26/12/2024
01:10 PM

'Hay que garantizar la calidad del café hondureño para el futuro”: Nestlé

Nestlé compra 300 mil quintales del grano hondureño, que representa la mitad de sus adquisiciones en Centroamérica.

San Pedro Sula, Honduras.

Casi 150 años desde su fundación, con 76 de presencia en Honduras, Nestlé es la multinacional de alimentos más grande del mundo. Más allá de las ganancias, la compañía con sede en Suiza ha formado una alianza con el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) para trabajar por el desarrollo de la caficultura nacional, sobre todo ahora que los productores aún resienten el impacto negativo de la roya.

Kim Waigel, director de Café y Bebidas Nestlé en Centroamérica, habla con LA PRENSA sobre el Plan Nescafé en Honduras y las razones que los llevaron en junio de este año a destinar L10 millones de forma exclusiva hacia ese propósito.

-¿Cómo surge el principio de ser una empresa socialmente comprometida con Honduras en el tema del café?

Todo nace con lo que llamamos el Plan Nescafé, que se lanzó en el año 2010 en México. Nestlé toma un compromiso para asistir a la caficultura del mundo y posteriormente se lanza a Colombia, Tailandia y otras partes.

En Centroamérica llevó más tiempo, pero difundimos el Plan Nescafé en la región, en Nicaragua a finales de 2013, al mismo tiempo que comenzamos a firmar acuerdos en Guatemala y Honduras.

-¿En qué consiste esta iniciativa de Nescafé Honduras?

El Plan Nescafé Honduras, con una inversión de L10 millones, consiste en entregar 3.5 millones de semillas de plantas de café a mil familias de caficultores de Santa Bárbara, El Paraíso y Lempira, que fueron seleccionados por su seriedad y capacidades. Además, se les repartió un kit con bolsas para hacer el semillero, pesticidas, fertilizantes y una bomba de fumigación, un valor agregado que los productores ni tenían.

-¿Qué los hizo creer en Honduras?

Dos cosas: uno, está claro que nuestro interés es un buen café, ya que lo necesitamos, y segundo, que el Ihcafé es muy competente. No todos los países cuentan con un ente capaz de hacer lo que ellos realizan aquí y obviamente si se tiene un socio con el que se puede trabajar, es más fácil soltar dinero.

-¿Cómo fue la negociación con el Ihcafé?

Siempre que una empresa privada intenta trabajar con organismos gubernamentales hay que saber entenderse. En el primer encuentro pensaban que llegaríamos con millonadas de dólares, no tenemos eso y tampoco podemos. Pero ahora estamos satisfechos del profesionalismo y de cómo se ha implementado el Plan Nescafé.

-¿El problema de la roya fue determinante para ejecutar este plan?

El interés principal de este plan es asegurar que haya café de calidad en el futuro.

Por ello, la entrega fue de plantas resistentes a las enfermedades que ahora son identificables y que ofrecen la calidad para las exportaciones en Honduras.

Nuestra intención y la del Ihcafé no es dar plantas que produzcan café de mala calidad, porque ellos quieren defender la imagen de este producto hondureño en el mundo.

-¿Qué tanto les afectó a ustedes la baja en las exportaciones del aromático hondureño?

Tengo entendido que las exportaciones de café disminuyeron entre 25% a 30% en Honduras y aunque no nos afectó directamente a nosotros, sí puede ser un problema a largo plazo, ya que el consumo de café en el mundo crece de forma constante en los países que nunca consumieron café, como el caso de China que lo está cambiando por el té.

Con todas esas demandas tenemos que estar seguros que los caficultores sobrevivirán a las crisis que se presenten.

-¿Cómo evalúa los esfuerzos que se hacen para combatir la roya?

La cosecha de este año sigue afectada por la roya, no es que desapareció del año pasado y allí no más. La roya sigue haciendo daños, pero el Ihcafé está haciendo un buen trabajo al respecto y tenemos entendido que Honduras eventualmente no estará tan afectada como otros países de la región.

-¿Qué distingue este plan de cualquier actividad de responsabilidad social empresarial?

Las estrategias de valor compartido, no solamente es la entrega de plantas y “ya me voy”, porque eso es filantropía. La idea nuestra y como se usaba en la época, no es dar el pescado, sino enseñar a pescar y creo que es lo estamos consiguiendo.

-¿Qué ha hecho el Ihcafé para garantizar el éxito del trabajo?

Ihcafé hizo la entrega física de las plantas y está capacitando a los productores para que durante los tres años que tomará que esas plantas produzcan, sepan cómo cuidarlas. Al mismo tiempo Ihcafé le da al caficultor la oportunidad de aprender buenas prácticas de la caficultura y estas familias tendrán un mayor rendimiento de sus plantas en el futuro de lo que tenían antes de perder todo o mucho.

-Antes de este Plan Nescafé, ¿cuál había sido el apoyo de la empresa a Honduras?

A finales del año pasado, Nestlé repartió 200 mil plantas resistentes a la enfermedad de la roya en la Región del Trifinio, una zona fronteriza entre Guatemala, Honduras y El Salvador. Pero se realizó con el apoyo y asistencia técnica de una empresa de Alemania.

-¿Cuántos quintales de café compra Nestlé al resto de la región centroamericana y a Honduras?

De los seis millones de quintales que Honduras produce, Nestlé compra el 5%, o sea 300 mil quintales. A nivel de la región son 600 mil quintales, el café hondureño es el más adquirido, porque se produce más.

-¿El café que se exporta de Honduras tiene alguna distinción en los productos Nestlé?

No hay distinción de que el café sea hondureño. Hasta el momento todavía no llega a ser una imagen de marca producto, pero seguramente el Ihcafé está trabajando en ello.

Honduras recién está empezando a crear su imagen de país productor, yo creo que el consumidor final todavía no está al tanto de eso y no será tan fácil.

Un ejemplo que recuerdo es Colombia con su Juan Valdez, que es de las marcas publicitarias más reconocidas a nivel mundial y hecha por productores agrícolas, pero recordemos que se han desarrollado desde los años 60 y que además el Gobierno destinaba parte del impuesto de las exportaciones para desarrollarlo.