ESTADOS UNIDOS.
Tenemos una relación íntima con nuestros celulares. Dormimos con ellos, comemos con ellos y los llevamos en nuestros bolsillos. Los revisamos, en promedio, 47 veces al día aunque en jóvenes entre 18 y 24 años el número asciende a 82 veces, según datos recientes.
Y los amamos por buenos motivos: nos dicen el clima, la hora del día y cuántos pasos hemos dado. Nos consiguen citas (y sexo), nos entretienen con música y nos conectan con amigos y familiares. Responden a nuestras preguntas, además de aliviar la soledad y la ansiedad. (Probablemente esté leyendo esto en tu celular).Pero el amor a los celulares puede ser excesivo, tanto así que es posible que interfiera con el amor humano, aquella intimidad tradicional y cara a cara con aquel a quien llama pareja, cónyuge, amante o persona especial.
El conflicto entre el amor al celular y el amor humano es tan común que tiene su propio léxico. En inglés, la palabra phubbing se utiliza cuando está ignorando a su pareja porque prefiere usar su celular; es una combinación de las palabras para teléfono y para ignorar o ningunear.
Si está ignorando a una persona usando cualquier tipo de tecnología, se llama tecnoferencia. Una canción popular de Lost Kings pregunta: “¿Por qué no suelta ese maldito celular?”.
“Una clave para una relación saludable es estar presente”, dice James Roberts, autor de Too much of a good thing: Are you addicted to your smartphone?. Cuando su pareja revisa constantemente su celular, envía un mensaje implícito de que este (o lo que ve en él) es más interesante que usted.
Investigación.
En un estudio publicado en 2016 en la revista Psychology of Popular Media Culture, el 70% de las mujeres opinaron que los teléfonos inteligentes estaban afectando negativamente su relación.
Más de un tercio de las 143 mujeres que participaron en la investigación dijeron que su pareja respondía a las notificaciones mientras conversaban; una de cada cuatro dijo que su pareja enviaba mensajes de texto durante las conversaciones.
Las mujeres que reportaron altos niveles de tecnoferencia en interacciones con sus parejas estaban menos felices con su relación y su vida en general.
No solo las mujeres se sienten ofendidas. Roberts, quien también es profesor de mercadotecnia en Baylor University, les preguntó a 175 hombres y mujeres sobre el uso que sus parejas le dan al teléfono inteligente.
Casi la mitad de los encuestados, el 46 por ciento, reportó que sus parejas los ignoraban por usar el celular. La gente que reportó niveles más altos de phubbing también informó sobre niveles más altos de conflicto en la relación.
Con la búsqueda de conexiones a través de la tecnología, están alejando a sus parejas e interrumpiendo una suerte de conexión biológica de banda ancha.
“La gente está comenzando a darse cuenta de que hace falta algo”, dijo Sherry Turkle, una profesora de tecnología en MIT y autora de Reclaiming Conversation: The Power of Talk in a Digital Age.
Si el trabajo de su pareja requiere de su disponibilidad las 24 horas del día, negocie límites razonables.
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instructora de desarrollar herramientas de liderazgo y cofundadora de Relationships That Work en Novato, California, se ha dado cuenta de que sus clientes están comenzando a respetar los límites de uso del celular. “Ahora apagan sus celulares cuando están en sesión.
Hace unos años, dejaban que los interrumpieran”. Si se está sintiendo frustrado por la interferencia del celular en su relación, hable con su pareja, pero sea positivo. “Enfatiza los beneficios de estar más conectado”, dijo Bell.
Sugerencias
No ponga su celular sobre la mesa. Existe la posibilidad de que este suene en cualquier momento e inhiba el libre flujo de la charla.
Designe zonas “sin celular” en casa. Decidan qué áreas deben ser libres de tecnología. Elimine el uso del celular en el carro para que pueda aprovechar ese tiempo con su pareja.
Intente no usar el celular en la habitación durante una semana. Es divertido revisarlo antes de dormir, pero es más probable que charle con su pareja si el celular está en otra parte. Además, el gesto de darle preferencia a su relación y no a su celular le envía un mensaje claro a sus seres queridos.
Practique los buenos modales con el celular. Si debe revisarlo, anuncie que lo está haciendo.