San Pedro Sula.
Mañana es Noche Buena momento para compartir y estar feliz con familiares y amigos. Algunas personas que han perdido un ser querido o tienen algunos problemas de salud o económicos no disfrutan de este día y pueden empañarlo para otros miembros.
La depresión navideña sí existe, pero se puede enfrentar siguiendo algunas pautas para mejorar el estado de ánimo, además de comer bien y hacer ejercicio.
El escritor y asesor psicológico Albert Espinola, de España comenta que ha creado un esquema al que denomina “El triángulo de la pura vida” para entender la visión de los diferentes estados de ánimo, y cómo se interrelacionan en el que cada una de sus puntas corresponde respectivamente, a los momentos de felicidad, infelicidad y neutralidad.
Para Espinola un buen estado de vida consiste en vivir los momentos de alta felicidad y de depresión sin apego y sabiendo volver al estado de neutralidad sin tantos problemas, ya que “puedes valorar dicho estado con una gran dosis de positivismo, de amor propio y amor por la vida”.
Espinola asegura que durante las fiestas navideñas hay que aceptar y vivir cada uno de los estados que surjan, ya que de cada uno de ellos podemos obtener grandes lecciones, “tanto de los buenos como de los malos”.
Espinola explica que se debe afrontar la Navidad de manera más neutral.
“Durante las reuniones de Navidad puede haber roces, discusiones o peleas entre parientes y podemos afrontar dichos momentos con escuchar, reflexión y desde el optimismo”, detalla.
“La neutralidad es bienestar, es la valoración de las pequeñas cosas, que da paz, bienestar interior, amor propio y pura vida; mientras que la felicidad son momentos increíbles que hay que disfrutar y vivir sin pretender permanecer en ese estado continuamente”, indica.
El ejercicio aumenta la felicidad
La nutricionista Mae Moreno comenta que estar bien físicamente le servirá para mantenerse mental y emocionalmente saludable, es un círculo virtuoso.
La actividad física y la alimentación son fuentes de regeneración física, mental y emocional. Hacer actividad física no solo fortalece el corazón y ayuda a prevenir enfermedades crónicas, sino que también libera endorfinas, sustancias químicas que nos dan energía y levantan nuestro estado de ánimo.
Para esto lo más importante es seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que indica que debemos mantener un estilo de vida activo y saludable. Con ello alejamos de nuestras vidas múltiples males y nos mantenemos motivados.
Feliz
La práctica frecuente de actividad física arroja muchos resultados positivos, entre ellos: Mantiene a las personas motivadas, favorece en las relaciones familiares, así como también trae mejoría en la convivencia con amigos y vecinos.
La constancia en la práctica de actividad física motiva a mejorar cuestiones como la alimentación y a que las personas se mantengan informadas al respecto, esto impacta en la prevención de enfermedades o en un correcto tratamiento de aspectos como sobrepeso y obesidad.
“Triángulo de la pura vida”
1. Ante la presión de las prisas y el estrés consumista: En vez de dejarse llevar por esos estados, una opción neutral es centrarse en compartir pequeñas cosas con la familia o la pareja, afrontándolo en forma resolutiva, pausada y serena.
Los regalos es una forma de alegrar a todos.
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3. 3El disfrute de los hijos con los regalos: afrontar esos momentos que viven los hijos al abrir los regalos de una forma agradecida, sin dejarse llevar por la nostalgia o la depresión cuando dejen de existir. Es un momento para compartir y disfrutar de sus expresiones.
4. Reencontrarnos con amigos y parientes: Compartir las fiestas con alguien al que hacía mucho tiempo que no veía y divertirse juntos “como en los viejos tiempos”, hace que se sienta feliz, pero si hace que ese momento se repita, se sentirá emocionado.
5. Las primeras fiestas sin un ser querido: cuando pasa la primera Navidad sin un ser querido, porque ha fallecido, debería tratar de asumir muy firmemente que es una realidad que no está al alcance de nadie solucionar. Esto puede evitar que se deprima.