leyendo los titulares, podría pensarse que los principales competidores en el campo de innovación son Estados Unidos y China. Pero la verdad es que Alemania está ganando la batalla por amplio margen.
Alemania hace un mejor trabajo en innovación en áreas tan diversas como sistemas de energía sustentable, biotecnología molecular e ingeniería de software experimental. Efectivamente, como parte de un esfuerzo por aprender de Alemania sobre innovación eficaz, entidades federativas de Estados Unidos han alentado a la Sociedad Fraunhofer, un laboratorio de ideas alemán de ciencias aplicadas, para que abra no menos de siete institutos en el país.
Alemania simplemente es mejor a la hora de adaptar invenciones a la industria y diseminarlas a través del sector comercial. Gran parte de la innovación alemana consiste en dotar a productos viejos con capacidades nuevas o combinar elementos de sectores viejos y estancados con elementos nuevos y vibrantes.
El estilo de innovación de Alemania explica su habilidad en la manufactura. Muchos (si no es que la mayoría) de los productos chinos que compran los estadounidenses todos los días son producidos por maquinaria hecha en Alemania, y las compañías que las fabrican están prosperando.
También explica por qué la base industrial de Alemania no se ha diezmado, como la de Estados Unidos. Alemania es mejor para mantener el crecimiento del empleo y productividad, expandiendo al mismo tiempo el ingreso real de sus ciudadanos. Incluso con salarios y beneficios 66% más altos que los de Estados Unidos, las firmas de manufactura de Alemania emplearon 22% de la fuerza laboral y contribuyeron con 21% del producto interno bruto de la nación en 2010.
Tres factores están operando:
+ Alemania entiende que la innovación debe resultar en aumentos generalizados de productividad, en lugar de concentrarse en el sector de alta tecnología. Como consecuencia, Alemania no solo busca formar industrias nuevas. También infunde a sus industrias existentes las nuevas ideas y tecnologías.
+ Alemania tiene una red de instituciones públicas que ayudan a las compañías a innovar. Los Institutos Fraunhofer, parcialmente financiados por el gobierno, llevan al mercado ideas radicales en formas novedosas. Esto ayuda a cerrar la brecha entre la investigación y el funcionamiento diario de las pequeñas y medianas empresas.
+ La fuerza laboral de Alemania se capacita constantemente, lo que le permite usar las innovaciones más radicales para producir productos y servicios que los clientes están dispuestos a comprar a precios más altos.
El crecimiento económico no se presenta en el momento de la invención. Solo las políticas de innovación que se enfoquen en el ciclo completo de innovación tendrán éxito en lo que respecta a crear un crecimiento económico que mejore el bienestar de todos los ciudadanos. No hay nada que un alemán pueda hacer que no pueda hacer un estadounidense adecuadamente capacitado e incentivado.
(Dan Breznitz es titular de la Cátedra Munk de Estudios de Innovación y codirector del Laboratorio de Política de Innovación de la Escuela Munk de Asuntos Globales de la Universidad de Toronto. Es coeditor de “The Third Globalization: Can Wealthy Nations Stay Rich in the Twenty-First Century?”).