San Pedro Sula, Honduras.
La crítica situación en que la sequía tiene al sector agrícola se hubiera evitado si la mayoría de las plantaciones contaran con sistemas de riego. De 400 mil hectáreas que son aptas para la aplicación de la tecnología, solo 100 mil la reciben, lo que representa el 25% del total.
En escala nacional hay 160 mil sistemas de riego distribuidos entre la ganadería y la agricultura en distintas zonas del país, entre las que figuran Comayagua, Olancho, Yoro, El Paraíso y La Paz.
El Gobierno estima que unas 50 mil hectáreas serán habilitadas en los próximos cuatro años bajo sistemas de riego, con lo que se generarían 600 mil nuevos empleos. Sin embargo, para atender todo el parque tardarían alrededor de 10 años.
Proyectos estancados
Los productores se quejan de la lentitud con que el Gobierno desarrolla los proyectos y aseguran que esto influyó en la pérdida de un millón de quintales de granos básicos que dejó la sequía en los últimos meses.
“Las autoridades dicen que tienen fondos para desarrollar la tecnología, pero no cumplen con los proyectos. En Olancho, que se produce el 55% de la producción nacional de maíz y frijol, no han implementado ninguna inversión de este tipo. Dependemos totalmente de la lluvia”, señala Ramón Oliva, presidente de Prograno, capítulo norte.
Luis Donaire, asesor de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), dice que desde 1950 no se realizan grandes proyectos.
“Se empezó con proyectos de riego estatales como los instalados en el Valle de Comayagua, pero luego todos los que se han desarrollado son de índole privada. Hay que retomar las obras estatales porque estamos en momentos de emergencia y lo más seguro es que se vuelvan a repetir.
En el país apenas 100 mil hectáreas funcionan con riego, de 400 mil que reúnen las condiciones para usar la tecnología”, comenta.
Donaire sugiere que incrementen los esfuerzos en la búsqueda de financiamiento, sobre todo para los pequeños agricultores, pues los costos de los sistemas son muy elevados.
“Los precios van desde los $1,000 hasta los $1,500 por manzana, imposible de pagar para ellos”, refiere.
La crítica situación en que la sequía tiene al sector agrícola se hubiera evitado si la mayoría de las plantaciones contaran con sistemas de riego. De 400 mil hectáreas que son aptas para la aplicación de la tecnología, solo 100 mil la reciben, lo que representa el 25% del total.
En escala nacional hay 160 mil sistemas de riego distribuidos entre la ganadería y la agricultura en distintas zonas del país, entre las que figuran Comayagua, Olancho, Yoro, El Paraíso y La Paz.
El Gobierno estima que unas 50 mil hectáreas serán habilitadas en los próximos cuatro años bajo sistemas de riego, con lo que se generarían 600 mil nuevos empleos. Sin embargo, para atender todo el parque tardarían alrededor de 10 años.
Proyectos estancados
Los productores se quejan de la lentitud con que el Gobierno desarrolla los proyectos y aseguran que esto influyó en la pérdida de un millón de quintales de granos básicos que dejó la sequía en los últimos meses.
“Las autoridades dicen que tienen fondos para desarrollar la tecnología, pero no cumplen con los proyectos. En Olancho, que se produce el 55% de la producción nacional de maíz y frijol, no han implementado ninguna inversión de este tipo. Dependemos totalmente de la lluvia”, señala Ramón Oliva, presidente de Prograno, capítulo norte.
Luis Donaire, asesor de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), dice que desde 1950 no se realizan grandes proyectos.
“Se empezó con proyectos de riego estatales como los instalados en el Valle de Comayagua, pero luego todos los que se han desarrollado son de índole privada. Hay que retomar las obras estatales porque estamos en momentos de emergencia y lo más seguro es que se vuelvan a repetir.
En el país apenas 100 mil hectáreas funcionan con riego, de 400 mil que reúnen las condiciones para usar la tecnología”, comenta.
Donaire sugiere que incrementen los esfuerzos en la búsqueda de financiamiento, sobre todo para los pequeños agricultores, pues los costos de los sistemas son muy elevados.
“Los precios van desde los $1,000 hasta los $1,500 por manzana, imposible de pagar para ellos”, refiere.
Otros pendientes
Las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) aseguran que han iniciado la instalación de sistemas de riego, micro-riego y retención de agua en la zona sur del país.
“Estamos trabajando en algunas comunidades y ahora lo vamos a expandir en todo lo que es el corredor seco”, afirma Jacobo Paz, ministro de la SAG.
Jacobo Regalado, extitular de la institución, dice que el futuro del sector agrícola hondureño depende de los sistemas de riego.
“Para reducir la vulnerabilidad por sequía recurrente hay que desarrollar una cultura que permita almacenar el agua lluvia y utilizarla para riego en el tiempo de sequía. De esto depende el abastecimiento nacional y aumentar las exportaciones”, explica Regalado.
“Está pendiente desarrollar sistemas. La construcción de la represa de Nacaome necesita una inversión de L700 millones que pondrá el Gobierno de Italia.
Además, se hará una inversión de L500 millones en Jamastrán que aportará India y hay pláticas con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para conseguir más de L1,000 millones para irrigar los valles ubicados en Yoro y Comayagua”, concluye el exfuncionario y productor.
