Desde entonces el capo se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad Supermax, en Colorado, una fortaleza virtualmente impenetrable y que según fuentes, las únicas visitas que recipe el exjefe del cártel de Sinaloa son su abogada, la puertorriqueña Mariel Colón, y las mellizas que tuvo con la recientemente liberada Emma Coronel.