21/12/2024
06:19 AM

China reduce las compras e inunda a Honduras

Las exportaciones a ese mercado cayeron en más de 100% en menos de cinco años. El decrecimiento de esa economía oriental perjudica a los hondureños más pobres.

San Pedro Sula, Honduras.

China, la potencia asiática que tiene en vilo al comercio mundial, pulverizó en los últimos tres años las modestas exportaciones hondureñas y ha inundado el mercado con productos de bajos precios.

En 2013, Honduras envió a ese mercado oriental mercancías equivalentes a $130,230,000 y en tan solo dos años las ventas cayeron más de 100%.

El deterioro se volvió más notorio el año pasado, cuando las exportaciones descendieron hasta los $20,757,000, según cifras del Sistema de Estadísticas de Comercio de Centroamérica de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca).

Este año, que está por concluir, las ventas experimentaron una caída mucho más estruendosa. El Banco Central de Honduras (BCH) registró hasta octubre apenas $9,200,000.

Aunque China, históricamente no ha sido un cliente importante, con compras de $130 millones (2013), tenía una participación de 3.30% en las exportaciones catrachas.

Estadísticas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indican que en el contexto centroamericano, Honduras perdió 10% en las exportaciones, respecto a las de 2015.

Foto: La Prensa

Los negocios formales y los informales de las grandes y pequeñas ciudades de Honduras comercializan en grandes cantidades artículos fabricados en China.
Una situación similar han enfrentado Panamá (con un descenso de 12%) y Nicaragua (con menos 1%). En contraste, Guatemala, El Salvador y Costa Rica incrementaron las ventas en 4%, 16% y 9%, respectivamente.

El BCH y organismos regionales, como el BID, creen que la caída en las exportaciones, al igual que las de toda América Latina (en -4%), obedece a una desaceleración de la economía del Dragón Rojo.

En medio de todo, Honduras tampoco ha sido un vendedor encantador para los más de 1,357 millones de consumidores, pues, en primera instancia, les ofrece desechos y desperdicios de aluminio, desechos de cobre y en tercer lugar café, como producto original de las tierras catrachas.

“Ahora, Honduras tiene el reto de mejorar la oferta de exportación para llegar a más mercados y debe dejar de importar, cebollas, verduras y papas”, dijo Manuel Bautista, presidente del BCH.

En 2012, los chinos compraron $1,534,000 en café, en 2015 adquirieron mucho menos ($635,000) y en 2016 la exigua suma de $355,000 (hasta octubre).

A partir de 2000, el crecimiento promedio del producto interno bruto (PIB) chino se mantuvo en 9.6%, de acuerdo con cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI); pero esta bonanza sufrió un traspié en 2013: la economía logró un 7.8% y un 6.9% en 2015. Al concluir 2016, habrá cerrado con un 6.6%, de acuerdo con el FMI, y en 2017 con 6.2%.

Foto: La Prensa

En esta Navidad, San Pedro Sula, por ejemplo, han ofertado centenares de toneladas de zapatos de un sinnúmero de estilos; centenares de celulares inteligentes, como los Huawei, de precios inferiores a las marcas famosas, juguetes de marcas norteamericanas, como Fisher-Price, hechos en ese país. Además, motocicletas y artículos para el hogar.
Para Honduras y otros países que habían logrado un pequeño espacio en el mercado chino esa es una predicción desalentadora puesto que implicaría una contracción en el flujo de mercancías hondureñas.

En el informe Perspectivas de la economía mundial. Demanda reprimida: Síntomas y remedios, recién ublicado, el FMI explica que “los efectos de contagio desde China se transmiten principalmente por medio del comercio. Una desaceleración de la demanda interna en China afecta las importaciones de sus socios comerciales y el comercio mundial”.

Por esa razón, la debilidad del Tigre Asiático incide negativamente en centenares de pobres de Honduras que, al abrigo de las alzas de los precios de los metales, lograron en los últimos años convertirse en recogedores de materiales desechables para agenciarse dinero.

George Gatlin, gerente de Invema, la empresa que más materiales desechables ha exportado a ese país, dijo que “el problema de China ha causado un efecto dominó que también afecta a los pobres”.

Cuando la economía china estaba refulgente, Invema exportaba unas 8,000 toneladas de desechos de aluminio, cobre y bronce al año. Actualmente envía 4,000 toneladas.

Gatlin recuerda que su empresa le pagaba a L16 la libra de aluminio a los recolectores. Ahora se las compra a L11. Por el cobre les daba L70, actualmente, L39.

En esta Navidad, San Pedro Sula, por ejemplo, han ofertado centenares de toneladas de zapatos de un sinnúmero de estilos; centenares de celulares inteligentes, como los Huawei, de precios inferiores a las marcas famosas, juguetes de marcas norteamericanas, como Fisher-Price, hechos en ese país. Además, motocicletas y artículos para el hogar.
Importaciones

Mientras las exportaciones perdieron vitalidad y cayeron a niveles mínimos, en cuatro años, las importaciones de mercancías Made in China se multiplicaron y, en consecuencia, se ensanchó el déficit de la balanza comercial.

De $436 millones (2012) pasaron a $1,280 millones (2015). Hasta octubre de este año, las compras a los chinos ascendieron a $954 millones.

Entre los productos orientales más comprados por los hondureños figuran los teléfonos (fijos y celulares), dispositivos para redes inalámbricas, aparatos para emisión, transmisión o recepción de voz, imagen u otros datos y otros artículos del sector tecnológico.

En 2012, los hondureños importaron más de $15 millones en estos artículos y en 2015 más de $86 millones. Hasta junio habían comprado $60 millones, lo cual indica que al cerrar el año estas compras habrán superado los $100 millones.

Foto: La Prensa



Futuro

Pese a que China ha dejado de comprarle mercancías a este país, el futuro no es desalentador para el comercio exterior, al menos, a largo plazo.

Jesús Canahuati, comisionado de la empresa privada en el Plan Honduras 20/20, estima que “Honduras tiene definitivamente en el área agrícola una gran capacidad de expansión para incrementar sus exportaciones a China”

“En el Honduras 20/20 estamos apoyando mucho al café y el cacao. Nosotros podríamos exportarle cacao a China, también carne. Se le puede mandar una serie de productos”, explicó.

Para Canahuati, “hay que entender que China está cambiando enormemente, ya no podrá ser el país manufacturero del mundo porque cien millones de chinos están entrando a una edad adulta y no hay más jóvenes para su relevo. Ellos están reduciendo su población económicamente activa, por eso los salarios han subido enormemente. En diez años ellos se van a enfocar más en tecnología, en aviones, en automóviles, en inteligencia artificial.

“Así, China se está volviendo un gran mercado. Sin embargo, nuestra prioridad es el mercado de Estados Unidos y queremos cubrir parte del espacio que pueda dejar China en Estados Unidos porque reducirá su producción manufacturera”, explicó.