Durante el último año, el cibercrimen subió de posición para convertirse en el segundo delito más comúnmente reportado que afecta a las compañías del sector de servicios financieros, después de la apropiación indebida de activos (que permanece como la manera tradicional y más popular de estafar a una organización), de acuerdo con los más recientes hallazgos de la encuesta global de crimen económico de PwC.
Al cibercrimen se le atribuyó el 38% de los incidentes de crímenes económicos, comparado con el 16% de otras industrias en la encuesta, que analizó 3,877 respuestas provenientes de 78 países, de las cuales 23% de estas (878 respuestas) provinieron del sector financiero.
Mientras históricamente las organizaciones financieras han dado pasos significativos para controlar y salvaguardar los datos de sus clientes, las encuestas demuestran que aún así están preocupadas por la creciente amenaza. La mitad de los encuestados percibió que el riesgo del cibercrimen aumentó en los últimos 12 meses, comparado con el 36% de las otras industrias.
Es muy probable que algunas de las tecnologías en desarrollo, tales como la utilización de apps para acceder a servicios bancarios y teléfonos móviles para efectuar pagos, incrementen en lugar de que disminuyan estos riesgos. El 45% de los encuestados sufrió fraudes en los últimos 12 meses, un número mucho mayor que el 30% reportado por otras industrias. Este es un indicativo de que el sector permanece muy atractivo para los criminales debido a la cantidad significativa de efectivo, activos y datos sensitivos de clientes que están a su disposición, igual que por la naturaleza de la industria.
Andrew Clark, socio de Servicios Forenses de PwC, dijo: “El ascenso del cibercrimen no es tan sorprendente, dado a que el sector mantiene grandes volúmenes del tipo de data que les interesa a los cibercriminales y existe un mercado negro que suple las necesidades del mercado de datos robados y confidenciales.
Sin embargo, nuestra encuesta demuestra que el cibercrimen es responsable de una proporción mucho mayor del crimen económico en el sector que en otras industrias”.
Reputación
“El cibercrimen pone en gran riesgo a los clientes, marca y reputación del sector financiero. Los reguladores están viendo cada vez más al cibercrimen como un área clave de enfoque, y se espera que las instituciones financieras tengan sistemas y controles apropiados para luchar contra esta creciente amenaza”.
Al preguntarles por cuáles aspectos del cibercrimen estaban más preocupados, los encuestados demostraron una preocupación mayor en lo concerniente a las categorías de daño colateral listado en comparación con otras industrias. Más de la mitad respondió que su mayor preocupación radicaba en el daño a su reputación. Cuando ocurre un incidente de cibercrimen, las primeras horas son cruciales. Es particularmente importante reaccionar rápida y decisivamente, ya que las consecuencias de no hacerlo pueden ser severas en términos de daños tanto financieros como no financieros.