San Pedro Sula, Honduras.
La meta de reducir entre 7% y 10% el presupuesto general de la República que tiene como fin equilibrar las finanzas públicas, tendrá que hacerse con especial cautela para no afectar a las secretarías e instituciones de índole social, advierten analistas.
Suponiendo que la base de la reducción será el presupuesto 2014, que asciende a L187,635 millones, el ahorro rondaría los L19,000 millones.
En los últimos cuatro años el presupuesto del país se elevó L50,297 millones, una cifra excesiva para muchos, ya que los ingresos del estado muestran un escaso dinamismo.
William Chong Wong, exministro de Finanzas, manifiesta que la idea de reducir un presupuesto solo puede significar que hay disminución de los ingresos o de los financiamientos de deuda interna.
Aplicar una reducción general del 7% o 10% a todos las secretarías e instituciones que integran el presupuesto, “no es algo simple, ya que hay sectores que más bien necesitan una ampliación de los fondos que les asignan”, explica Raúl Reina, analistas económico.
Reina sugiere a las autoridades revisar con detenimiento los casos de educación, salud y seguridad, ya que recortar los fondos asignados a estos ministerio golpearía al sector más desprotegido: los pobres.
Nelson García Lobo, presidente del Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), teme que la reducción que plantea el Gobierno no se materialice.
“Hay que ver si esos recortes no son solo nominales, o sea, de nombre, pero no reales. Si no existe una verdadera disciplina fiscal al cierre de 2014, esto será nada más show publicitario para hacer creer al Fondo Monetario Internacional que se están haciendo los esfuerzos necesarios para sanear las finanzas públicas. A final de cada año, uno se sorprende de que el presupuesto siempre se extiende entre L5,000 y L7,000 millones más”, añadió García.
El economista alerta que reducir el Presupuesto puede provocar un retraso en el desarrollo del país, pues se afectaría el comercio y la inversión.
“Hay que ver cuáles son las áreas que sí pueden sufrir cambios”, manifestó Garcia.
Federico Álvarez, analista y expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), considera que el Estado se fortalecerá si se efectúa la reducción al Presupuesto.
Señala que los fondos para el 2015 deben asemejarse a lo presupuestado en el 2013.
“Esa debería ser la meta para empezar. Es el mejor esfuerzo que podría hacer el Gobierno; eso demostraría el deseo de cambiar el mal comportamiento fiscal que el país ha tenido en los últimos años. Restarle un 10% al Presupuesto que se aprobó para el 2014 no es suficiente”, sentenció Alvarez.
La meta de reducir entre 7% y 10% el presupuesto general de la República que tiene como fin equilibrar las finanzas públicas, tendrá que hacerse con especial cautela para no afectar a las secretarías e instituciones de índole social, advierten analistas.
Suponiendo que la base de la reducción será el presupuesto 2014, que asciende a L187,635 millones, el ahorro rondaría los L19,000 millones.
En los últimos cuatro años el presupuesto del país se elevó L50,297 millones, una cifra excesiva para muchos, ya que los ingresos del estado muestran un escaso dinamismo.
William Chong Wong, exministro de Finanzas, manifiesta que la idea de reducir un presupuesto solo puede significar que hay disminución de los ingresos o de los financiamientos de deuda interna.
Aplicar una reducción general del 7% o 10% a todos las secretarías e instituciones que integran el presupuesto, “no es algo simple, ya que hay sectores que más bien necesitan una ampliación de los fondos que les asignan”, explica Raúl Reina, analistas económico.
Reina sugiere a las autoridades revisar con detenimiento los casos de educación, salud y seguridad, ya que recortar los fondos asignados a estos ministerio golpearía al sector más desprotegido: los pobres.
Nelson García Lobo, presidente del Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), teme que la reducción que plantea el Gobierno no se materialice.
“Hay que ver si esos recortes no son solo nominales, o sea, de nombre, pero no reales. Si no existe una verdadera disciplina fiscal al cierre de 2014, esto será nada más show publicitario para hacer creer al Fondo Monetario Internacional que se están haciendo los esfuerzos necesarios para sanear las finanzas públicas. A final de cada año, uno se sorprende de que el presupuesto siempre se extiende entre L5,000 y L7,000 millones más”, añadió García.
El economista alerta que reducir el Presupuesto puede provocar un retraso en el desarrollo del país, pues se afectaría el comercio y la inversión.
“Hay que ver cuáles son las áreas que sí pueden sufrir cambios”, manifestó Garcia.
Federico Álvarez, analista y expresidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), considera que el Estado se fortalecerá si se efectúa la reducción al Presupuesto.
Señala que los fondos para el 2015 deben asemejarse a lo presupuestado en el 2013.
“Esa debería ser la meta para empezar. Es el mejor esfuerzo que podría hacer el Gobierno; eso demostraría el deseo de cambiar el mal comportamiento fiscal que el país ha tenido en los últimos años. Restarle un 10% al Presupuesto que se aprobó para el 2014 no es suficiente”, sentenció Alvarez.
