Tegucigalpa, Honduras.
Al menos 170 suboficiales y agentes de la escala básica fueron cancelados ayer de la Policía Nacional como parte del proceso de depuración y reestructuración de ese órgano de seguridad del Estado, con lo cual ya suman 1,133 uniformados depurados desde que inició este proceso en abril pasado.
En un comunicado, la Comisión Especial de Depuración y Transformación informó que la determinación se tomó luego de analizar la hoja de vida, expedientes disciplinarios, evaluaciones de desempeño y resultados de las pruebas de confianza.
También se tomó en cuenta la información proporcionada por las diferentes dependencias de la Dirección General de la Policía.
Con base en esa información, los depuradores determinaron que los policías separados no cumplen con las condiciones para poder seguir integrando la nueva estructura organizacional.
Se trata de 170 miembros de la carrera policial que ostentaban los rangos de suboficial I, II y III, clases I,II y III y agentes de la escala básica y auxiliar.
Del total de evaluados desde que inició el proceso de depuración en abril pasado se han cancelado por reestructuración 1,105 uniformados de todas las escalas, 118 fueron despedidos con justa causa, 14 fueron suspendidos y 77 se les autorizó el retiro voluntario.
De los evaluados, 27 todavía continúan en proceso de evaluación y 736 fueron ratificados para continuar en la función policial, bajo el entendido que serán sometidos a un nuevo proceso de recertificación.
Sangre nueva
Omar Rivera, miembro de la Comisión Especial de Depuración, declaró que “no solamente estamos sacando las manzanas podridas, sino construyendo una nueva y mejor institución, incorporando la sangre nueva que se necesita para resolver los viejos problemas de la Policía Nacional”.
Agregó que dentro de cinco años, los hondureños contarán con una fuerza policial conformada por más de 26,000 hombres y mujeres capacitados para prevenir la violencia, investigar el delito, combatir el crimen y articular una acción efectiva, con otros órganos operadores de justicia, para revertir la generalizada impunidad que impera en el país.
La meta es graduar anualmente en el nuevo Instituto Tecnológico Policial (ITP) un promedio de 3,500 nuevos agentes de escala básica, quienes obtendrán el título de Técnico Superior No Universitario en Ciencias Policiales con orientación en Seguridad Comunitaria.
“Se hace un esfuerzo importante para que los alumnos del ITP, es decir, los potenciales nuevos agentes, sean jóvenes idóneos para formar parte de la Policía Nacional; se le aplica las pruebas de confianza a la totalidad de los aspirantes a ingresar al ITP, y esto permite que se pueda cuantificar la confiabilidad del posible servidor público en el cargo al que opta”, expresó.
Señaló que solamente el 30% de los que aspiran pueden superar positivamente las pruebas toxicológicas, psicológicas, poligráficas, estudios socioeconómicos y patrimoniales, lo que garantiza un recurso humano de calidad.
Al menos 170 suboficiales y agentes de la escala básica fueron cancelados ayer de la Policía Nacional como parte del proceso de depuración y reestructuración de ese órgano de seguridad del Estado, con lo cual ya suman 1,133 uniformados depurados desde que inició este proceso en abril pasado.
En un comunicado, la Comisión Especial de Depuración y Transformación informó que la determinación se tomó luego de analizar la hoja de vida, expedientes disciplinarios, evaluaciones de desempeño y resultados de las pruebas de confianza.
También se tomó en cuenta la información proporcionada por las diferentes dependencias de la Dirección General de la Policía.
Con base en esa información, los depuradores determinaron que los policías separados no cumplen con las condiciones para poder seguir integrando la nueva estructura organizacional.
Se trata de 170 miembros de la carrera policial que ostentaban los rangos de suboficial I, II y III, clases I,II y III y agentes de la escala básica y auxiliar.
Del total de evaluados desde que inició el proceso de depuración en abril pasado se han cancelado por reestructuración 1,105 uniformados de todas las escalas, 118 fueron despedidos con justa causa, 14 fueron suspendidos y 77 se les autorizó el retiro voluntario.
De los evaluados, 27 todavía continúan en proceso de evaluación y 736 fueron ratificados para continuar en la función policial, bajo el entendido que serán sometidos a un nuevo proceso de recertificación.
Sangre nueva
Omar Rivera, miembro de la Comisión Especial de Depuración, declaró que “no solamente estamos sacando las manzanas podridas, sino construyendo una nueva y mejor institución, incorporando la sangre nueva que se necesita para resolver los viejos problemas de la Policía Nacional”.
Agregó que dentro de cinco años, los hondureños contarán con una fuerza policial conformada por más de 26,000 hombres y mujeres capacitados para prevenir la violencia, investigar el delito, combatir el crimen y articular una acción efectiva, con otros órganos operadores de justicia, para revertir la generalizada impunidad que impera en el país.
La meta es graduar anualmente en el nuevo Instituto Tecnológico Policial (ITP) un promedio de 3,500 nuevos agentes de escala básica, quienes obtendrán el título de Técnico Superior No Universitario en Ciencias Policiales con orientación en Seguridad Comunitaria.
“Se hace un esfuerzo importante para que los alumnos del ITP, es decir, los potenciales nuevos agentes, sean jóvenes idóneos para formar parte de la Policía Nacional; se le aplica las pruebas de confianza a la totalidad de los aspirantes a ingresar al ITP, y esto permite que se pueda cuantificar la confiabilidad del posible servidor público en el cargo al que opta”, expresó.
Señaló que solamente el 30% de los que aspiran pueden superar positivamente las pruebas toxicológicas, psicológicas, poligráficas, estudios socioeconómicos y patrimoniales, lo que garantiza un recurso humano de calidad.
