Tegucigalpa, Honduras.
La mara Salvatrucha (MS-13) logró penetrar la estructura de la Policía Nacional y tenía a su servicio a 13 “soles”, que en términos policiales representan las insignias de los oficiales que se encuentran en la escala superior, es decir, subcomisionados, comisionados y general director, según un informe de los servicios de inteligencia del Estado.
“Hasta el año 2015, la mara Salvatrucha tenía a su disposición a 13 soles, o sea 13 altos mandos policiales que trabajaban a favor de la pandilla”, reveló a
LA PRENSA una fuente de inteligencia ligada con las investigaciones que permitieron desnudar la sociedad criminal que existía entre esa organización delictiva y miembros de la carrera policial.
El informante precisó que en el tiempo que se afianzó esta alianza criminal se presentó un fenómeno muy particular en el sentido que cuando los “soles” ascendían en la estructura de mando de la Policía Nacional, de igual forma la MS se iba posicionando y ascendiendo también en jerarquía dentro del mundo criminal.
Un informe del Sistema Estratégico de Recolección, Cotejamiento, Análisis y Archivo de Información (Sercaa) de la Policía publicado ayer por este diario detalla que al menos 67 oficiales de diferentes rangos y agentes de la escala básica trabajan para el líder nacional de la MS, David Elías Campbell Licona, actualmente prófugo de la justicia. Entre estos estaban un general director, dos comisionados, cuatro subcomisionados, seis comisarios, cuatro subcomisarios, ocho inspectores, cinco subinspectores, 34 agentes y suboficiales de la escala básica, dos secretarias de la Policía y un fiscal.
Rosario de delitos
El documento confidencial con fecha del 5 de mayo de 2016 y denominado “Estructura criminal de oficiales y policías involucrados con las pandillas MS y 13 que operan en los países de Centroamérica”, establece que esta banda se dedicaba a la extorsión, cobro de “impuesto de guerra” a transportistas y negocios, asesinatos, asalto a bancos, robo de vehículos, secuestros y tráfico de drogas.
En el padrón fotográfico aparecen tres subcomisarias de investigación que también trabajaban como informantes para el jefe de la MS y su hijo Elías Campbell Ríos.
En la base de datos además consta que algunos de estos miembros de la Policía Nacional fueron detenidos y acusados por asesinato, robo agravado, extorsión y cobro del “impuesto de guerra”, mientras otros oficiales fueron capturados en posesión de vehículos que tenían reporte de robo en Guatemala y El Salvador. Asimismo, consta que parte de estos policías están involucrados en los asesinatos de varios operadores de justicias, entre ellos, los fiscales del Ministerio Público Orlan Arturo Chávez y Manuel Eduardo Díaz Mazariegos, y en los casos de Julián Arístides González Irías, Gustavo Alfredo Landaverde y del periodista Ángel Alfredo Villatoro Rivera.
En los archivos se detectó que cinco policías conductores asignados en Choluteca, Olancho y Tegucigalpa tenían cuentas de hasta L15 millones en varios bancos del país y que también eran dueños de propiedades y vehículos nuevos de lujo, producto del cobro de “impuesto de guerra” y el secuestro exprés.
En las investigaciones que se realizaron se encontró que todos estos agentes se enriquecieron ilícitamente, pues sus bienes no están acorde con los sueldos percibidos; sin embargo, en la base de datos del sistema Nanmis de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) estos oficiales y policías aparecían limpios.
Tráfico de licencias y borrones
La investigación también arrojó la existencia de una red de policías que se dedicaba a emitir licencias de conducir a miembros de las maras MS y 18, a menores de edad y otras personas con órdenes de captura pendientes.
Los indagadores documentaron el caso del líder de la MS Alexander Mendoza, alias el Porky, quien al momento de su detención se le confiscó una licencia de conducir con su fotografía, pero con otro nombre y número de identidad.
“Había una estructura que estaba suministrando licencias a criminales”, confirmó un analista de información de la Policía que habló bajo condición de anonimato.
La mara Salvatrucha (MS-13) logró penetrar la estructura de la Policía Nacional y tenía a su servicio a 13 “soles”, que en términos policiales representan las insignias de los oficiales que se encuentran en la escala superior, es decir, subcomisionados, comisionados y general director, según un informe de los servicios de inteligencia del Estado.
67
Policías
Conformaban la red criminal de la MS, según informe.
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El informante precisó que en el tiempo que se afianzó esta alianza criminal se presentó un fenómeno muy particular en el sentido que cuando los “soles” ascendían en la estructura de mando de la Policía Nacional, de igual forma la MS se iba posicionando y ascendiendo también en jerarquía dentro del mundo criminal.
Un informe del Sistema Estratégico de Recolección, Cotejamiento, Análisis y Archivo de Información (Sercaa) de la Policía publicado ayer por este diario detalla que al menos 67 oficiales de diferentes rangos y agentes de la escala básica trabajan para el líder nacional de la MS, David Elías Campbell Licona, actualmente prófugo de la justicia. Entre estos estaban un general director, dos comisionados, cuatro subcomisionados, seis comisarios, cuatro subcomisarios, ocho inspectores, cinco subinspectores, 34 agentes y suboficiales de la escala básica, dos secretarias de la Policía y un fiscal.
El informe saca a luz la colusión entre mareros y policías.
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El documento confidencial con fecha del 5 de mayo de 2016 y denominado “Estructura criminal de oficiales y policías involucrados con las pandillas MS y 13 que operan en los países de Centroamérica”, establece que esta banda se dedicaba a la extorsión, cobro de “impuesto de guerra” a transportistas y negocios, asesinatos, asalto a bancos, robo de vehículos, secuestros y tráfico de drogas.
En el padrón fotográfico aparecen tres subcomisarias de investigación que también trabajaban como informantes para el jefe de la MS y su hijo Elías Campbell Ríos.
En la base de datos además consta que algunos de estos miembros de la Policía Nacional fueron detenidos y acusados por asesinato, robo agravado, extorsión y cobro del “impuesto de guerra”, mientras otros oficiales fueron capturados en posesión de vehículos que tenían reporte de robo en Guatemala y El Salvador. Asimismo, consta que parte de estos policías están involucrados en los asesinatos de varios operadores de justicias, entre ellos, los fiscales del Ministerio Público Orlan Arturo Chávez y Manuel Eduardo Díaz Mazariegos, y en los casos de Julián Arístides González Irías, Gustavo Alfredo Landaverde y del periodista Ángel Alfredo Villatoro Rivera.
Al “Porky”, líder de la MS, le arreglaron licencia.
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20,000
Lempiras
Cobraba una red de agentes y personal auxiliar de la Dirección General de Tránsito para emitir licencias de conducir internacionales a miembros de pandillas que tenían órdenes de captura y antecedentes criminales.
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Tráfico de licencias y borrones
La investigación también arrojó la existencia de una red de policías que se dedicaba a emitir licencias de conducir a miembros de las maras MS y 18, a menores de edad y otras personas con órdenes de captura pendientes.
Los indagadores documentaron el caso del líder de la MS Alexander Mendoza, alias el Porky, quien al momento de su detención se le confiscó una licencia de conducir con su fotografía, pero con otro nombre y número de identidad.
“Había una estructura que estaba suministrando licencias a criminales”, confirmó un analista de información de la Policía que habló bajo condición de anonimato.
Indicó que los policías cobraban valores entre los L10,000 y L14,000 por cada licencia.
Sobre esta misma investigación, en el archivo consta que una secretaria de un exdirector Transito y su hermana autorizaban para que les extendieran licencias de conducir internacionales a los pandilleros de la MS, haciendo cobros de hasta 20,000 lempiras por cada documento.
Por otro lado, se encontró que una inspectora que estaba encargada del archivo criminal de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), le limpiaba los antecedentes a los pandilleros.