San Pedro Sula, Honduras.
Para los niños hondureños retornados, salir del autobús era terminar la aventura de muchos días en varios países. Para sus madres o padres, era el fin de la historia de terror en que podrían haber perdido la vida.
Unos 154 migrantes llegaron ayer a San Pedro Sula por la vía terrestre y 85 de ellos eran menores de edad desde los 14 meses hasta los 15 años. La mayoría venían acompañados por su madre o padre y una pequeña cantidad vinieron solos.
Para los niños hondureños retornados, salir del autobús era terminar la aventura de muchos días en varios países. Para sus madres o padres, era el fin de la historia de terror en que podrían haber perdido la vida.
Unos 154 migrantes llegaron ayer a San Pedro Sula por la vía terrestre y 85 de ellos eran menores de edad desde los 14 meses hasta los 15 años. La mayoría venían acompañados por su madre o padre y una pequeña cantidad vinieron solos.
Ver especial: Niños migrantes de Honduras
Por avión llegaron a las 10:00 am 135 personas: 95 hombres y 40 mujeres mayores de edad. Aunque todos venían de diferentes zonas de Estados Unidos y su lugar de origen también varía, la frustración y angustia eran las mismas.
“Tengo 22 años y aunque estoy graduado y comencé mi licenciatura, de nada me sirve para conseguir empleo”, relató Roberto Palacios, migrante originario de Gracias, Lempira.
Los deportados superan esta semana los mil y para este día se espera la llegada de otros 300 por ambas vías.
Según información del Centro de Atención al Migrante Retornado, en lo que va de 2014 ya han sido deportados 42,881 por Estados Unidos y México (22,135 por la vía aérea y 20,746 por la terrestre). De esta cifra, el 30% son menores.
“Nos dijeron que Estados Unidos estaba recibiendo a las madres que llegaran con sus hijos ilegales y eso me animó a irme con mi pequeña de un año”, relató Estela Martínez, con su pequeña Luisa dormida en brazos.
En los albergues del CAMR y El Edén, también conocido como el Ihnfa (ahora Dinaf), en la 13 calle del barrio Medina, personal del Gobierno anota los nombres de los retornados y les entregan provisiones. Les han prometido incluirlos en el programa Con Chamba Vivís Mejor y Vida Mejor, aunque la mayoría no lo creen.
Preparados
Rony Rodríguez, subcomisionado noroccidental del Comité Permanente de Contingencias (Copeco), asegura que están preparados para una masiva deportación, en caso de que se presente. Para eso habilitaron el megaalbergue en un predio del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé).
“No lo hemos usado aún porque no han llegado muchos migrantes, pero cuando sea necesario atender a más de 100, el Estado está preparado”, comentó.
El albergue posee 26 carpas para niños retornados solos, acompañados, adolescentes solos, adultos retornados y familiares que buscan a los suyos. Tiene carpas administrativas, espacios para medios de comunicación y servicios sanitarios para atender al menos 200 personas. Según las autoridades, en los próximos días se abrirán más albergues en una zona en la Fesitranh.
