara.
En celdas con tonos pastel y bien acondicionadas con aire, así recibían a sus cónyuges los pandilleros.
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Amplias camas, gaveteros de madera y televisores plasmas, así vivían los pandilleros en Támara.
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Dietas balanceadas
Otra de las celdas fue convertida en una suite con lujos solo comparados a los de las mansiones.
Techo de tabla yeso, televisores de 52 pulgadas, iluminación Led y gaveteros de madera de color son son parte de la vida de placer que disfrutaban día a día.
Bebidas energizantes, licuadoras especiales para hacer Smothies (licuados granizados), cajas llenas de sobre con te ginseng eran parte de la dieta de los criminales.
Licuados y bebidas energizantes tomaban los reos trasladados a El Pozo II.
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Uno de los espejo con una forma de 18 y una serpiente, además de los cuadros de sus líderes muertos.
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