El presidente Donald Trump y su esposa se presentaron ayer ante sus partidarios durante un gran acto político en Florida con aires de campaña electoral, asegurando que la presidencia se desarrolla 'sin problemas' y atacando de nuevo a la prensa 'deshonesta'.
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La pareja presidencial, en la mira por varios desplantes protagonizados por ambos en los últimos días, protagonizó otro momento que dio de que hablar a los medios de comunicación. El presidente Trump besó a su esposa, que permaneció impasible frente a la multitud, sin devolver el abrazo o el beso.
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Melania se mostró fría al recibir las muestras de cariño del presidente estadounidense.
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Generalmente con un perfil discreto, en esta ocasión Melania Trump abrió el acto con la oración cristiana 'El Padre nuestro', antes lanzar un inusual ataque a sus críticos y a los de su esposo.
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'Los Estados Unidos que visualizamos es uno que trabaja por todos los estadounidenses y donde todos los estadounidenses pueden trabajar y tener éxito', dijo.
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'Mi esposo está creando un país de una gran seguridad y prosperidad', afirmó antes de dar la palabra al presidente estadounidense.
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Melania ha sido criticada por permanecer ausente durante los primeros eventos de la presidencia de Trump, donde ha sido sustituida por su hijastra, Ivanka.
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Melania deslumbró con un vestido rojo de Alexander McQueen, valorado en 2,200 dólares.
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La primera dama llevó unos tacones color rojo de Christian Louboutin, con un costo de 565 dólares.
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Los agentes del Servicio Secreto permanecieron atentos durante el evento, protegiendo a la primera dama y al mandatario estadounidense.
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Trump besa a la primera dama estadounidense.
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Foto: La Prensa
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La pareja presidencial en Meolbourne, Florida.
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La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, durante la reunión del presidente de EUA, Donald J. Trump, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.