08/11/2024
01:15 AM

Sequía arrebata más de L4 millones diarios a ganaderos de Honduras

Desde hace 28 días, los ganaderos olanchanos, especialmente del Valle de Agalta, pierden casi L2.5 millones diarios en litros de leche y L1.8 millones por carne.

San Pedro Sula, Honduras.

El impacto de la sequía (El Niño) en Honduras no es tan grande como lo que ha hecho en Nicaragua, donde unas 2,500 reses han muerto por falta de agua. Sin embargo, las instituciones desde ya lanzan SOS para evitar que se desate una crisis alimentaria más aguda.

En 2014, el país ya contabiliza pérdidas que superan el millón de quintales en granos básicos, especialmente en maíz y frijol.

En 2013, El Niño afectó a los municipios del norte de Olancho y le restó dos millones de quintales del grano a ese departamento, que representaba el 15.4% de la producción nacional en ese período. Del grano rojo se computaron 400 mil quintales menos.

En la actualidad, más de 76,712 familias que residen en Olancho, El Paraíso, Choluteca, Valle, Francisco Morazán, La Paz, Lempira y Copán han sido perjudicadas por la falta de lluvias. Aún no se materializan acciones que indiquen mejores expectativas en los productores. Sin embargo, un primer paso se dio el pasado 28 de julio, cuando el presidente Juan Orlando Hernández anunció que unos L100 millones serán destinados a paliar los efectos de la sequía en el país. Dicho monto provendrá de los L4,500 millones que fueron programados para la reactivación de los sectores productivos.

“La extensión de esta sequía, según los análisis de los expertos, pasará agosto y vamos a seguir con déficit de lluvias”, indica José Antonio Velásquez, director de Cooperación Internacional de la Comisión Permamente de Contingencias (Copeco).

En este punto, el directivo recuerda que El Niño ha impacto en las fuentes de agua del corredor seco. “Está prácticamente deforestado”, dice.

A falta de pasto

Un aspecto no menor que ya se genera por falta de lluvias es el riesgo que corre el hato ganadero hondureño, conformado por 1.9 millones de cabezas.

Según Kenny Nájera, docente de la Universidad Nacional de Agricultura (UNA), en el Valle de Agalta, en Olancho, de cinco mil a 10 mil animales están sufriendo por la falta de pasto.

“No hay registros de casos de mortalidad, pero la producción se ha venido abajo. En el Valle de Agalta se está dejando de producir carne y leche”, confirma Nájera.

Desde el 15 de julio, la población bovina de esa zona, que representa el 5% nacional, indica pérdidas diarias de tres mil litros de leche, que implican un promedio de L2.4 millones.

Además, el sector cárnico pierde L1.8 millones, una situación influenciada, principalmente, por la reducción de peso, grasa y carne en las reses.

“En algunas zonas, donde no llueve desde hace dos meses, los ganaderos se vieron obligados a disminuir la cantidad de animales que tienen”, refiere Gundemaro Castillo, gerente del Fondo Ganadero de Honduras.

Piden estado de emergencia

Según Castillo, de las 100 mil fincas que hay en el país, unas cinco mil están siendo afectadas por El Niño.

“Algunos tienen la posibilidad de regar o han guardado comida. Otros hacen ensilajes o heno, que son tipos de pastos propicios para lugares secos. En términos generales, casi siempre se busca la manera de reducir el impacto de los daños”.

Dentro de ese contexto, Nájera señala que los mayores efectos en los 82 municipios que conforman el corredor seco se presentan en el sector agropecuario y energético.

“Es conveniente definir aspectos primordiales, entre ellos declarar en estado de emergencia alimentaria estos municipios y crear un programa de educación intensiva sobre suplementación, fertilización y conservación de forrajes”, indica.

Manuel López Luna, director de Cambio Climático en la Secretaría Nacional de Recursos Naturales, Ambiente y Minas (Serna), admite que la situación es crítica por su comienzo prematuro. “Los productores no pueden estar con estos problemas todos los años y esperar que les llegue ayuda alimentaria. Podrían perfectamente continuar con sus procesos agrícolas, con ciertas técnicas, como cosechas de aguas lluvias y almacenamiento para riego por goteo”, concluye.