Miami, Estados Unidos.
Enfrento esta situación con una actitud totalmente optimista. Me siento perfectamente bien. ¡Sé que Dios está conmigo! Me siento bendecido. Por una parte tengo la fortuna de practicar un camino espiritual (soy estudiante de “kabbalah”), que me ha ayudado a tener confianza absoluta en Dios.
Por otra parte he contado con la bendición de encontrarme con doctores amables, dulces y motivadores... Mi oncóloga me dice que las quimioterapias probablemente se prolongarán por seis meses, pero podría ser por menos tiempo, dependiendo de cómo reaccione mi organismo.
Muchas personas enfrentan el cáncer con preocupación, tristeza, frustración, miedo, depresión, rabia... Algunos se sienten víctimas y se preguntan “¿por qué a mí?”... Muchos piensan, equivocadamente, que cáncer es sinónimo de muerte. Pero en mis estudios de “kabbalah” he aprendido que ese tipo de reacciones negativas empeoran la situación, y que es con alegría y optimismo que se supera cada reto de la vida.
Mi mamá tuvo cáncer de estómago, pero es una mujer muy espiritual y se curó. Cuando el esposo de mi mamá tenía cáncer (de vejiga, de próstata y de piel), yo le preguntaba cómo se sentía y él siempre me respondía con una gran sonrisa: “¡Estoy perfecto!”... Y hoy, a sus 81 años, ¡se encuentra en perfecto estado de salud! Y es por todo esto que he decidido mostrar cada paso de mi tratamiento a través de los medios y de mis redes sociales. Cada obstáculo es una oportunidad para levantarse más arriba, cada desafío trae una bendición...
En mi caso, mi instinto me dice que tengo una misión: inspirar a otras personas que pasan por circunstancias similares y demostrarles que con fe y certeza en Dios, todo se puede superar. Lo importante es conectarse con esa luz divina. No importa si se hace a través de la oración, la meditación, haciendo yoga o practicando determinada filosofía espiritual...
No importa a qué religión pertenezcamos porque al final de cuentas existe un solo Dios... Lo verdaderamente fundamental es estar conectados con Él... Por el momento solo me queda pedirles con todo mi corazón que me incluyan en sus oraciones, pero sobre todo que incluyan en sus oraciones a todas las personas del mundo que necesitan sanación, especialmente aquellas que no cuentan con los recursos para recibir atención médica de calidad y a tiempo o las que no tienen la fortuna de saber cómo conectarse con Dios'.
El presentador y periodista Juan Manuel Cortés dio a conocer en el programa 'Suelta la sopa' su diagnóstico de cáncer linfático, el cual descubrió recientemente, según Telemundo.
'La familia de 'Suelta la sopa' está más unida que nunca apoyando a nuestro compañero de trabajo y amigo', escribieron en la cuenta oficial de Facebook.
Carolina Sandoval junto a Juan Manuel Cortés y Andrea Escalona hoy en 'Suelta la sopa'.
|
Juan Manuel Cortés compartió con su público su padecimiento de cáncer linfático.
|
El equipo de producción de 'Suelta la sopa'.
|
Los compañeros de Juan Manuel Cortés en 'Suelta la sopa ' de Telemundo le celebraron su cumpleaños.
|
Érika de la Vega celebra el cumpleaños de Juan Manuel Cortés junto a sus compañeras Carolina Sandoval y Andrea Escalona.
|
La carta de Juan Manuel Cortés:
'Quiero compartir con ustedes que recientemente fui diagnosticado con cáncer del sistema linfático (linfoma). Esta semana empiezo un proceso de quimioterapia para eliminar lo que tengo que limpiar de mi organismo y quiero decirles que mi mayor bendición es saber que Dios me sanará.Enfrento esta situación con una actitud totalmente optimista. Me siento perfectamente bien. ¡Sé que Dios está conmigo! Me siento bendecido. Por una parte tengo la fortuna de practicar un camino espiritual (soy estudiante de “kabbalah”), que me ha ayudado a tener confianza absoluta en Dios.
Por otra parte he contado con la bendición de encontrarme con doctores amables, dulces y motivadores... Mi oncóloga me dice que las quimioterapias probablemente se prolongarán por seis meses, pero podría ser por menos tiempo, dependiendo de cómo reaccione mi organismo.
Muchas personas enfrentan el cáncer con preocupación, tristeza, frustración, miedo, depresión, rabia... Algunos se sienten víctimas y se preguntan “¿por qué a mí?”... Muchos piensan, equivocadamente, que cáncer es sinónimo de muerte. Pero en mis estudios de “kabbalah” he aprendido que ese tipo de reacciones negativas empeoran la situación, y que es con alegría y optimismo que se supera cada reto de la vida.
Mi mamá tuvo cáncer de estómago, pero es una mujer muy espiritual y se curó. Cuando el esposo de mi mamá tenía cáncer (de vejiga, de próstata y de piel), yo le preguntaba cómo se sentía y él siempre me respondía con una gran sonrisa: “¡Estoy perfecto!”... Y hoy, a sus 81 años, ¡se encuentra en perfecto estado de salud! Y es por todo esto que he decidido mostrar cada paso de mi tratamiento a través de los medios y de mis redes sociales. Cada obstáculo es una oportunidad para levantarse más arriba, cada desafío trae una bendición...
En mi caso, mi instinto me dice que tengo una misión: inspirar a otras personas que pasan por circunstancias similares y demostrarles que con fe y certeza en Dios, todo se puede superar. Lo importante es conectarse con esa luz divina. No importa si se hace a través de la oración, la meditación, haciendo yoga o practicando determinada filosofía espiritual...
No importa a qué religión pertenezcamos porque al final de cuentas existe un solo Dios... Lo verdaderamente fundamental es estar conectados con Él... Por el momento solo me queda pedirles con todo mi corazón que me incluyan en sus oraciones, pero sobre todo que incluyan en sus oraciones a todas las personas del mundo que necesitan sanación, especialmente aquellas que no cuentan con los recursos para recibir atención médica de calidad y a tiempo o las que no tienen la fortuna de saber cómo conectarse con Dios'.