15/11/2024
04:20 PM

Microempresa de Yoro produce biocombustibles con piñón

Un proyecto energético se ha convertido en alternativa de negocio para 400 personas.

Las constantes fluctuaciones en los precios de los combustibles derivados del petróleo plantea, para aquellos países que no lo producen, la necesidad de buscar fuentes alternativas que no solo sean más baratas, sino también amigables con el medio ambiente.

Ese fue el reto que aceptó la empresa Bysa (Biocombustibles de Yoro).

Gustavo Antúnez, gerente de esa empresa, explica que esta surge como una iniciativa de organizaciones europeas que consideraron las oportunidades para desarrollar un proyecto de producción de fuentes de energía limpia en Honduras. “Se escogió Yoro por las características de la tierra y a raíz de una investigación que se hizo con el apoyo de la Fhia (Fundación Hondureña de Investigación Agrícola) y una organización local de desarrollo empresarial; este proyecto está dirigido a pequeños productores”.

La materia prima básica se denomina con el nombre científico de jatropha curcas, pero es mejor conocido como piñón.

“El proyecto inicia en el año 2006, pero se empiezan a sembrar las plantas en 2008 y actualmente ya estamos produciendo aceite puro de piñón, tanto para producir energía eléctrica como para producir jabones y la parte de biodiésel, que la hacemos con aceites vegetales reciclados”, relata Antúnez.

José Alfonso, investigador de la Fhia, detalló que “el aceite (de piñón) se obtiene por medio de extracción o con la ayuda de un solvente, con el cual se logra un mejor rendimiento, aunque encarece el proceso. El aceite extraído se usa en vehículos a los que se les hacen algunas modificaciones en el motor, se le pone un doble filtro y unos elevadores de temperatura que calientan el aceite -de naturaleza muy viscosa- para facilitar la combustión del auto”.

Aunque también es posible extraer biocombustible de otros cultivos como el maíz, producirlos a partir de esta materia prima resultaría en un encarecimiento en el precio de los alimentos. El piñón, en cambio, al no ser una planta comestible, no representa un problema para la seguridad alimentaria del país.

“La proyección que tiene la empresa es de producir 150 mil galones al año; sin embargo, la proyección anual va a estar en unos 50 mil galones en los próximos tres años”, estima Antúnez.
De momento, la empresa planea orientar su producción de aceite de piñón a la generación de energía eléctrica.

Hasta ahora, la producción de biodiésel, aunque constante, se mantiene como un combustible de consumo local, limitado principalmente al departamento de Yoro.

Antúnez asegura que prácticamente cualquier vehículo fabricado después de 1992 es apto para usar biodiésel, en tanto que para modelos más antiguos se requiere por lo menos adaptarle un cambio de mangueras.

Ventajas

El gerente de Bysa refiereque unos 150 clientes, que incluye a propietarios de automóviles, autobuses y maquinaria pesada, utilizan biodiésel, el cual, asegura, tiene un costo por galón hasta cinco lempiras más bajo que el combustible de fósiles.

“El biodiésel como tal no es un contaminante y produce beneficios no solo al medio ambiente, sino al mismo vehículo que lo usa, pues al tener un índice más alto de viscosidad limpia el sistema del vehículo y por eso, los vehículos de cuatro o cinco años de antigüedad, se pueden prologar hasta cinco mil kilómetros”, asegura Antúnez.

El siguiente paso del programa es desarrollar otros productos, como jabón orgánico, pues se atribuye al piñón propiedades medicinales. Adicionalmente, planean aumentar la producción lo suficiente como para llegar a otros países de la región. Sobre la posibilidad de popularizar el biodiésel, los biocombustibles siguen siendo una alternativa viable, pero como reconoce Antúnez, “todo depende de la oferta y la demanda”.