Los líderes de las pandillas también son tema en las cárceles, dando un ambiente de temor a quien entra en su territorio.
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Los hombres vestidos como gansters, como la muerte y con carros de lujo también hacen parte de la cultura del 'placazo'.
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Los miembros de los grupos delictivos, especialmente los de la Pandilla 18, establecen su máxima ley a través de los grafitis, conocidos como placazos.
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La figura de la mujer también es una constante en los grafitis de los pandilleros.
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Las imágenes en las cárceles casi siempre hacen alusión a la muerte y a la mujer.
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Uno de los grafitis en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto.
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Aunque se supone que no deberían existir en los presidios, los murales y grafitis han logrado evadir a las autoridades.
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La cultura de la muerte asociada a la pnadillas también se traslada a los murales.
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La mujer, la suerte y los juegos también aparecen reflejados en los grafitis en la cárcel de Támara.
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Azar, juego, suerte y poder están en la conciencia de los pandilleros.
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Paradójicamente, los murales de las organizaciones criminales, señaladas como responsables de la muerte y la violencia en Honduras, hacen referencia también a la religión.
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La religión es un tema muy fuerte en la cultura de las pandillas.
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Al igual que otras organizaciones criminales, las pandillas también basan parte de su cultura en las creencias religiosas.
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La religión y la violencia, dos mundos opuestos que se unen en las creencias de las pandillas.
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Más allá de todo, la muerte es el tema principal, transmitiendo terror a quien no hace parte de la pandilla y evitando que los que ya están en los grupos puedan huir.
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Los hechos criminales y la lucha por el poder también se reflejan en los murales de las pandillas hondureñas.
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Foto: La Prensa
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Foto: La Prensa
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La vida en la cárcel también queda reflejada en los grafitis que hay dentro de las cárceles hondureñas.
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El horror de la violencia queda reflejado en casi todas las paredes de los patios gobernados por las pandillas.
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Los murales sirven de recuerdo a quienes quieren abandonar esa vida de que esa opción significa la muerte.
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Los grafitis establecen el dominio de uno u otro grupo, al igual en muchas calles y barrios de Honduras.