El ordenamiento y transformación del sistema penitenciario continúa en el país con el traslado de más 700 pandilleros hacia 'El Pozo' en el marco de la operación 'Arpía' este miércoles en San Pedro Sula.
Habilitado en septiembre de 2016, 'El Pozo' cuenta con capacidad para albergar a 800 reos de alta peligrosidad y unos 1200 de medio o bajo riesgo.
Los presos trasladados hoy se sumarán a los 164, que hasta enero de 2017 se contabilizaban en el centro penal, alcanzando cerca del 50 por ciento de su capacidad.
De esta cifra, 78 internos se consideran de máxima peligrosidad.
El penal de Ilama fue inaugurado por un grupo de 37 reos que fueron trasladados desde cárceles de Tegucigalpa y San Pedro Sula donde gozaban de varios privilegios como acceso a internet y teléfonos móviles.
Estos individuos fueron aislados totalmente en celdas construidas a base de contenedores de carga con celdas de 2.45 metros de largo por 3.05 de ancho acondicionadas para dos privados de libertad en cada una de ellas.
'Queremos hablar con el director, esto es un infierno' gritaban algunos de los reos al ser trasladados a la cárcel de máxima seguridad en 2016.
Másde 700 reclusos fueron trasladados en varios convoys de la Policía Militar hacia 'El Pozo'.
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Se espera que en abril de este año se inaugure 'La Tolva', también conocida como 'El Pozo II', que cuenta con la capacidad para recluir a 1,332 individuos.
Este penal le costó al Estado unos 23 millones de dólares y es vigilado por medio de 400 cámaras de seguridad dentro de un área de más de 16 manzanas en Morocelí, El Paraíso.
Con estos dos centros penales de máxima seguridad, Honduras lograría 'blindar' a la sociedad de los cabecillas de las maras y pandillas que representan el 20% de la población penitenciaria del país con 17,997 pandilleros recluídos.