en el blanco de los extorsionadores: Comayagua, Tela, Santa Rosa de Copán y El Progreso, que ya reportan denuncias por este delito.
Al flagelo, ni la Iglesia escapa.
Juan Angel López, vicario católico de los medios de comunicación, refirió que hay preocupación porque ellos también son víctimas de los extorsionadores. “La delincuencia nos mantiene preocupados, muere gente nuestra, nos toca hacer funerales de personas ligadas a la iglesia y muchos de nuestros sacerdotes han sido extorsionados”, apunta.
A finales de abril, la DNIC
en San Pedro Sula conoció la nueva modalidad que los extorsionadores implementan: incrementaron el pago del impuesto de guerra, ahora exigen dos pagos semanales. “Realizan dos cobros a la semana, pulperías, mercaditos, transporte y hasta apartamentos ahora pagan la cuota para no ser víctimas”, dice un agente de la Unidad Antiextorsión en San Pedro Sula.
Denunció y lo mataron
A inicios del 2013, un caso que estremeció a San Pedro Sula fue el asesinato de un reconocido empresario que era extorsionado, ante la amenazas y exigencias constantes de los criminales, sus empleados decidieron interponer la denuncia.
Relataron las amenazas que recibían de los mareros quienes exigían el pago de una cuantiosa cantidad semanal. Pero no transcurrieron ni 24 horas después de haber denunciado cuando los malvivientes le dieron seguimiento al comerciante y lo asesinaron.
La indignación privó en la familia, los empleados quedaron atónitos. No entendieron cómo se fugó la información. En medio de la impotencia, el empresario fue enterrado. Días después la pesadilla revivió, los mareros volveron al ataque, siguen hostigando a la familia, a la que amenazan con matar a otro de sus parientes si no acceden al pago de varios miles de lempiras.
Sépalo
Identifique el número que origina la llamada de extorsión. Puede bloquearlo en su teléfono. Si ha contestado no prolongue la conversación y no amenace al extorsionador ni trate de hacer contacto con él. Trate de mantener la calma y tómese unos minutos para pensar fríamente.
Cautela El extorsionador intenta obtener más datos sobre sus actividades y vida familiar, ya que la mayoría encuentran su teléfono en el directorio, cupones o de oído. Así que no brinde información de ningún tipo ni la confirme. No se comprometa con pagos o cuantías que depositará o entregará.
Medidas Los extorsionadores en la mayoría de los casos se encuentran recluídos en centros carcelarios, por lo que noconocen personalmente ni tienen vigilada a las víctimas, solo los extorsionadores que amenazan en puntos de transporte o comercios conocen los movimientos porque los visitan.
Cuidado Generalmente,
los extorsionadores se escuchan muy informados sobre su vida, datos y movimientos, pero no es así. En la mayoría de los casos la información qyue poseen es muy vaga y ha sido proporcionada en forma inadvertida por la propia víctima, algún familiar o empleado.
Denuncie cualquier llamada extorsiva, aún cuando no logre su propósito debe denunciarse. Esto además de fomentar la cultura de la denuncia, permite al Ministerio Público y la Policía identificar los números de los extorsionadores y darles seguimiento para lograr identificarlos.
Acuda
a la Unidad Anti Extorsión del
Ministerio Público: edificio Lomas Plaza II, o la Unidad Anti Extorsión de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de investigación, frente aeropuerto Toncontin en Tegucigalpa. En San Pedro Sula, al Ministerio Público, avenida Los Leones.