05/11/2024
08:03 AM

Apoyo 'más agresivo” piden Honduras y Guatemala a EUA

Proponen un plan integral similar a la Alianza para El Progreso o el Plan Colombia para combatir las raíces del flujo de niños migrantes.

Washington, Estados Unidos.

Un apoyo “mucho más agresivo” para afrontar las causas de la masiva migración de niños de sus países a la frontera sur de Estados Unidos demandaron ayer los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, y de Guatemala, Otto Pérez Molina, a los líderes políticos de este país.

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Plantearon un plan integral similar a la Alianza para El Progreso que el extinto presidente John F. Kennedy impulsó en la década de los 60 o el Plan Colombia, en busca de crear mayores oportunidades y frenar la ola de violencia originada por el crimen transnacional que opera en Centroamérica, especialmente en los países del triángulo norte.

El planteamiento fue formulado por los jefes de gobierno durante un coloquio organizado por el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS) en el que se habló sobre seguridad dentro del contexto de la crisis migratoria actual.

“Es un plan similar a la Alianza para El Progreso, pero por ahora solo lo tenemos como borrador”, dijo Hernández a los enviados de LA PRENSA que cubren la histórica reunión que se celebra hoy en la Casa Blanca entre los jefes de gobierno de Honduras, Guatemala y El Salvador y el presidente Barack Obama.

LA PRENSA es el único medio escrito de Honduras que da cobertura desde el miércoles anterior al encuentro presidencial de alto nivel, que coyunturalmente es el primero que el Presidente hondureño tendrá con Obama desde que asumió la presidencia de Honduras el 27 de enero pasado.

Los presidentes Juan Orlando Hernández, Otto Pérez y Salvador Sánchez Cerén han sido convocados por el titular de la Casa Blanca para abordar la crisis humanitaria que ha generado la detención de más de 57 mil niños centroamericanos en la frontera con México.

Cabe indicar que Sánchez Cerén no participó de la reunión que sus homólogos tuvieron ayer con influyentes senadores estadounidenses ni en el evento organizado por el CSIS.

Datos de la Patrulla Fronteriza indican que desde el 1 de octubre de 2013 a la fecha cerca de 60,000 menores sin acompañantes han sido detenidos en la frontera con Texas, de los cuales 16,546 son hondureños, 14,086 guatemaltecos y 17,301 salvadoreños.

La situación derivó en una crisis humanitaria sin precedentes que ha obligado a la Casa Blanca a pedir al Congreso apoyo extrapresupuestario para afrontar la crisis, mientras que el gobernador de Texas ha movilizado a mil soldados para reforzar la frontera con México.

Plan Colombia

En su disertación en el CSIS, Hernández resaltó que el flujo masivo de niños a EUA debe verse como una enorme tragedia que la humanidad debe estudiar a fondo y buscarle soluciones.

Recordó que este es un fenómeno que jamás se había visto en la historia de Centroamérica, pero que surge en el último año por la violencia provocado por el narcotráfico y el crimen organizado. Expuso que la génesis de esta situación surge porque el Plan Colombia y la iniciativa Mérida de combate contra el narcotráfico, instaurado por Estados Unidos en aquel país sudamericano y en México, fue relativamente exitoso en ambas naciones, pero le heredó un monumental problema a Centroamérica.

“Precisamente eso es lo que ahora nos tiene con narcotraficantes y, en el caso de Honduras, con narcotraficantes aliados con pandillas y con niveles de inseguridad que en esta década jamás se habían visto y que nos han costado un número de pérdidas de vidas humanas que no habíamos tenido en la historia”, dijo.

Insistió en que la lucha contra el narcotráfico que libró Estados Unidos en Colombia y México ha causado en los países de Centroamérica un problema de gigantescas proporciones. Por otro lado, el jefe de gobierno hondureño achacó el surgimiento de esta crisis humanitaria de niños migrantes a la ambigüedad y la falta de claridad del debate de la reforma migratoria en EUA.

“De esa falta de claridad, los coyotes, que son parte de toda una red de crimen organizado, perversamente se aprovechan y les dicen a las familias que están aquí: ‘mire, con esta reforma que se está haciendo ahora ya pueden traer a su hijos’, y esa red de coyotes es la cara de un gigantesco monstruo que tiene otras caras: la de los traficantes de armas y de drogas”, dijo.

El gigantesco monstruo de la migración tiene un pie puesto en Centroamérica y en México y otro en Estados Unidos.

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, reconoció que en este problema tienen responsabilidad compartida, pero diferenciada, porque lamentablemente Centroamérica está en el paso de quienes trafican y producen la droga y quienes la consumen masivamente, con la diferencia de que en Estados Unidos han logrado disminuir la violencia del narcotráfico.

“Lo lograron en Nueva York, lo lograron en Los Ángeles, en Miami y en otros lugares, pero allá en Centroamérica es un problema mayúsculo”, explicó.

En el caso de Honduras, mencionó que los niños que han emigrado masivamente a Estados Unidos provienen de los 30 municipios más inseguros del país, donde los narcotraficantes y mareros causan la enorme violencia.

“No vamos a desconocer que en estos lugares donde confluye el tránsito de la droga se registra la mayor migración de niños a Estados Unidos”.

El gobernante hondureño agregó que en sus seis meses al frente del Gobierno ha entrado de frente en la lucha contra la violencia con diversas acciones y políticas de seguridad y prevención, entre ellas, una ley de protección del espacio aéreo que ha provocado el retiro de la ayuda de Estados Unidos en el área de inteligencia.

“Hemos reforzado nuestras fronteras, hemos cerrado el departamento de Migración que teníamos antes para crear uno nuevo porque muchos de ellos estaban coludidos con las bandas de traficantes.

A estas alturas hemos capturado y tenemos en la cárcel a 12 coyotes y estamos en una investigación que nos va a llevar más”.

Hernández apuntó que con los presidentes de El Salvador y Guatemala coinciden plenamente en que este problema no se resolverá si no se combate desde la raíz y eso requiere un trabajo integral bajo el principio de la corresponsabilidad y, en esto, EUA y los países centroamericanos son responsables.

Iniciativa Carsi, un fracaso

El titular del Ejecutivo hondureño cuestionó que la Iniciativa de Seguridad Regional de Centroamérica (Carsi), creada por Estados Unidos para combatir el crimen organizado y promover el desarrollo en la región ha sido un rotundo fracaso.

“Para muchos funcionarios en Centroamérica, eso casi ha sido una burla porque fue promesa de una cantidad de recursos y al final en concreto no hubo prácticamente nada”, afirmó.

El mandatario indicó que el incumplimiento de esta promesa por parte de Estados Unidos los ha colocado en una posición precaria para hacer frente al problema de la violencia, una de las raíces del creciente flujo migratorio a esta nación.

La iniciativa, creada en 2008, fue dotada con una partida de 642 millones de dólares en asistencia para apoyar tareas de combate contra el crimen organizado y mejorar condiciones de seguridad, económicas y de desarrollo social en Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.

Hernández opinó que ese incumplimiento ha dificultado responder a la crisis causada por el crecimiento exponencial de la migración de menores sin acompañantes a Estados Unidos.

EUA, el que menos invirtió

El presidente guatemalteco Otto Pérez dijo que la crisis humanitaria generada por el flujo de niños migrantes está camino de resolverse en el corto plazo, pero indicó que requieren más apoyo de Estados Unidos para atacar las raíces del problema y crear nuevas oportunidades para los infantes y sus familias.

Dijo que con las medidas que ha adoptado cada uno de los países involucrados en el flujo de menores migrantes, este se ha reducido en más del 50%. “Es un problema de coyuntura, pero estoy seguro de que se va a resolver”.

Pérez insistió en que Estados Unidos requiere trabajar con Centroamérica en un programa de cooperación mucho más agresivo para atacar los problemas de seguridad y en un plan para generar inversiones y crear nuevas oportunidades que contribuyan a reducir la enorme brecha entre ricos y pobres.

Deploró que en los últimos años Estados Unidos pasó de ser el principal inversor en Guatemala a ocupar el séptimo sitio por debajo de Canadá, Rusia y Colombia.

“Si algo necesitamos, son esas oportunidades de crear los empleos y eso va a evitar que Estados Unidos tenga que estar invirtiendo en la seguridad de su frontera”.

El gobernante guatemalteco enfatizó en que es el momento de que todos estos desafíos y debilidades permitan trabajar juntos y desarrollar un plan para Centroamérica en el que todos los países puedan trabajar conjuntamente.

“Si estamos acompañados en un plan para Centroamérica, como ya se hizo con el Plan Colombia o como ya se han hecho con otros planes de EUA, no tengo la menor duda de que estaríamos resolviendo de raíz los problemas que están dándose en la frontera con Estados Unidos”.