14/11/2024
12:04 PM

La Inmaculada domina desde lo alto de su Gruta

'La gruta' es el ícono distintivo de las ciudades de La Esperanza e Intibucá.

La Esperanza, Intibucá

Una gira por las ciudades gemelas de La Esperanza e Intibucá puede comenzar con una visita a la gruta de la Virgen de la Inmaculada Concepción que se encuentra al final de 30 gradas esculpidas a mano en pura piedra de origen volcánico.

Subirlas representa un reto para los amantes de la aventura y el ejercicio al aire libre. La recompensa es poder venerar de cerca a la patrona de los esperanzanos en su santuario enclavado en el cerro, desde donde se aprecian las dos ciudades.

La ermita está dedicada a la Virgen de la Inmaculada Concepción, conocida también como la Virgen de Lourdes, y adentro se puede encontrar la imagen acompañada de Bernardita, testigo de la aparición de 1858 en Francia.

La escalinata maciza continúa bifurcada por detrás de la capilla de la venerada imagen hasta llegar a una colina tupida de vegetación desde la cual se divisan en todo su esplendor las dos urbes como si fueran una sola, divididas por una calle irregular que los visitantes no logran distinguir.

Usted puede andar por las calles de La Esperanza y de repente encontrarse en Intibucá sin darse cuenta. La historia las dejó así divididas, pero latiendo al mismo ritmo como hijas del departamento de Intibucá.

La Esperanza tiene su iglesia en la que también reina la Inmaculada Concepción de María a la que se rinden los honores el 8 de diciembre de cada año, pero a la imagen que tiene su nicho en el cerro, se le puede venerar cualquier día y a cualquier hora.

Foto: La Prensa

La primera referencia que se tiene de La Esperanza es esta blanca ermita edificada en la cueva del pequeño cerro La Crucita.

Según la tradición, La Gruta fue hecha por gente local y reclusos del centro penal bajo las órdenes del comandante de armas J. Inés Pérez, durante el gobierno de Tiburcio Carías Andino.

Se dice que Pérez la construyó para cumplir una promesa que hizo, porque ocultándose en la cueva logró escapar con vida de sus enemigos.

Al pie de la escalinata suelen realizarse diferentes representaciones religiosas y actividades culturales características de la zona, como el Festival de la Papa y el Festival del Vino y el Choro.

El dogma de la Inmaculada Concepción, también conocida como Purísima Concepción, es que María, madre de Jesús, a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que, desde el primer instante de su concepción, estuvo libre de todo pecado.

La Esperanza e Intibucá se han unido con la vecina comunidad de Yamaranguila para promover sus encantos turísticos bajo el lema: “Un paraíso en las alturas”.

Foto: La Prensa

La imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción se venera en la ermita de 'La Gruta'