Un estudio reciente del gobierno de Estados Unidos halla que las salas de emergencias atienden cada vez a un número menor de niños por intoxicación accidental con medicamentos de uso común.
'Creemos que esta reducción es real', señaló la investigadora principal, Maribeth Lovegrove, de la División de Promoción de la Calidad de la Atención Médica de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, (CDC).
Si bien ha habido una disminución de los casos atendidos en las salas de emergencias, 59,000 casos de niños de corta edad al año siguen siendo demasiados, subrayó Lovegrove.
'Es posible que se necesiten enfoques innovadores, tales como la mejora de los envases de seguridad y los mensajes educativos dirigidos, para mantener o incluso acelerar esta disminución', destacó.
El informe aparece en la edición impresa de octubre de la revista Pediatrics.
Los investigadores de los CDC encontraron que entre 2010 y 2013, el 91% de los casos atendidos en las salas de emergencias tenían que ver con la ingestión de un medicamento.
Estos cuatro medicamentos fueron: el acetaminofén (Tylenol), que causó el 33% de las visitas por exposición a medicamentos líquidos: cerca de 2,600 visitas anuales. Los medicamentos para el resfriado y la tos, como Robitussin y Delsym, causaron casi el 28% de las visitas por exposición a medicamentos líquidos de venta sin receta: cerca de 2,200 visitas anuales. El ibuprofeno (Advil, Motrin), fue el responsable del 16% de las visitas: cerca de 1,200 visitas anuales. La difenhidramina (Benadryl), provocó el 16% de las visitas: cerca de 1,200 visitas anuales. 'Por el contrario, más de 260 pastillas con distintas prescripciones, que por lo general se recetan a adultos, tuvieron que ver con las visitas a las salas de emergencias de niños de corta edad por exposición a medicamentos sin supervisión', agregó Lovegrove.
Las más comunes fueron narcóticos como la buprenorfina, oxicodona o hidrocodona, que causaron el 14% de las visitas. Seguidos por medicamentos psiquiátricos como las benzodiacepinas, incluidos el clonazepam (Klonopin) y el alprazolam (Xanax), que fueron responsables del 13% de las visitas.
El doctor Rodney Baker, director clínico de la División de Medicina de Emergencia del Hospital Pediátrico Nicklaus de Miami, señaló: 'En los últimos años he visto que las cifras han disminuido'.
Baker piensa que todo lo que los pediatras están haciendo para advertir a los padres de que mantengan los medicamentos fuera del alcance de los niños está dando resultados.
Además, los envases con cierre inviolable pueden estar ayudando a evitar que los niños ingieran accidentalmente los medicamentos, apuntó Baker.
'La exposición a medicamentos sin supervisión se puede evitar', aseguró Lovegrove. 'Los niños pequeños curiosos pueden actuar rápidamente, pero si se toman unas sencillas medidas cada vez que se utilizan los medicamentos se puede ayudar a reducir la probabilidad de que un niño ingiera los medicamentos y termine en la sala de emergencias', señaló.
Lovegrove recomienda a los padres y otros cuidadores lo siguiente:
1. Guarde todos los medicamentos en un lugar seguro, fuera del alcance y de la vista de los niños.
2. Vuelva a poner el cierre de seguridad para niños a los frascos de medicamentos y coloque todos los medicamentos en un lugar seguro después de cada uso.
3. Nunca diga a los niños que los medicamentos son caramelos ya que intentarán comerlo, aun cuando no les gusten los medicamentos.
4. Recuerde a las niñeras, familiares y otros visitantes que deben mantener las carteras, bolsos o abrigos que contengan medicamentos fuera de la vista de los niños cuando estén en casa.
5. Siempre que sea posible, hay que mantener los medicamentos en los envases originales a prueba de niños.
6. Otros recipientes, como organizadores de pastillas o bolsas de plástico carecen a menudo de las características de seguridad para niños y pueden abrirse fácilmente.