San Pedro Sula, Honduras.
Fabio Lobo, quien este 16 de marzo tiene previsto comparecer en una “conferencia de estatus” en una corte de Nueva York, era una pieza importante que permitía conectar las operaciones de carteles sudamericanos con el cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín Archivaldo Guzmán, conocido como el Chapo.
Documentos de la corte federal de Manhattan indican que Lobo recibió droga procedente de Venezuela y Colombia y, con el apoyo de miembros de la Policía, la trasladó a la frontera con Guatemala.
El documento S2 15 Cr. 765 (PAC) de la corte del Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York describe que a inicios de 2014, Lobo acordó con supuestos narcos mexicanos ofrecerle seguridad a un cargamento de cocaína, propiedad del cartel de Sinaloa, el cual tendría como destino Estados Unidos.
Fabio, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa, acordó proporcionar esta asistencia bajo el entendido que recibiría un millón de dólares en vista de que tenía poder dentro de las instituciones policiales.
Los policías
En junio de ese año, Lobo le presentó narcos mexicanos a los policías Ludwig Criss Zelaya Romero, Mario Mejía Guillermo Vargas, Juan Manuel Ávila Meza, Carlos Zavala, José Velásquez, Víctor Oswaldo López Flores y Jorge Alfredo Cruz Chávez para coordinar y definir la ruta por donde transportarían de manera segura el cargamento, según establece el documento.
Estos policías, quienes están presos en Estados Unidos, acordaron que le darían seguridad a la cocaína a cambio de recibir un soborno de 100,000 dólares cada uno más 200,000 dólares adicionales para pagar a los subalternos a lo largo del trayecto.
Pero los negocios dentro del narco se le vinieron abajo a Fabio Lobo un año después. En mayo de 2015, agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA) lo capturaron en Haití y lo trasladaron a Nueva York, Estados Unidos, donde permanece privado de libertad.
La semana anterior, Devis Leonel Rivera, miembro del cartel Los Cachiros, dijo ante un juez que esa organización hizo negocios con Fabio Lobo y otros funcionarios del gobierno de Lobo Sosa para traficar drogas.
Los Cachiros, de acuerdo con autoridades de Estados Unidos, contrabandeaban droga del cartel de Sinaloa del Chapo y del narco colombiano Daniel Barrera, alias Loco.
Coincidencia
Seis meses después de la aprehensión de Lobo, la DEA, igualmente en Haití, capturó el 10 de noviembre de 2015 a Efraín Campos y Francisco Flores, sobrinos de la esposa de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en el justo momento que negociaban el trasiego de 800 kilos de coca que llegarían a Estados Unidos. Antes de ser capturados, los dos venezolanos utilizaron el territorio de Honduras, se confabularon con narcos y autoridades del país para facilitar el tráfico de cocaína.
De acuerdo con el documento S2 15 Cr. 765 (PAC) de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, el 4 de octubre de 2015, los venezolanos se reunieron en San Pedro Sula con narcotraficantes para planificar el envío de “aviones cargados de cocaína con los planes de vuelo de apariencia legítima de Venezuela a Honduras”.
Contacto en Roatán
Dado a que estos dos acusados forman parte del cartel de los Soles, de Venezuela, según autoridades norteamericanas, lograrían enviar sin problemas los aviones desde el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía hasta el aeropuerto Juan Manuel Gálvez, de Roatán.
Un mes después, el 5 de noviembre, Flores se reunió con el supuesto narco hondureño Roberto de Jesús Soto García (alias Soto) para planear el aterrizaje de un avión ese día en Roatán.
El 28 de octubre del año pasado, autoridades policiales hondureñas capturaron en Flower Bay, Roatán, a Soto García (de 45 años), quien tendrá como destino una cárcel de Estados Unidos.
Roatán, la isla mayor del archipiélago, se había convertido en una base importante para el cartel de Sinaloa.
En esta isla estaba radicado Franco Lobardi, brazo financiero y principal enlace en Centroamérica del Chapo Guzmán. Lobardi, conocido como Mago y el Tano, de nacionalidad argentina, cayó en manos de las autoridades policiales en abril de 2016, luego lo extraditaron a Miami, Estados Unidos, y en octubre se declaró culpable de traficar drogas.
Fabio Lobo, quien este 16 de marzo tiene previsto comparecer en una “conferencia de estatus” en una corte de Nueva York, era una pieza importante que permitía conectar las operaciones de carteles sudamericanos con el cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín Archivaldo Guzmán, conocido como el Chapo.
Documentos de la corte federal de Manhattan indican que Lobo recibió droga procedente de Venezuela y Colombia y, con el apoyo de miembros de la Policía, la trasladó a la frontera con Guatemala.
El documento S2 15 Cr. 765 (PAC) de la corte del Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York describe que a inicios de 2014, Lobo acordó con supuestos narcos mexicanos ofrecerle seguridad a un cargamento de cocaína, propiedad del cartel de Sinaloa, el cual tendría como destino Estados Unidos.
Fabio, hijo del expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa, acordó proporcionar esta asistencia bajo el entendido que recibiría un millón de dólares en vista de que tenía poder dentro de las instituciones policiales.
Documentación presentada por la Fiscalía de Nueva York, que consta en el expediente de la Corte Federal, demuestra que los sobrinos de la esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro hicieron negocios con narcos hondureños para traficar cocaína con destino hacia Estados Unidos.
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En junio de ese año, Lobo le presentó narcos mexicanos a los policías Ludwig Criss Zelaya Romero, Mario Mejía Guillermo Vargas, Juan Manuel Ávila Meza, Carlos Zavala, José Velásquez, Víctor Oswaldo López Flores y Jorge Alfredo Cruz Chávez para coordinar y definir la ruta por donde transportarían de manera segura el cargamento, según establece el documento.
Estos policías, quienes están presos en Estados Unidos, acordaron que le darían seguridad a la cocaína a cambio de recibir un soborno de 100,000 dólares cada uno más 200,000 dólares adicionales para pagar a los subalternos a lo largo del trayecto.
El subcomisario Mario Mejía Vargas, el comisario Víctor López FLores, el subcomisionado Carlos Zavala Velásquez, junto con los oficiales Jorge Alfredo Cruz, Juan Manuel Ávila Meza y Ludwin Criss Zelaya Romero colaboraban con Fabio Lobo en el tráfico de drogas.
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La semana anterior, Devis Leonel Rivera, miembro del cartel Los Cachiros, dijo ante un juez que esa organización hizo negocios con Fabio Lobo y otros funcionarios del gobierno de Lobo Sosa para traficar drogas.
Los Cachiros, de acuerdo con autoridades de Estados Unidos, contrabandeaban droga del cartel de Sinaloa del Chapo y del narco colombiano Daniel Barrera, alias Loco.
Coincidencia
Seis meses después de la aprehensión de Lobo, la DEA, igualmente en Haití, capturó el 10 de noviembre de 2015 a Efraín Campos y Francisco Flores, sobrinos de la esposa de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, en el justo momento que negociaban el trasiego de 800 kilos de coca que llegarían a Estados Unidos. Antes de ser capturados, los dos venezolanos utilizaron el territorio de Honduras, se confabularon con narcos y autoridades del país para facilitar el tráfico de cocaína.
De acuerdo con el documento S2 15 Cr. 765 (PAC) de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, el 4 de octubre de 2015, los venezolanos se reunieron en San Pedro Sula con narcotraficantes para planificar el envío de “aviones cargados de cocaína con los planes de vuelo de apariencia legítima de Venezuela a Honduras”.
Efraín Campos y Francisco Flores, sobrinos de la esposa del presidente Nicolás Maduro, se reunieron en 2015 con el hondureño Jesús Soto García, quien vivía en Roatán.
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Dado a que estos dos acusados forman parte del cartel de los Soles, de Venezuela, según autoridades norteamericanas, lograrían enviar sin problemas los aviones desde el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía hasta el aeropuerto Juan Manuel Gálvez, de Roatán.
Un mes después, el 5 de noviembre, Flores se reunió con el supuesto narco hondureño Roberto de Jesús Soto García (alias Soto) para planear el aterrizaje de un avión ese día en Roatán.
El 28 de octubre del año pasado, autoridades policiales hondureñas capturaron en Flower Bay, Roatán, a Soto García (de 45 años), quien tendrá como destino una cárcel de Estados Unidos.
Roatán, la isla mayor del archipiélago, se había convertido en una base importante para el cartel de Sinaloa.
En esta isla estaba radicado Franco Lobardi, brazo financiero y principal enlace en Centroamérica del Chapo Guzmán. Lobardi, conocido como Mago y el Tano, de nacionalidad argentina, cayó en manos de las autoridades policiales en abril de 2016, luego lo extraditaron a Miami, Estados Unidos, y en octubre se declaró culpable de traficar drogas.
En Roatán también estaba radicado Franco Lombardi (der.), enlace del “Chapo” en Centroamérica.
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