EUA.
'Cuando comparé a los chicos y las chicas de 4 y 5 años que tenían el mismo nivel de problemas conductuales (como la dificultad de mantener la atención, de regular las emociones, de retrasar la gratificación y de formar relaciones positivas con los maestros y los compañeros), encontré que los chicos tenían menos probabilidades de aprender y más probabilidades de repetir curso en la escuela', dijo la autora del estudio, Jayanti Owens, profesora en la Universidad de Brown, en Rhode Island.
'En relación con los otros factores de la familia en la niñez temprana y de salud que tuve en cuenta, las diferencias de sexo en la conducta de los estudiantes y en las respuestas de los educadores a los problemas conductuales explicaron más de la mitad [el 59 por ciento] de la brecha sexual en el nivel educativo completado entre los adultos', añadió Owens.
Hallazgos
Los hallazgos se basan en un análisis de los datos de niños en Estados Unidos nacidos de mujeres de entre 20 y 25 años en los años 80, y a quienes se les dio seguimiento hasta la adultez.
En la escuela primaria, los chicos reportaron una exposición significativamente más alta a entornos escolares negativos y a la presión de los compañeros que las chicas, según el estudio. En secundaria, los chicos reportaron unas tasas significativamente más altas de repetición de curso y de unas expectativas educativas más bajas.
'Aunque las mismas conductas tienen un impacto peor en la educación de los chicos, también sucede que, en promedio, los chicos empiezan a ir a la escuela con unos niveles de problemas conductuales más altos que las chicas', indicó Owens.
Un mayor respaldo en casa y en la escuela podría ayudar a animar a estos chicos a desarrollar habilidades de autorregulación y sociales en un momento temprano de la vida, sugirió.
'Cuando comparé a los chicos y las chicas de 4 y 5 años que tenían el mismo nivel de problemas conductuales (como la dificultad de mantener la atención, de regular las emociones, de retrasar la gratificación y de formar relaciones positivas con los maestros y los compañeros), encontré que los chicos tenían menos probabilidades de aprender y más probabilidades de repetir curso en la escuela', dijo la autora del estudio, Jayanti Owens, profesora en la Universidad de Brown, en Rhode Island.
'En relación con los otros factores de la familia en la niñez temprana y de salud que tuve en cuenta, las diferencias de sexo en la conducta de los estudiantes y en las respuestas de los educadores a los problemas conductuales explicaron más de la mitad [el 59 por ciento] de la brecha sexual en el nivel educativo completado entre los adultos', añadió Owens.
Hallazgos
Los hallazgos se basan en un análisis de los datos de niños en Estados Unidos nacidos de mujeres de entre 20 y 25 años en los años 80, y a quienes se les dio seguimiento hasta la adultez.
En la escuela primaria, los chicos reportaron una exposición significativamente más alta a entornos escolares negativos y a la presión de los compañeros que las chicas, según el estudio. En secundaria, los chicos reportaron unas tasas significativamente más altas de repetición de curso y de unas expectativas educativas más bajas.
'Aunque las mismas conductas tienen un impacto peor en la educación de los chicos, también sucede que, en promedio, los chicos empiezan a ir a la escuela con unos niveles de problemas conductuales más altos que las chicas', indicó Owens.
Un mayor respaldo en casa y en la escuela podría ayudar a animar a estos chicos a desarrollar habilidades de autorregulación y sociales en un momento temprano de la vida, sugirió.