¿Es usted una persona de mediana edad que tiende a sentirse un poco mareada cuando se pone en pie?
Si es así, una nueva investigación sugiere que quizá deba preocuparse más que la mayoría por si desarrolla una demencia en un momento posterior de su vida.
El estudio se centró en una afección llamada hipotensión ortostática, en la que la presión arterial se reduce de forma abrupta cuando una persona se levanta rápidamente. Eso puede desencadenar síntomas repentinos como una sensación de vértigo, mareo y visión borrosa.
La afección es común en las personas mayores, y afecta a más o menos el 30% de los que tienen a partir de 70 años de edad, según un estudio reciente. Es mucho menos prevalente en los adultos más jóvenes, pero cuando se produce es una causa de preocupación.
Los investigadores encontraron que las personas de mediana edad con la afección de la presión arterial tenían un 54% más de probabilidades de desarrollar demencia en los próximos 25 años, frente a los que no tenían la afección.
Las razones por la que esto es así no están del todo claras, según la investigadora principal, la doctora Rebecca Gottesman, profesora de neurología en la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.
Pero, según Gottesman, la investigación ha mostrado que las afecciones de salud que afectan a los vasos sanguíneos, incluyendo la hipertensión y la diabetes, también están asociadas a un riesgo más alto de demencia. Se cree que la alteración del flujo sanguíneo al cerebro podría ser la razón.
Así que, en teoría, explicó Gottesman, los episodios repetidos de hipotensión ortostática podrían contribuir al riesgo de demencia al reducir temporalmente el suministro de sangre en el cerebro.
Por otra parte, dijo, en las personas relativamente más jóvenes, la afección podría ser una señal de una salud peor en general y de un mayor uso de medicamentos.
'Muchos medicamentos (para la hipertensión y otras afecciones) pueden provocar estas caídas en la presión arterial', dijo Gottesman.
Su equipo intentó tener en cuenta a esas otras afecciones médicas. Pero, dijo, no es posible tener todo en cuenta.
El estudio contó con más de 11,700 adultos estadounidenses a los que se dio seguimiento desde finales de los años 80, cuando tenían entre 40 y 59 años, hasta 2013. Al comienzo les hicieron pruebas de hipotensión ortostática: les midieron la presión arterial mientras estaban tumbados y luego de nuevo después de ponerse en pie.
Se encontró que solo un poco menos del 5 por ciento tenían hipotensión ortostática. Sufrieron una reducción de 20 puntos en la presión sistólica al levantarse, o una reducción de 10 puntos en la presión diastólica. La presión sistólica es la que hay en los vasos sanguíneos cuando el corazón late, y la diastólica es la presión cuando el corazón descansa.
A lo largo de los próximos 25 años, según el estudio, el 12.5 por ciento de las personas con la afección desarrollaron demencia, frente al 9 por ciento de las personas sin la afección.
Las personas con hipotensión ortostática eran relativamente mayores y tenían unas tasas más altas de hipertensión y diabetes. Pero incluso después de que los investigadores tuvieran eso en cuenta, seguía estando asociada a un riesgo más alto de desarrollar demencia.
El Dr. Anil Nair es director del Centro de la Enfermedad de Alzheimer de Quincy, Massachusetts.
Dijo que los hallazgos se suman a las evidencias de que la salud cardiovascular importa en el riesgo de demencia.
Nair apuntó a que dos tercios de los participantes del estudio con la afección también tenían hipertensión, y la mayoría de esas personas tomaban medicamentos para la misma.
Dado que esa medicación puede provocar la hipotensión ortostática, sugirió que las personas con síntomas potenciales hablen con su médico sobre su régimen de tratamiento.
'Lo ideal es que controle la hipertensión, sin tratarla en exceso', dijo Nair.
Gottesman se mostró de acuerdo, y sugirió que los pacientes con síntomas deberían hablar con sus médicos sobre todos los medicamentos. 'Si hay un cambio sencillo de medicación que se pueda hacer, merece la pena hablar sobre ello', dijo.
Pero las personas no siempre se dan cuenta de los síntomas. En este estudio, se detectó mediante pruebas de la presión arterial. No está claro, dijo Gottesman, cuántas personas experimentaban realmente síntomas en sus vidas diarias.
Así que si usted toma medicamentos que pueden provocar hipotensión ortostática, sería sensato pedir a su médico que mida su presión arterial al ponerse en pie, aconsejó Gottesman.
Aunque la causa subyacente no esté clara, simplemente saber que tiene la afección puede ser útil, añadió.
Esos pacientes pueden prestar así más atención a mantener un estilo de vida saludable y controlar cualquier otra afección que afecte a los vasos sanguíneos y al corazón, planteó Gottesman.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 25 de julio de la revista Neurology.
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La Asociación del Alzheimer (Alzheimer’s Association) tiene consejos sobre el envejecimiento saludable del cerebro.
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- 30 jul 2018 /
Estados Unidos