Tegucigalpa, Honduras.
'Da la impresión que no se dan cuenta del enorme deber que tienen, pues actuan con desidia, sin ganas, sin mayúsculo interés y cuidado al ser responsables de la retención y custodia de toda persona detenida, en prisión
preventiva o cumpliendo condena privativa de libertad'.
Así reaccionó el dirigente de la sociedad civil Omar Rivera, ante el anunció oficial de la fuga de 23 reos miembros de la pandilla 18 de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, ubicada en Támara Francisco Morazán.
Rivera, señaló que 'si no fuese por el interes que directamente ha mostrado el Presidente de la República y el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, con esas iniciativas de construcción de El Pozo y La Tolva, a saber que sería hoy en día de esos privados de libertad de alta peligrosidad que estaban en las carceles ordinarias del país; da la impresión que Juan Orlando, les está haciendo el trabajo, eso no es posible, pues así como van las cosas lo van a poner a cuidar las inmediaciones de las presiones'.
'Se deben deducir responabilidades, no solamente a las autoridades de la Penitenciaría Central de Támara, sino tambien a los integrantes del Instituto Nacional Penitenciario' dijo.
El Coordinador de Advocacy e Incidencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), manifestó que 'Honduras no está para tener funcionarios muelas; pusilanimidad de autoridades penitenciarias es repugnante'.
'Si no pueden garantizar la gobernabilidad de los centro penitenciarios, si se les escapan los privados de libertad, mucho menos para esperar que vayan a cumplir los fines primordiales del Sistema Penitenciario de reeducar y reinsertar socialmente a las personas condenadas a penas y medidas de seguridad privativas de libertad' exteriorizó el tambien miembro de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional.
Omar Rivera, expresó que 'el mandatario debe jalarles las orejas, llamarles la atención, reprenderlos, y si se determina que no dan el ancho, buscar a otros profesionales más capaces de enfrentar el reto de reformar el sistema carcelario'.
'Da la impresión que no se dan cuenta del enorme deber que tienen, pues actuan con desidia, sin ganas, sin mayúsculo interés y cuidado al ser responsables de la retención y custodia de toda persona detenida, en prisión
preventiva o cumpliendo condena privativa de libertad'.
Así reaccionó el dirigente de la sociedad civil Omar Rivera, ante el anunció oficial de la fuga de 23 reos miembros de la pandilla 18 de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, ubicada en Támara Francisco Morazán.
Rivera, señaló que 'si no fuese por el interes que directamente ha mostrado el Presidente de la República y el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, con esas iniciativas de construcción de El Pozo y La Tolva, a saber que sería hoy en día de esos privados de libertad de alta peligrosidad que estaban en las carceles ordinarias del país; da la impresión que Juan Orlando, les está haciendo el trabajo, eso no es posible, pues así como van las cosas lo van a poner a cuidar las inmediaciones de las presiones'.
'Se deben deducir responabilidades, no solamente a las autoridades de la Penitenciaría Central de Támara, sino tambien a los integrantes del Instituto Nacional Penitenciario' dijo.
El Coordinador de Advocacy e Incidencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), manifestó que 'Honduras no está para tener funcionarios muelas; pusilanimidad de autoridades penitenciarias es repugnante'.
'Si no pueden garantizar la gobernabilidad de los centro penitenciarios, si se les escapan los privados de libertad, mucho menos para esperar que vayan a cumplir los fines primordiales del Sistema Penitenciario de reeducar y reinsertar socialmente a las personas condenadas a penas y medidas de seguridad privativas de libertad' exteriorizó el tambien miembro de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional.
Omar Rivera, expresó que 'el mandatario debe jalarles las orejas, llamarles la atención, reprenderlos, y si se determina que no dan el ancho, buscar a otros profesionales más capaces de enfrentar el reto de reformar el sistema carcelario'.