Después de casi cuatro años de la muerte del actor Paul Walker, aún siguen descubriéndose espantosos detalles sobre el fatal accidente automovilístico que le quitó la vida a uno de los protagonistas de la saga de 'Rápidos y Furiosos' en noviembre del 2013.
Según el abogado de la familia, Craig McClellan, el actor no murió en el momento del impacto, sino que murió calcinado al quedar atorado entre el tanque de gasolina y el motor.
McClellan informó que Paul quedó atrapado con las costillas rotas, la clavícula y el brazo pero aún respiraba cuando el carro se envolvió en llamas.
Walker de 40 años, falleció el 30 de noviembre del 2013.
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'Estaba respirando, y no fue capaz de salir porque estaba atado y atrapado”, finalizó MClellan.