Nueva York, Estados Unidos.
En medio de un aumento en el flujo de inmigrantes centroamericanos que ingresan a Estados Unidos sin permiso y el endurecimiento de los estándares de asilo, son menos las personas que cumplen los requisitos necesarios para recibir el amparo legal.
Como un paso inicial para pedir asilo, los inmigrantes detenidos cruzando la frontera que dicen que temen volver a sus países de origen son entrevistados para determinar si tienen “un miedo creíble” de persecución o tortura. En julio, el mes más reciente con datos disponibles, 63% de las personas que señalaron tener temor de regresar cumplió los requisitos de asilo, frente a 83% seis meses antes, según un informe publicado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración.
El declive ocurre después de que la División de Asilo de la agencia gubernamental endureciera el criterio que sus funcionarios utilizan durante las entrevistas. La meta de las nuevas directrices, según un funcionario de la agencia, es asegurarse de que los inmigrantes que tienen solo una mínima o ninguna posibilidad de obtener asilo en una corte de inmigración sean devueltos a su casa rápidamente.
Los defensores de los inmigrantes dicen que estos estrictos estándares impiden que muchos migrantes puedan presentar su caso de asilo ante un juez.
“Están devolviendo gente que muy posiblemente habría podido acceder a protección de asilo”, dijo Eleanor Acer, directora de protección del refugiado de Human Rights First, un grupo sin fines de lucro con sede en Nueva York.
La división de Asilo es una de muchas agencias federales que han sido abrumadas por la llegada de decenas de miles de inmigrantes que han entrado al país desde América Central de manera ilegal este año. Muchos dicen que buscan refugio de la violencia de las pandillas y pobreza de sus países. Desde octubre hasta junio, la División de Asilo recibió 36.334 casos de amenazas creíbles, superando los 36.035 en los 12 meses del año fiscal 2013, según datos de la oficina. Los inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras representaron la mayoría de los solicitantes.
La oficina es responsable de entrevistar a los inmigrantes, preguntarles, por ejemplo, si están siendo perseguidos porque pertenecen a un grupo social específico o si se sienten amenazados por su raza o religión. Si sus historias son creíbles, los inmigrantes son dirigidos a una corte de inmigración, donde un juez decidirá si son aptos para recibir asilo u otra protección. Los inmigrantes que pasan por este proceso, que demora años, son a veces liberados dentro de territorio estadounidense hasta que sus casos son resueltos.
Los niños centroamericanos que han cruzado la frontera sin la compañía de un adulto no tienen que someterse a este proceso, ya que son dirigidos al sistema de cortes directamente.
El número de solicitudes de asilo por “temor creíble” se cuadruplicó desde el año fiscal 2010 al año fiscal 2013. Durante ese periodo, la tasa de casos de inmigrantes cuyas historias fueron consideradas creíbles promedió 80%. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración dijo que mucho menos de la mitad de los centroamericanos usualmente recibe asilo de un juez de inmigración.
La División de Asilo modificó en febrero la capacitación que reciben los funcionarios de asilo para realizar entrevistas para determinar el “temor creíble” de los inmigrantes. Las directrices especifican que los casos que tienen “una posibilidad mínima o casi nula” de éxito no cumplen con los estándares para ir delante de un juez, según un memorándum emitido por John Lafferty, jefe de la división. En los meses subsiguientes, la tasa de inmigrantes que cumplieron el estándar cayó continuamente, según el informe.
En medio de un aumento en el flujo de inmigrantes centroamericanos que ingresan a Estados Unidos sin permiso y el endurecimiento de los estándares de asilo, son menos las personas que cumplen los requisitos necesarios para recibir el amparo legal.
Como un paso inicial para pedir asilo, los inmigrantes detenidos cruzando la frontera que dicen que temen volver a sus países de origen son entrevistados para determinar si tienen “un miedo creíble” de persecución o tortura. En julio, el mes más reciente con datos disponibles, 63% de las personas que señalaron tener temor de regresar cumplió los requisitos de asilo, frente a 83% seis meses antes, según un informe publicado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración.
El declive ocurre después de que la División de Asilo de la agencia gubernamental endureciera el criterio que sus funcionarios utilizan durante las entrevistas. La meta de las nuevas directrices, según un funcionario de la agencia, es asegurarse de que los inmigrantes que tienen solo una mínima o ninguna posibilidad de obtener asilo en una corte de inmigración sean devueltos a su casa rápidamente.
Los defensores de los inmigrantes dicen que estos estrictos estándares impiden que muchos migrantes puedan presentar su caso de asilo ante un juez.
“Están devolviendo gente que muy posiblemente habría podido acceder a protección de asilo”, dijo Eleanor Acer, directora de protección del refugiado de Human Rights First, un grupo sin fines de lucro con sede en Nueva York.
La división de Asilo es una de muchas agencias federales que han sido abrumadas por la llegada de decenas de miles de inmigrantes que han entrado al país desde América Central de manera ilegal este año. Muchos dicen que buscan refugio de la violencia de las pandillas y pobreza de sus países. Desde octubre hasta junio, la División de Asilo recibió 36.334 casos de amenazas creíbles, superando los 36.035 en los 12 meses del año fiscal 2013, según datos de la oficina. Los inmigrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras representaron la mayoría de los solicitantes.
La oficina es responsable de entrevistar a los inmigrantes, preguntarles, por ejemplo, si están siendo perseguidos porque pertenecen a un grupo social específico o si se sienten amenazados por su raza o religión. Si sus historias son creíbles, los inmigrantes son dirigidos a una corte de inmigración, donde un juez decidirá si son aptos para recibir asilo u otra protección. Los inmigrantes que pasan por este proceso, que demora años, son a veces liberados dentro de territorio estadounidense hasta que sus casos son resueltos.
Los niños centroamericanos que han cruzado la frontera sin la compañía de un adulto no tienen que someterse a este proceso, ya que son dirigidos al sistema de cortes directamente.
El número de solicitudes de asilo por “temor creíble” se cuadruplicó desde el año fiscal 2010 al año fiscal 2013. Durante ese periodo, la tasa de casos de inmigrantes cuyas historias fueron consideradas creíbles promedió 80%. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración dijo que mucho menos de la mitad de los centroamericanos usualmente recibe asilo de un juez de inmigración.
La División de Asilo modificó en febrero la capacitación que reciben los funcionarios de asilo para realizar entrevistas para determinar el “temor creíble” de los inmigrantes. Las directrices especifican que los casos que tienen “una posibilidad mínima o casi nula” de éxito no cumplen con los estándares para ir delante de un juez, según un memorándum emitido por John Lafferty, jefe de la división. En los meses subsiguientes, la tasa de inmigrantes que cumplieron el estándar cayó continuamente, según el informe.