Los niños sin papeles que no están siendo deportados y salen de los centros de detención en diversas ciudades de Estados Unidos están siendo entregados a sus familiares bajo estrictas medidas de seguridad, como colocarles un grillete de geolocalización en un pie.
Los menores deben recibir visitas programadas de los agentes de migración cada tres días en la dirección que acreditaron y firmar un documento cada 15 días en la Corte. También tienen prohibido salir a otro estado.
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La deportación del primer grupo de inmigrantes centroamericanos que cruzaron recientemente la frontera sur, en un vuelo operado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), es “un reflejo del compromiso de la administración” de Barack Obama de “priorizar” la repatriación de las familias que han entrado al país hace poco.
Así lo indicó en su conferencia de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. “Esto debería enviar una señal clara a los individuos que están planteándose hacer el peligroso viaje de Centroamérica a Estados Unidos o poner a sus hijos en manos de un criminal para que lo hagan de que, si los detienen en la frontera, tendrán derecho a un debido proceso, pero no serán bienvenidos en este país con los brazos abiertos”, aseguró Earnest.
La Casa Blanca confió en que la llegada el lunes a Honduras de un primer vuelo con 22 menores de edad y ocho madres que habían cruzado sin documentos la frontera de EUA envíe una “clara señal” a potenciales migrantes de que este país “no los recibirá con los brazos abiertos”.
El portavoz recordó que el avión estaba lleno de “unidades familiares”, es decir “individuos que habían tratado de entrar en el país sin documentos y viajaban junto a un menor”, pero no aclaró si podrían enviarse vuelos únicamente con menores. Fuentes del Departamento de Seguridad Nacional afirmaron a Efe que el primer vuelo representa “la fase inicial del proceso de deportaciones” de los indocumentados que han ingresado en los últimos meses procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador e indicaron que habrá más repatriaciones en las próximas semanas. En total, EUA ha deportado a unos 87,000 centroamericanos entre septiembre de 2013 y este mes, según la Casa Blanca, pero el vuelo del lunes marca el inicio de una oleada de repatriaciones aceleradas de las familias que han llegado en los últimos meses y han generado una crisis humanitaria en la frontera.
La ley estadounidense impide deportar de inmediato a los niños centroamericanos que cruzan solos la frontera y son interceptados por la Patrulla Fronteriza, obligada a dejarlos en custodia del Departamento de Salud para empezar un largo proceso de deportación, que puede durar meses o incluso años.
Piden acelerar deportaciones
Dos legisladores texanos, un republicano y un demócrata, se disponían a introducir un proyecto de ley en el Congreso de Estados Unidos para acelerar la deportación de los niños inmigrantes procedentes de Centroamérica que se agolpan en la frontera sur del país.
El texto legislativo, que ya ha sido rechazado públicamente por alguno de los congresistas defensores de una reforma migratoria integral en EUA, busca modificar las leyes actuales para dar el mismo trato a los menores provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador que a los llegados desde México y Canadá, los cuales pueden ser deportados en apenas unas horas tras su entrada ilegal.