Tegucigalpa, Honduras.
Una poderosa mafia de personajes influyentes asociados para delinquir y para facilitar el tráfico internacional de drogas por Honduras es la que está siendo desbaratada con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos.
Informes de inteligencia establecen las conexiones que existen entre militares activos, policías, jueces, fiscales, alcaldes y empresarios con miembros del cartel del Atlántico, cuyo presunto cabecilla, Wilter Neptaly Blanco Ruiz, es mencionado por la Embajada de Estados Unidos como sujeto de investigación por narcotráfico o corrupción.
Los nombres de los personajes a quienes se sigue la pista desde hace varios meses se mantienen en reserva, con el fin de no entorpecer una operación militar binacional en curso actualmente.
La fuente señaló la existencia de un archivo con expedientes de al menos 35 personas señaladas de pertenecer a una poderosa mafia y que, según los informes de inteligencia, fueron bautizados desde hace unos diez meses como “Los Piratas del Caribe”, por su capacidad de interactuar para evadir los cercos aéreos y marítimos.
Entre “Los Piratas del Caribe” se tiene identificados, aseguró la fuente, a ocho alcaldes (cuatro del litoral atlántico y cuatro de los departamentos de Copán y Santa Bárbara).
Además, los expedientes incluyen a cuatro militares activos y nueve diputados.
Asimismo, la integran tres lancheros del área de Coco Pando (en el sector de Trujillo), dos jueces actualmente en funciones, tres miembros de la banda de Los Chirinos y tres empresarios, entre ellos “un pariente de un prominente político”.
Los Chirinos son miembros de una familia que opera con lancheros en Coco Pando, según las autoridades.
Los policías cantan
El informe también contiene los expedientes de los cinco policías que fueron identificados como narcotraficantes por el Gobierno de Estados Unidos y que ya han sido extraditados.
Estos policías son Mario Mejía Vargas, Carlos José Zavala, Juan Manuel Ávila, Víctor Oswaldo López Flores y Jorge Alfredo Cruz. También fue mencionado Ludwing Criss Zelaya Romero.
La fuente estableció que estos policías han comenzado a revelar nombres de los integrantes de la mafia, siendo varios de ellos objeto de seguimiento desde hace varios meses.
Según la fuente, los policías han revelado las conexiones que existían entre diferentes operadores de justicia y autoridades locales para facilitar el tráfico de estupefacientes hacia Guatemala, siendo ahí recibido por miembros del cartel de Sinaloa.
La maraña de conexiones fue descifrada por agentes antidrogas de ambos países que disponen de recursos tecnológicos importantes.
En una declaración pública divulgada el pasado viernes, la Embajada estadounidense en Tegucigalpa reconoció que las siete personas mencionadas por vínculos con corrupción o narcotráfico son el producto de una investigación en curso.
“La Embajada ha hablado personalmente de estas investigaciones con algunas de las personas mencionadas con anterioridad, quienes han proporcionado información importante para una investigación en proceso”, dice la declaración del viernes.
En esta declaración se establece que Estados Unidos investiga a Wilter Neptaly Blanco Ruiz (señalado por la Policía como presunto jefe del cartel del Atlántico), Evin Xaviel Reyes Peña, Óscar Aragón Evereth, Fredy Donaldo Mármol Vallejo, Faustino Murillo Chirinos, el teniente Carlos Alberto Maradiaga Izaguirre y Johanna Martínez Dican, alias Casildo Suazo.
Ayer lunes, la Embajada estadounidense emitió una nueva declaración en la que revela que otro capitán activo de las Fuerzas Armadas, de nombre Santos Rodríguez Orellana, está bajo investigación debido a “sus presuntos vínculos en actividades de narcotráfico y corrupción”.
Según el informe de inteligencia, uno de los dos oficiales mencionados está bajo investigación por presuntas actividades sospechosas en el manejo y administración relacionada con el radar antidrogas.
Uno de estos oficiales fungió como operador de radares, teniendo la capacidad de cortar la señal para facilitar el aterrizaje de narcoavionetas o dar aviso tardío para evitar una intercepción.
Endureciendo el blanco
Estados Unidos endureció las medidas luego del atentado criminal perpetrado días atrás contra varios miembros de agencias estadounidenses que, como parte de los tratados de cooperación en materia de seguridad, hacían sus operaciones en San Pedro Sula. Los agentes, cuyos nombres no han sido precisados, se conducían en una camioneta Toyota Prado, color blanco, blindada, que resultó con decenas de perforaciones de armas de grueso calibre en los vidrios y la carrocería.
Tal y como lo reveló LA PRENSA ayer, Estados Unidos estaba al tanto de las amenazas creíbles contra agentes narcóticos que seguían la pista a los miembros del cartel del Atlántico.
En la última alerta de viaje emitida en agosto pasado, Estados Unidos advirtió que en Gracias a Dios (reducto del cartel del Atlántico) “hay una amenaza creíble contra ciudadanos estadounidenses por parte de grupos de narcotraficantes”.
En esa alerta se estableció que en Gracias a Dios la presencia de policías y militares es escasa, los servicios gubernamentales limitados, la infraestructura es débil y el narcotráfico frecuente, por lo que recomendó posponer viajes a la zona o “permanecer alerta” en caso de residir allí.
Según la fuente de inteligencia, que habló en todo momento a condición de anonimato, actualmente el cartel del Atlántico mantiene “alianzas importantes” con el cartel AA, que opera en los departamentos de Copán, Ocotepeque y en toda la zona que era dominada por el cartel de los Valle Valle.
Una poderosa mafia de personajes influyentes asociados para delinquir y para facilitar el tráfico internacional de drogas por Honduras es la que está siendo desbaratada con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos.
Informes de inteligencia establecen las conexiones que existen entre militares activos, policías, jueces, fiscales, alcaldes y empresarios con miembros del cartel del Atlántico, cuyo presunto cabecilla, Wilter Neptaly Blanco Ruiz, es mencionado por la Embajada de Estados Unidos como sujeto de investigación por narcotráfico o corrupción.
Los nombres de los personajes a quienes se sigue la pista desde hace varios meses se mantienen en reserva, con el fin de no entorpecer una operación militar binacional en curso actualmente.
La fuente señaló la existencia de un archivo con expedientes de al menos 35 personas señaladas de pertenecer a una poderosa mafia y que, según los informes de inteligencia, fueron bautizados desde hace unos diez meses como “Los Piratas del Caribe”, por su capacidad de interactuar para evadir los cercos aéreos y marítimos.
Entre “Los Piratas del Caribe” se tiene identificados, aseguró la fuente, a ocho alcaldes (cuatro del litoral atlántico y cuatro de los departamentos de Copán y Santa Bárbara).
El atentado a esta camioneta fue el detonante.
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Asimismo, la integran tres lancheros del área de Coco Pando (en el sector de Trujillo), dos jueces actualmente en funciones, tres miembros de la banda de Los Chirinos y tres empresarios, entre ellos “un pariente de un prominente político”.
Los Chirinos son miembros de una familia que opera con lancheros en Coco Pando, según las autoridades.
Los policías cantan
El informe también contiene los expedientes de los cinco policías que fueron identificados como narcotraficantes por el Gobierno de Estados Unidos y que ya han sido extraditados.
Estos policías son Mario Mejía Vargas, Carlos José Zavala, Juan Manuel Ávila, Víctor Oswaldo López Flores y Jorge Alfredo Cruz. También fue mencionado Ludwing Criss Zelaya Romero.
Advertencia
“Los Estados Unidos no será refugio para aquellos que recurren a actividades criminales”, citó en su comunicado.
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Según la fuente, los policías han revelado las conexiones que existían entre diferentes operadores de justicia y autoridades locales para facilitar el tráfico de estupefacientes hacia Guatemala, siendo ahí recibido por miembros del cartel de Sinaloa.
La maraña de conexiones fue descifrada por agentes antidrogas de ambos países que disponen de recursos tecnológicos importantes.
En una declaración pública divulgada el pasado viernes, la Embajada estadounidense en Tegucigalpa reconoció que las siete personas mencionadas por vínculos con corrupción o narcotráfico son el producto de una investigación en curso.
Dato
Dos meses después del aviso de alerta para no viajar a Gracias a Dios, Estados Unidos anuncia la investigación de ocho hondureños
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En esta declaración se establece que Estados Unidos investiga a Wilter Neptaly Blanco Ruiz (señalado por la Policía como presunto jefe del cartel del Atlántico), Evin Xaviel Reyes Peña, Óscar Aragón Evereth, Fredy Donaldo Mármol Vallejo, Faustino Murillo Chirinos, el teniente Carlos Alberto Maradiaga Izaguirre y Johanna Martínez Dican, alias Casildo Suazo.
Ayer lunes, la Embajada estadounidense emitió una nueva declaración en la que revela que otro capitán activo de las Fuerzas Armadas, de nombre Santos Rodríguez Orellana, está bajo investigación debido a “sus presuntos vínculos en actividades de narcotráfico y corrupción”.
Según el informe de inteligencia, uno de los dos oficiales mencionados está bajo investigación por presuntas actividades sospechosas en el manejo y administración relacionada con el radar antidrogas.
Uno de estos oficiales fungió como operador de radares, teniendo la capacidad de cortar la señal para facilitar el aterrizaje de narcoavionetas o dar aviso tardío para evitar una intercepción.
Endureciendo el blanco
Estados Unidos endureció las medidas luego del atentado criminal perpetrado días atrás contra varios miembros de agencias estadounidenses que, como parte de los tratados de cooperación en materia de seguridad, hacían sus operaciones en San Pedro Sula. Los agentes, cuyos nombres no han sido precisados, se conducían en una camioneta Toyota Prado, color blanco, blindada, que resultó con decenas de perforaciones de armas de grueso calibre en los vidrios y la carrocería.
Tal y como lo reveló LA PRENSA ayer, Estados Unidos estaba al tanto de las amenazas creíbles contra agentes narcóticos que seguían la pista a los miembros del cartel del Atlántico.
En la última alerta de viaje emitida en agosto pasado, Estados Unidos advirtió que en Gracias a Dios (reducto del cartel del Atlántico) “hay una amenaza creíble contra ciudadanos estadounidenses por parte de grupos de narcotraficantes”.
En esa alerta se estableció que en Gracias a Dios la presencia de policías y militares es escasa, los servicios gubernamentales limitados, la infraestructura es débil y el narcotráfico frecuente, por lo que recomendó posponer viajes a la zona o “permanecer alerta” en caso de residir allí.
Según la fuente de inteligencia, que habló en todo momento a condición de anonimato, actualmente el cartel del Atlántico mantiene “alianzas importantes” con el cartel AA, que opera en los departamentos de Copán, Ocotepeque y en toda la zona que era dominada por el cartel de los Valle Valle.